Capítulo 27.

7.2K 416 88
                                    

NARRA KAMMIE.

Verlo así, aferrándose a la vida con una maquina de oxigeno, me rompe el alma.

YO: Papá -Le agarro la mano- se que han pasado cuatro años pero ya estoy aquí contigo y te prometo que no ha habido un día en el que no quisiera estar contigo -Besa sus nudillos- perdóname por dejarte, por permitir que esto ocurriera, siento que todo esto sea culpa mía, lo siento -Digo desgarrada-

Le doy un beso en la frente y echo la cabeza en su pecho como cuando era pequeña.

YO: Perdóname -Suplico de nuevo- han pasado tantas cosas desde ese día que tendría que estar horas contándotelo todo y nada te gustaría. Le he visto papá, he visto a tu nieto, se llama Aitor y tiene nuestros ojos, él me dice ojos bonitos. -Sonrío entre lágrimas- No te imaginas lo que duele estar lejos de él, lejos de Jesús, no poder contarle todo lo que escondo... Papá, no tengo ni idea de cómo lo haré pero te juro que te sacaré de aquí, te juro que no pasarás el resto de tu vida postrado en esta cama. Te quiero muchísimo ¿Vale? -Dejo un beso sobre su frente-

Escucho la puerta abrirse, giro la cabeza y seco mis lágrimas.

YO: ¿No puedes dejarme un poco más?
PADRE: El tiempo ha pasado, ponte la venda.
YO: Solo quiero estar con él un poco más.
PADRE: No tengo todo el día, levántate y vamos.

Niego con la cabeza aferrada a la mano de mi padre y él agarra mi brazo para obligarme a levantarme.

PADRE: He dicho que nos vamos.

NARRA JESÚS.

Me siento con el ordenador a intentar distraerme pero termino pensando aún más en lo único que debo intentar no pensar.

YO: ¡Joder!
DANIEL: El ordenador no tiene ninguna culpa.
YO: Cállate Dani.
DANIEL: Me callo y te dejo destruirte ¿No?
YO: Pues si, deja que me destruya solo y olvídate de mi por un rato.
DANIEL: ¿Sabes qué te digo? ¡Qué hagas lo qué te de la gana! Yo me voy, he quedado.
YO: Pues adiós.
DANIEL: Quedarte aquí no te ayudará a resolver tus problemas emocionales.
YO: Escucharte tampoco.

Él debido a mis contestaciones termina marchándose dando un portazo, me levanto, camino de un lado a otro sin saber que hacer y me marcho dejándole un mensaje a mi madre para avisarla de que no estaré en casa por unas horas.

Quedo con un par de amistades y nos vamos a un bar a picar algo.

SEBASTIÁN: Hace bastante que no quedamos.
JUAN: Muchísimo -Ríe él- Tenemos que entender que ser padre no es fácil.
YO: Nada fácil. -Añado-
SEBASTIÁN: Pero de vez en cuando necesitas un descanso de todo y un rato de cervezas con nosotros.
YO: Os echaba de menos. -Confieso-

De repente entra Mónica, la profesora de mi hijo.

MÓNICA: Jesús, que alegría verte.
YO: ¿No trabajas hoy?
MÓNICA: Estoy fatal de la garganta y me han dado unos días para recuperarme.
YO: Oh, pues espero que te recuperes pronto, Aitor también sha igual.
MÓNICA: Mi pequeño -Ríe- Espero tenerlo de nuevo en clase.
YO: El Lunes sin falta.
MÓNICA: Nos vemos.

Sebastián y Juan me miran pícaros, niego con la cabeza y me llevo la cerveza a la boca.

JUAN: ¿Quién es?
YO: Mónica, profesora de mi hijo en el colegio.
SEBASTIÁN: Es preciosa.
YO: Si, lo es.
JUAN: ¿Y por qué no tenéis una cita?
YO: Ya nos conocemos en el aspecto que estáis pensando y hemos decidido ser amigos.
SEBASTIÁN: Joder.
YO: No quiero relaciones.
JUAN: Sincérate con nosotros, sabemos todo tu pasado, llevamos juntos desde enanos.
YO: No la olvido. -Confieso-

Sebastián pone los brazos en la mesa y me mira fijamente.

SEBASTIÁN: Pensábamos que ya te habías olvidado de la madre de Aitor.
YO: Creía que podía sobrellevarlo e incluso que un día me despertaría y ya no la querría,  pero apareció de nuevo cambiándolo todo.
JUAN: ¿Kami ha vuelto?
YO: Si y hemos tenido varios encuentros.
SEBASTIÁN: ¿Y?
YO: Discusiones, reproches, confesiones y lo peor, besos que no salen de mi mente.
JUAN: No sé que decirte después de esto Jesús, sabíamos que amabas a Kammie todavía, aunque teníamos la esperanza de que la olvidaras pronto.
SEBASTIÁN: Te hizo mucho daño.
YO: Todo tiene una explicación.
JUAN: ¿Cuál?

Me quedo callado, no sé qué responder porque ni yo mismo se porque estoy justificándola ¿Será qué realmente creo qué su abandono tiene una explicación?

YO: No me ha contado cuál
JUAN: Tío ¿Y la crees?
YO: No lo sé.
SEBASTIÁN: No entiendo nada.
YO: Yo tampoco y os juro que tengo un cacao mental.. que no sé por donde cogerlo.

Ellos terminan dejando a un lado el aspecto amigos protectores para pasar a ser comprensivos.

JUAN: Cuando quieres a una persona de verdad, nada ni nadie te puede hacer olvidarla, ni siquiera cuando te estas obligando a hacerlo.
YO: Lo he intentado, noche y día sin descanso, pero cuanto más intento olvidarla, más la amo -Digo desesperado- y mi hijo empieza a preguntar, quiere saber quien su mamá y dónde está.
SEBASTIÁN: Y tú no quieres que sepa nada de ella, es entendible.
YO: No quiero crearle ilusiones, que la quiera y que después ella lo abandone de nuevo, no puedo permitir que mi hijo sufra.
JUAN: ¿Y por qué no intentáis olvidar el pasado?
YO: No -Niego también con la cabeza-  no quiero olvidar ni empezar nada con ella, lo nuestro se acabó hace años y tengo que obligarme ha aceptarlo.

NARRA KAMMIE.

Me mantengo callada durante el comienzo del camino hasta que padre rompe el silencio con una de sus endemoniadas risas.

PADRE: Ahora sabes que tienes que obedecerme en todo.
YO: Tienes a mi padre en un coma inducido.
PADRE: Y así seguirá.
YO: ¿Dónde está ella?
PADRE: Eso no lo sabrás nunca.

Lo miro llena de odio.

YO: ¡Te odio! -Exclamo-
PADRE: Ódiame todo lo que quieras pero tú vas a tener que obedecerme quieras o no.
YO: Si, lo sé.
PADRE: Y olvídate de volver a verlo despierto -Agacho la cabeza- tu padre nunca saldrá del coma.
YO: Eres un desgraciando.
PADRE: Sabías todo esto al principio ¿Me vas a intentar hacer creer qué eras inocente?

Giro la cabeza, miro por la ventana y cierro los ojos para que el trayecto se me haga más corto. Llegamos a casa, entramos en ella y Jorge se acerca a mi al notarme bastante mal.

JORGE: ¡¿Qué le has hecho?! -Le grita-
PADRE: Mostrarle la realidad ¿No era eso lo qué quería ver?
JORGE: Hermana, mírame.
YO: Papá -Lo abrazo- no vayas nunca a verle, júramelo.
JORGE: No soy un niño al que debes proteger.

Lloro en su hombro. De repente llaman a la puerta, padre agarra mi brazo y me empuja al baño.

PADRE: Es Alejandro, límpiate la cara, maquíllate un poco y sal a atenderlo.
YO: Si -Frunce el ceño- padre.

Lo obedezco, entro en el baño, lavo mi cara y retoco mi maquillaje.

ALEJANDRO: Estás hermosa.
YO: Gracias. -Sonrío falsamente- no esperaba tu visita.
ALEJANDRO: Ven, sentémonos.

Alarga la mano para que se la agarre y directamente me siento sin hacerlo.

YO: ¿Qué ocurre? ¿Quieres suspender la boda? -Pregunto esperanzada-
ALEJANDRO: No -Sonríe-
YO: Ah -Desvío la mirada- ¿Y qué quieres? -Padre tose- es decir ¿Para qué vienes?
ALEJANDRO: Lo he pensado durante toda la noche y ya es la hora.
YO: ¿L..la hora de qué?
ALEJANDRO: De que vengas a vivir conmigo.

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora