Capítulo 76.

5.6K 343 102
                                    

NARRA KAMMIE.

Me quedo en silencio, no es que no confíe en sus promesas, se que haría hasta lo imposible porque volvamos a estar juntos pero no puedo obligarlo a vivir así, luchando contra mis secretos, mi oscuridad y padre para conseguir algún día que lleguemos a estar juntos ¿Y si nunca sucede? ¿Y si nunca consigo escapar de lo qué yo misma busqué?

JESÚS: Di algo. -Suplica-
YO: Te quiero, no sabes cuanto, desde el primer momento en el que te conocí, pero lo nuestro no será nunca por mucho que lo intentemos.. todo lo que me persigue nunca dejará de estar ahí y no tengo derecho de pedirte que te quedes esperándome -Pongo la mano en mi pecho-
JESÚS: Escúchame
YO: No, escúchame tú a mi. -Digo seria- Mi hijo y tú siempre seréis lo más importante para mi, pero luchar por nosotros significaría darle a padre los motivos que quiere para poder haceros daño, para poder hacer daño a nuestro hijo.
JESÚS: ¿No quieres qué luche por ti?
YO: No.

En el silencio escucho su llanto, algo que me duele como si me apuñalaran cien veces en el corazón.

YO: Tal vez nuestro destino era conocernos pero no estar juntos, lo siento.
JESÚS: Yo también lo siento.

——CUELGA——

Le entrego el teléfono a Jorge que espera que yo me derrumbe, pero todo mi interior lucha por impedirlo.

YO: Llévalo antes de que se de cuenta, no quiero que pagues por mi culpa.
JORGE: ¿Estás bien? -Pregunta haciéndome notar la preocupación en su voz-
YO: Si. -Respondo sin mirarlo-

Hace el amago de acercarse pero se detiene y se marcha, creo que se ha dado cuenta de que un abrazo en este momento desataría las lágrimas que tanto me están costando contener.

No ha sido mi mejor decisión pero si la más sensata.

NARRA DANIEL.

Al día siguiente antes de recoger a Aitor del colegio para llevarlo con Jesús me paso por el supermercado para comprar algunas cosas que seguro que están haciendo falta en casa.

Escucho gritos, bastante jaleo dentro y por curiosidad entro para saber qué ocurre.

CORAL: ¡Yo no he robado nada!
(...): ¡Te he visto! -Acusa un encargado-
CORAL: ¡Regístrame!
(...): ¿Cómo se qué no lo tienes debajo de la ropa?

Mueve la cabeza y desabrocha su camisa, lo impido cubriéndola y me acerco al encargado que la acusa.

YO: Tú lo que eres es un degenerado, si lo que quieres es verla desnuda no lo pienso permitir ¡Asqueroso! En este momento voy a conseguir que te echen a la puta calle.

Agarro la mano de Coral estirando de ella en busca del dueño de este sitio. Cuando hablo con él consigo que el empleado sea despedido de inmediato gracias a las cámaras de seguridad.

CORAL: Gracias. -Me dice parándose-
YO: No tienes que darme las gracias, ese gilipollas merecía mucho más que esto, un buen puñetazo.
CORAL: Con lo que has hecho es suficiente.
YO: No iba a permitir semejante humillación, ese asqueroso solamente quería ver tu cuerpo, seguro que lo ha conseguido de muchas más.

Me mira sonriendo y yo no puedo evitar sonreír también.

CORAL: Te he jodido la compra ¿No?
YO: Bueno. -Reímos-
CORAL: Eres un caballero.
YO: Y tú estás loca ¿Desnudarte delante de todos?
CORAL: No me gusta que me acusen y soy muy impulsiva.
YO: Menos mal que he llegado.
CORAL: Si, menos mal que el destino se empeña en ponerte en mi camino.

Agacho la cabeza para sonreír, no sé qué tiene pero consigue ponerme como un idiota.

YO: Tengo que irme, no puedo llegar tarde a recoger a mi sobrino.
CORAL: Un placer volver a verte, otra vez.
YO: Un placer.

Me dispongo a irme pero no puedo hacerlo sin proponerle algo.

YO: Coral.
CORAL: ¿Si? -Se gira rápidamente-
YO: ¿Quieres cenar conmigo esta noche?
CORAL: Me encantaría.
YO: Esta vez será en un restaurante.
CORAL: No me importaría cenar en tu casa, no necesito lujos.
YO: ¿A las nueve?
CORAL: Mmm.. a las diez, tengo que arreglarme.
YO: Esta bien ¿Dónde te recojo?
CORAL: Dame tu móvil y te apunto la dirección.

Se lo entrego y ella apunta su dirección en notas.

YO: Estaré puntual.
CORAL: Eso espero.

Me da un beso en la mejilla y se va ¿De dónde ha salido? Es tan perfecta, tan diferente al resto de las mujeres con las que me he cruzado... Ya quiero verla otra vez.

Recojo a Aitor y lo llevo a casa, Jesús llega media hora después, abraza a Aitor, puedo notar su inmensa tristeza, él siempre ha sido tan transparente que le es imposible ocultar lo que siente.

AITOR: Papi me lo he pasado muy bien.
JESÚS: Me alegro mucho pequeño, ya no te separarás más de mi.
AITOR: Vale -Lo abraza- Te quiero papi.
JESÚS: Y yo a ti bebé.
AITOR: ¿Hoy me darás las buenas noches?
JESÚS: Hoy y siempre.

Aitor se pone feliz, corretea por toda la casa y yo me siento junto a Jesús.

YO: No te voy a preguntar, pero estaré a tu lado siempre.
JESÚS: Gracias por no preguntar cuando lo único que quiero es olvidar.

Le doy un apretón en el hombro y decido cambiar de tema.

YO: Creo que me gusta una chica.
JESÚS: ¿Enserio?
YO: Es diferente, loca, trasparente, sincera, natural.. y es muy pero muy bonita.
JESÚS: Estoy seguro de que si lo intentas te saldrá bien.
YO: Me aterra equivocarme otra vez.
JESÚS: Créeme.. a veces equivocarnos es la mejor opción  ¿Sabes por qué? Porque las equivocaciones también te pueden llegar a hacer feliz, muy feliz.
YO: Te haré caso, voy a cenar con ella esta noche.

Sonríe, me da un leve cabezazo y lo empujo.

JESÚS: Nada me hace más feliz que tu felicidad hermano.

NARRA KAMMIE.

Pasan casi dos meses desde que acabé con todo, desde que no he vuelto a saber nada de él ni de mi pequeño. Padre decidió que mudarnos y humillarme varias veces sería el mejor castigo después de lo que hice, pero sé que tiene pensado algo peor.. solo que quiere me confíe y no lo espere.

PADRE: Kammie.
YO: Dime.
PADRE: Tenemos visita, baja a comer en dos minutos.
YO: Si padre.

Jorge entra tras él salir, me pone el pelo detrás de la oreja y pellizca mis mejillas para darme un poco de color.

JORGE: Me molesta verte tan sumisa.
YO: Quiero ganarme su confianza, que de verdad crea que he olvidado a mi familia.
JORGE: No lo creerá, en cuatro años no lo conseguiste.
YO: Ahora voy a actuar mejor que nunca.
JORGE: No te metas en la boca del lobo.

Bajo las escaleras y me siento en la mesa con los invitados.

PADRE: ¿Te acuerdas de Enrique?

Lo recuerdo vagamente, pero si, es el hombre que casi mato con una lámpara cuando intentó violarme en el prostíbulo.

YO: Si.
PADRE: Quiere recibir unas disculpas.
YO: Lo siento, estaba nerviosa.
ENRIQUE: Tranquila -Dice él- Estás perdonada.
PADRE: Está aquí por unos negocios, ya sabe que no puede acercarse a ti.

Asiento con la cabeza, su amigo no deja de observarme y me acaba incomodando.

Pongo la mano en mi cabeza y cierro los ojos, me siento tan cansada, apenas he podido dormir en este tiempo.

Acaban marchándose  y yo me voy a mi habitación, me tumbo en la cama sin cambiarme de ropa.

JORGE: ¿Te sientes bien?
YO: Estoy cansada, eso es todo.
JORGE: Hace días que estás así, descansa.

Cierro los ojos pero minutos después doy un salto de la cama y corro hacía el calendario.

JORGE: ¿Qué pasa?
YO: Dios mío Jorge ¿Cómo no me he dado cuenta?

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora