Capítulo 36.

6.8K 400 60
                                    

NARRA KAMMIE.

Él cuelga el teléfono sin permitirme hablar con ella, tan solo me ha dado un aviso y lo he entendido perfectamente, mejor que ningún otro.

YO: ¿Dónde la tienes? ¡Dónde!

Me agarra los brazos en cuanto me dispongo a golpearle el pecho.

PADRE: Como me entere de que estás intentando hacerme una jugada -Agarra mi pelo- te juro que me encargaré de que todo el sufrimiento sea poco.
YO: Eres un desgraciado.
PADRE: Cierra la boca y vuelve con tu prometido.

Me dispongo a hacerlo pero agarra mi brazo otra vez.

PADRE: Él no te conoce pero yo si, te conozco a la perfección Kammie y se que estás tramando algo.

Me libero de él y salgo fuera donde no puede hacerme nada.

ALEJANDRO: ¿Has llorado?
YO: Si.. es que -Miro a padre- he recibido una mala noticia.
ALEJANDRO: ¿Qué ha pasado?
YO: Nada, olvídalo.

Me siento junto a Jorge que me coge de la mano para tranquilizarme.

YO: Te necesito tanto aquí.
JORGE: Ojalá me permitieran venir aquí. -Susurra- Pero ya sabes, yo si tengo que seguir haciendo el numerito.

NARRA JESÚS.

Me desvelo toda la noche, no puedo dejar de pensar en el rato que hemos estado juntos. Me levanto para servirme un poco de agua, me siento en el sofá y enciendo la televisión.

DANIEL: Son las dos de la mañana hermano.
YO: No puedo dormir.

Él se sirve agua y antes de ir a su habitación se sienta a mi lado.

DANIEL: ¿Necesitas hablar?
YO: Necesito estar solo.
DANIEL: Está bien, estaré en mi habitación para lo que necesites.

Se va dejándome solo con mis sentimientos y mis pensamientos que me martirizan.

Odio o amor, mente o corazón, una pelea constante entre lo que está bien y lo que está mal ¿Cómo se deja de querer a alguien qué te ha marcado tanto?

NARRA KAMMIE.

Despierto temprano, desayuno sola hasta que Alejandro baja las escaleras y me sonríe ¿De verdad piensa qué puedo cogerle el mínimo aprecio? Ingenuo.

ALEJANDRO: Ayer tardaste bastante en llegar ¿No?
YO: Me paré en la cafetería, te dije que lo haría, aquí me ahogo.
ALEJANDRO: Hoy tengo el día libre, podemos ir a comer fuera.

Pongo los ojos en blanco, se sienta a mi lado y suelta un suspiro.

ALEJANDRO: Ya se que te va a costar mucho quererme pero te prometo que después de la boda todo será diferente.
YO: No me acostaré contigo por mucho que intentes hacerte el bueno, una persona que paga para tener a otra no es buena persona, es una aberración.
ALEJANDRO: ¿No puedes ser amable ni un segundo?
YO: ¿Te gustan las mujeres qué fingen? Porque sé fingir de maravilla en todo.
ALEJANDRO: Kami..
YO: ¡Qué no me llames así! -Le grito-
ALEJANDRO: Perdón, lo siento, no era mi intención.
YO: Hay algo en ti que no me gusta Alejandro.

Él se queda callado y a los segundos encoge los hombros.

YO: Mira, mientras que tú hagas tu vida y yo la mía, no pasará nada ¿Vale?
ALEJANDRO: Vas a ser mi esposa.
YO: Yo no elegí ser tu esposa.

Me levanto dejándolo solo en la mesa, me agarro a la mesa de la cocina y suelto un suspiro.

YO: Joder -Murmuro-

Cierro los ojos, inclino la cabeza hacía arriba y sonrío al recordar la hermosa tarde de ayer.

NARRA JESÚS.

Aitor me despierta dando saltos en la cama, lo agarro tumbándolo encima de mi.

AITOR: ¿Hoy vemos a Kami?
YO: No enano, ella está ocupada.
AITOR: Jo -Se entristece-
YO: Pero te prometo que hablaré con ella para quedar otro día.
AITOR: ¡Bien! -Ríe-
YO: Ve a despertar al tito.

Baja de la cama y se marcha corriendo. Sonrío por un recuerdo, miro al techo y muerdo mi labio.

NARRA KAMMIE.

Alejandro me busca en mi habitación para seguir con una conversación que no merece la pena.

YO: ¿Ahora qué quieres?
ALEJANDRO: Quiero que de puertas para fuera actúes como si me quisieras.
YO: Lo intentaré.
ALEJANDRO: Es necesario que todos crean que somos felices y que deseas casarte conmigo.
YO: Lo sé, pero escucha y entiende algo, eso no te dará derecho a agarrarme de la cintura ni a besarme.
ALEJANDRO: Tienen que creernos.
YO: Yo no aceptaré un beso tuyo así sea en público y delante de quince cámaras.

Él agarra mi muñeca, me aparto al instante y advierto con el dedo.

YO: Ni se te ocurra.
ALEJANDRO: Estoy seguro de que algún día vas a quererme. 
YO:  No seas imbécil ¡Fuera!
ALEJANDRO: Me encantaría que una chica como tú me quisiera.
YO: ¡Nunca voy a quererte! ¿¡Por qué no te lo metes en la puta cabeza!?
ALEJANDRO: Porque yo estoy seguro de que podría enamorarme de ti.
YO: Ese sería tu problema.
ALEJANDRO: Dame una oportunidad.

Él insiste, agarra mi rostro y yo empujo su pecho.

YO: Que me dejes ¡Joder!
ALEJANDRO: Puede que ahora no me quieras pero cuando me conozcas.. tal vez si lo hagas y seamos felices.
YO: Yo solo podría ser feliz con una persona -Me aparto llena de rabia- y esa persona nunca serás tú.

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora