El secreto. ®

Capítulo 118.

NARRA JESÚS.

Daniel recoge a Aitor para mantenerlo alejado de todo pero mi hijo no es idiota, pregunta y pregunta dónde está su madre.

DANIEL: ¿Sabes algo?
YO: No, no sé nada -Digo con desesperación-
DANIEL: ¿Cómo ha podido ocurrir?
YO: No lo sé, yo estaba en el parque con Aitor para dejarle a ella intimidad con su padre y cuando volví ya no estaba.

Coral pone la mano en mi hombro y la miro.

CORAL: Seguro que está bien.
YO: ¿Y si ha logrado llevársela? No volveré a verla. -Digo al borde de las lágrimas-
DANIEL: Volverás a verla, la buscaremos hasta debajo de las piedras.

Edik y yo nos subimos a un coche para empezar a buscarla por las calles.

EDIK: Lo mataré con mis propias manos.
YO: La llamo y llamo, pero sale apagado.
EDIK: Ya estuve apunto de matarlo una vez, esta vez no fallaré.
YO: ¿Estuviste apunto de matarlo?
EDIK: Lo apunte con una pistola, se la puse en el pecho y disparé, pero el muy gilipollas sobrevivió.
YO: Eres capaz de mucho.
EDIK: Cuando era una persona mala a la que no le importaba nada, maté a mucha gente sin pestañear. -Confiesa- No estoy orgulloso de ello.

Él mantiene la mirada fijada en la carretera, la mano en el volante y la izquierda en la pistola que trae a su lado derecho.

YO: Siempre prevenido.
EDIK: Si ese desgraciado a estado en el hospital y se ha llevado a Kammie, significa que está muy cerca de nosotros.
YO: Si se la ha llevado haré hasta lo imposible por encontrarla, no permitiré que se lleve a mi hija y asesine a mi mujer.

NARRA JORGE.

Mi madre después de preguntarle por la hija de padre se mantiene en silencio, con la mirada en el suelo y totalmente perdida.

YO: ¿La tuvo contigo? -Pregunto haciendo que levante la cabeza-
MAMÁ: Claro que no, la tuvo con su primera mujer o bueno, con una prostituta.
YO: ¿Por qué tanto misterio y cuidado cuándo hablas de ella? Biológicamente es mi hermana, merezco saber de ella.
MAMÁ: Te he dicho que la olvides.
YO: No.
MAMÁ: ¡Olvídala!
YO: ¿Por qué te pones tan tensa?
MAMÁ: Porque es mejor no saber nada y tú te empeñas en saberlo todo.

Padre envía a alguien a por mi madre y se la llevan casi a rastras.

YO: ¡Dile qué cómo le ponga un dedo encima lo mataré! -Grito golpeando la puerta-

El silencio es capaz de enloquecerte, el maldito sonido de la tubería te traslada a tus pensamientos más horribles y eso termina completamente con tu cordura.

NARRA PADRE.

La dejan caer al suelo de mi despacho, se me queda mirando fijamente y sonrío.

YO: ¿La recuerdas? -Pregunto mostrándole la fotografía-
REBECA: Si. -Responde-
YO: Entonces aleja a Jorge de la verdad, que deje el pasado donde está y que no siga removiéndolo o tu hija pagará las consecuencias.
REBECA: Ya la has hecho sufrir lo suficiente.
YO: ¿¡Lo suficiente!? -Golpeo la mesa-¿¡Te recuerdo lo qué pasó!? -Grito-
REBECA: No quiero seguir aquí.

Me acerco a ella y la agarro del cuello.

YO: Haz lo que tengas que hacer para que nuestro hijo no siga indagando e investigando sobre lo que no debe.
REBECA: Lo haré si dejas en paz a Kammie.
YO: Nunca.

NARRA JESÚS.

Buscamos por las calles pero no logramos encontrarla.

Estoy aterrado, si ese hombre la ha encontrado en este momento ella y mi hija están corriendo un grave peligro, están a merced de los golpes de ese infeliz, a merced de todo lo que él quiera hacerle a ambas después de que Jade nazca.

EDIK: ¡Encontrad a mi hija o seréis vosotros los qué lo lamentaréis! -Grita al teléfono-

Él está tan desesperado como yo, ambos sabemos que si Kammie no aparece es porque la tiene él.

De repente lo llaman, él habla durante unos minutos y me mira, al parecer aliviado.

EDIK: Kammie esta en casa.
YO: ¿Qué?
EDIK: acaba de llegar.
YO: Pues vamos, no esperemos más.

NARRA KAMMIE.

Aitor no se despega de mi lado, me abraza y me enseña los dibujos que ha hecho en este rato.

YO: Muy pronto irás a la escuela.
AITOR: ¡Si mami!
YO: Harás nuevos amiguitos y todo será como antes.
AITOR: Pero contigo.
YO: Si, conmigo. -Sonrío-

Jesús entra junto a Edik, él me abraza pero Jesús no lo hace, parece muy enfadado, furioso.

EDIK: Creíamos que algo malo te había pasado ¿Cómo se te ocurre apagar el móvil e irte? Pensábamos que te había secuestrado.
YO: Lo siento.. -Agacho la cabeza-

Jesús deja su chaqueta en el perchero, las llaves sobre la mesa y sube las escaleras evitándome.

CORAL: Deberías.. -Hace gestos con la cabeza-
YO: Lo sé..

Subo poco a poco las escaleras y entro en nuestra habitación.

JESÚS: Voy a ducharme ¿Puedes irte?
YO: Perdóname.
JESÚS: No pasa nada.

Lo rodeo por la espalda y beso su espalda.

YO: Jesús..
JESÚS: ¿Puedes si quiera imaginar el miedo qué he pasado? ¡¿Eh?! Pensaba que padre te había secuestrado y que no volvería a verte.
YO: Sé que lo he hecho mal..
JESÚS: ¿Mal? Has apagado el móvil, has desparecido sabiendo cómo están las cosas y ni siquiera te has preocupado por mi, por el miedo que podría llegar a tener.
YO: Lo sé ¿Vale? Pero necesitaba descansar.
JESÚS: Me he acordado de aquella noche en la que despareciste sin dejar rastro, lo irónico es que hoy también te has largado del hospital.
YO: No sigas acordándote de esa noche.. yo no te abandoné porque quise.

Se aparta, me mira con los ojos llenos de lágrimas y pasa las manos por su cabeza.

JESÚS: He pasado mucho miedo y a ti ni siquiera te ha importado ¡Podrías haberme llamado para decirme qué estabas bien!
YO: ¡Lo siento!

Pongo las manos en su rostro pero él me las aparta negando con la cabeza.

JESÚS: Ahora no, ni siquiera puedo mirarte.
YO: Lo he hecho mal, lo sé, pero necesitaba respirar, huir, necesitaba estar sola.
JESÚS: ¿Por qué?

Me quedo callada.

JESÚS: ¿Por qué y de qué tienes qué huir?
YO: De todo lo que me atormenta.
JESÚS: Enfréntalo, enfrentémonos a todo juntos pero no sigas haciéndolo sola, ya lo has hecho durante mucho tiempo. Hemos permitido que el secreto destituyera cada oportunidad de estar juntos, no lo permitas de nuevo ahora.
YO: Jesús..

Asiente con la cabeza.

JESÚS: Lo vas a permitir.
YO: Yo.. -Me detiene-
JESÚS: No digas nada más, ya está todo lo suficientemente claro.

Se va dando un fuerte portazo y yo rompo a llorar.