Capítulo 9.

6.5K 379 1
                                    

NARRA KAMMIE.

Siento como el corazón está apunto de explotarme, él me mira con los ojos encendidos en ¿Odio?

Todo se desenfoca cuando soy consciente de que si él es Jesús y el pequeño es su hijo, significa que Aitor es mi bebé.

YO: Jesús.
JESÚS: Hijo -Le besa la cabeza- fuera está el tito, ve con él.
AITOR: Adiós -Me sonríe-

Jesús espera a que el niño se marche para acercarse a mi lleno de furia.

JESÚS: No te acerques más a mi hijo.

Lo agarro del brazo cuando se dispone a cruzar la puerta, él se aparta inmediatamente y yo insisto.

YO: Es mi hijo.

Lloro, él suelta una carcajada y yo agacho la cabeza.

JESÚS: ¿¡Tu qué!?
YO: Mi hijo.
JESÚS: No tienes ningún hijo ¿Me oyes? No lo busques, ni siquiera pienses en él ¡Por qué no te mereces ni el mínimo cariño qué él te ha dado en este rato!
YO: Soy su madre, no puedes hacerme esto.
JESÚS: Puedo, claro que puedo, puedo por el derecho que me ha dado cuidarlo, criarlo, quererlo como padre y también como madre ¿O no te acuerdas? Lo abandonaste, lo dejaste en una habitación fría de hospital con una nota, una nota que no valió nada ¿Ahora vas a reaparecer y encima tienes la cara de decir qué tú eres su madre?

Me duele tanto su desprecio, el odio que veo en su mirada.. y el asco que está mostrándome en este instante.

YO: Quiero conocerle, por favor.
JESÚS: No tienes ningún derecho.
YO: Por favor -Suplico llorando- es mi bebé.

Impido que salga colocándome en la puerta, él pasa la mano por su rostro y suelta un gruñido.

JESÚS: Apártate o te aparto yo.
YO: Necesito conocerle, que sepa que si tiene madre y que soy yo.
JESÚS: ¿Y le dirás qué lo abandonaste cómo una  cobarde? ¿¡Qué habría pasado si aquel chico de dieciséis años muerto de miedo lo hubiera abandonado también!? ¿Estaría vivo o muerto?
YO: Sabía que nunca lo abandonarías.
JESÚS: Claro que no, porque yo si lo amo con toda mi alma y lo amé desde el primer momento que lo tuve en mis brazos ¿Pero tú?

Intento tocarlo pero él se aparta.

JESÚS: Quítate de mi camino.

Jorge sale del baño, cuando ve a Jesús y todo lo que está ocurriendo me agarra, lo hace para que no siga sufriendo así.

YO: ¡Suéltame!
JORGE: No es el momento Kammie.
YO: ¡Es mi hijo!

Jesús se gira justo antes de salir, me mira con los ojos llenos de lágrimas y se marcha. Me aferro al pecho de Jorge y lloro sobre el.

NARRA DANIEL.

Conduzco porque Jesús no está en condiciones, Aitor juega con sus juguetes y él.. bueno él se mantiene ausente mirando por la ventana.

AITOR: Tito.
YO: Dime monstruito.
AITOR: ¿Podemos volver?
YO: No, ya vamos a casa para preparar la comida, nos has dado un susto de muerte.
AITOR: Pedon.
YO: No pasa nada, pero no vuelvas a separarte de mi.

Me sonríe. Llegamos a casa, bajamos del coche, Aitor intenta llamar la atención de Jesús pero está en otro mundo.

AITOR: ¡Jo, papi!
JESÚS: ¿Qué pasa?
AITOR: ¿Estás triste? -Tira de su camiseta-
JESÚS: Me he asustado mucho.

Levanta los brazos pidiéndole así que lo coja, Jesús lo hace y se abraza a él. Entramos en casa, Aitor se pone a jugar y Jesús se marcha a su habitación encerrándose en ella. Volverla a ver ha sido difícil para él, muy doloroso.

NARRA JESÚS.

En silencio me siento en la cama, con la cabeza agachada y la mirada fijada en el suelo.. Nunca pensé que volvería a verla, que sería así y por mi hijo.

Me echo hacía atrás, miro al techo y lloro.

YO: ¡Joder! -Grito-

Si, he sentido odio muchísimo odio, un odio que nunca dejaré de sentir hacía ella, pero también este amor que duele, que duele porque deseo con toda mi alma arrancarla de mi corazón y no puedo, no puedo a pesar de todo el daño que me ha hecho.

Me pongo en pie, abro el armario y saco la fotografía. Seguía exactamente igual, su largo pelo rojo, sus ojos azules.. y su endemoniada cara de ángel, esa cara que me engañó, que me hizo creer que era buena persona, que preferiría hacerse daño mil veces a ella misma antes que hacérmelo a mi, igual que yo habría preferido en ese tiempo mil veces pero al revés. Cierro el puño arrugando totalmente la fotografía y me siento en el suelo.

YO: ¿Por qué? ¿Por qué te sigo queriendo? ¡Por qué!

NARRA KAMMIE.

Me lavo la cara, es imposible contar las veces que he hecho esto después de haber llorado por horas, dejando el dolor y las lágrimas dentro de mi, tan dentro que hacían añicos.

JORGE: ¿Estás bien? -Pregunta golpeando la puerta- Llevas mucho tiempo ahí dentro.
YO: Si, estoy bien.

Salgo intentando ser lo que no soy, indestructible.

JORGE: Los guardias lo contarán todo.
YO: No van a jugársela, no lo harán.

Encontramos a madre que nos busca como loca, nos agarra del brazo y estira de nosotros.

MADRE: Padre se encargará de vosotros, sois unos desobedientes.
YO: Solo hemos ido a comprar por nuestra cuenta.
MADRE: ¿A ti qué te pasa en la voz?
YO: Estoy acatarrada.
MADRE: ¿Y los ojos?
YO: Catarro ¿No escuchas?
MADRE: Subid al coche ¡Ya!

Él y yo la obedecemos.

Llegamos a casa, en cuanto entra por la puerta grita que somos unos desobedientes.

PADRE: ¿Qué han hecho?
MADRE: Se han marchado por su cuenta en el centro comercial.
PADRE: ¿Es cierto?
YO: Si, es cierto.
PADRE: ¡Desobedientes!

Jorge se pone en medio antes de que él me golpee.

JORGE: No queríamos escapar, queríamos tener una mañana normal, si hubiéramos querido escapar no estaríamos aquí, créeme.
PADRE: No volváis a hacerlo.
YO: No sucederá más.
PADRE: Venga, a vuestra habitación, madre y yo tenemos cosas que hablar. -Dice serio-

Subo a mi habitación, lo tiro todo, me siento en el suelo con el gorrito de mi hijo y la fotografía de Jesús.

JORGE: Sabía que tarde o temprano te ibas a derrumbar..
YO: He pasado toda la mañana con mi hijo y no lo sabía, lo conocí y no lo sabía ¡Aitor es mi bebé! -Digo completamente rota-
JORGE: El destino lo ha puesto en tu camino.
YO: Jesús me odia, me desprecia -Pasa el brazo por mi hombro- no va a dejarme ver a Aitor nunca más.
JORGE: Eso no pasará -Asegura- Solo te odia porque cree que lo abandonaste.
YO: Yo no quería abandonarlos, yo no quise dejarlo solo -Lloro aferrada al gorrito y la fotografía-
JORGE: Mi pequeña..
YO: Yo los amo Jorge, los amo.
JORGE: Lo sé.

Me levanto, dejo las cosas escondidas y salgo de la habitación.

JORGE: ¿Dónde vas? No podemos salir.

Me aseguro de que padre y madre siguen en el despacho, entro en su habitación aunque Jorge intenta detenerme e impedírmelo.

JORGE: No hagas locuras Kammie, esto es peligroso.
YO: Necesito encontrarlo.

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora