Capítulo 18.

7.9K 443 112
                                    

NARRA KAMMIE.

Seguimos besándonos hasta que acabamos sin oxígeno y somos obligados a separarnos. El silencio se apodera de nosotros, no somos capaces de pronunciar palabra, él se aparta y lleva las manos hasta su cabeza.

YO: Jesús..
JESÚS: No digas nada. -Su voz es seria-
YO: Pero -Me detiene-
JESÚS: He dicho que no digas nada, solamente vete y vuelve a tu casa.
YO: Pero -Repito y él vuelve a detenerme-
JESÚS: Pero nada Kammie.

Asiento con la cabeza, sabía que me arriesgaba a una reacción así y no puedo culparlo, ni siquiera debí besarlo, soy una idiota que se deja llevar por los estúpidos sentimientos que debería tener escondidos como todos los secretos que guardo.

Sin decir nada me marcho, él sube a su coche y espera a que yo entre en mi casa pero sin mirarme.

Subo por la ventana, Jorge me está esperando dormido en mi cama y al oírme entrar se despierta.

JORGE: ¿Qué ha pasado?
YO: Nada, he estado con mi hijo y -Me siento en la cama sin poder detener las lágrimas- lo he besado.
JORGE: ¿Qué?
YO: Sabía que me arriesgaba a recibir mas desprecio pero lo he hecho, lo he besado como tantas veces he deseado hacerlo y si, ha reaccionado como temía.
JORGE: Hermana..
YO: Solo abrázame, creo que esta vez lo necesito más que nunca.

Me aferro a su pecho y él me cubre con sus brazos para intentar calmar mi llanto.

NARRA JESÚS.

Golpeo el volante soltando un "joder" lleno de rabia. De nuevo estoy dejándome vencer por lo que mi corazón quiere y no por lo que la mente me suplica.

Relamo mis labios, echo la cabeza en el volante y suspiro lleno de sentimientos que devoran mi interior sin cesar.

Vuelvo a casa, saco el Whisky y me siento en el sofá.

DANIEL: ¿Qué ha pasado ahora? -Pregunta sentándose a mi lado-
YO: Que soy gilipollas, nada nuevo.
DANIEL: Explícame.
YO: Me ha besado y yo -Cierro los ojos tras echar la cabeza hacía atrás- no he podido apartarme, mi cuerpo no me obedecía y me he sentido de nuevo suyo.
DANIEL: Os habéis besado entonces.
YO: Te juro que no quería, no era mi intención, solo quería dejarla en su casa y marcharme pero no he podido.
DANIEL: No puedes culparte hermano, estas enamorado de ella todavía.
YO: Todavía -Suspiro- no la he visto en cuatro años, nos abandonó a mi y a mi hijo pero no puedo olvidarme de ella -Golpeo el brazo del sofá- no puedo dejar de quererla.
DANIEL: Ya era hora de que lo admitieras.

Paso los dedos por mi pelo y me levanto.

YO: Voy a tomar unas copas.
DANIEL: ¿Tan tarde y tu trabajo?
YO: Mañana llamaré a mi jefe y le explicaré lo de Aitor.
DANIEL: Jesús -Me detengo- no hagas tonterías.
YO: Volveré en un rato, cuida de mi pequeño.

Cojo las llaves y la cazadora, vuelvo al coche y me marcho al bar más cercano para tomar un poco el aire.

NARRA KAMMIE.

No dejo de dar vueltas en la cama, mi interior es una maldita montaña rusa de emociones descontroladas.. el beso ha revivido en mi muchísimas cosas y no puedo controlar lo que siento. Miedo, tristeza, amor e impotencia.

Miedo por las advertencias de padre.

Tristeza por la reacción de Jesús..

Amor bueno, está claro porque.

Impotencia por no poder contarle toda la verdad, porque me odia por algo que yo no quise, por algo que me obligaron y duele.. duele tanto no poder decirle todo lo que me está ocurriendo, todo lo que estoy sufriendo y lo que desgraciadamente me queda por sufrir.

Llevo los dedos hasta mis labios, me los muerdo y suelto un suspiro con las manos en mi rostro. Ha merecido la pena volver a sentir sus labios, he podido sentir que él tampoco quería dejar de besarme y puede que esté equivocada, pero también he sentido que no todo lo que siente en su corazón, es odio.

No quiero vivir de ilusiones, tristemente mi vida cambiará cuando padre decida venderme a ese hombre que le está ofreciendo dinero por mi y volveré a perderlo todo.

NARRA JESÚS.

Mientras bebo algún que otra copa, se sienta una mujer morena a mi lado, a la que realmente le presto poca atención hasta que es ella quien me dirige la palabra.

Giro la cabeza, es Anastasia, la mamá de un compañero de mi hijo.

ANASTASIA: Pensaba que era la única loca que escapaba aquí.
YO: Ya ves que no. -Encojo los hombros-
ANASTASIA: A veces hasta los padres necesitamos un suspiro.
YO: Si, en eso tienes razón.
ANASTASIA: Siempre pensé que eras un poco joven para ser padre.
YO: Lo tuve muy joven.
ANASTASIA: Se rumorea que has estado con Monica -Rio- Perdona mi indiscreción.
YO: Monica es una gran mujer, pero lo nuestro no pasó de simples encuentros, no pudimos ir a más.
ANASTASIA: Ya veo -Sonríe-
YO: ¿Y tú? ¿No tienes pareja?
ANASTASIA: Me separé de mi pareja hace un año -Responde- y tú pareces padre soltero.
YO: Lo soy.
ANASTASIA: Que valentía la tuya, sacar a un hijo adelante solo no debe ser fácil.
YO: Tampoco imposible, no cambiaria nada, ni siquiera el más mínimo detalle, mi hijo es lo más grande que me ha pasado en la vida y lo quiero con todo mi corazón.
ANASTASIA: Pues que suerte tiene. -Dice tras beberse su copa-
YO: Te invito a otra.
ANASTASIA: Un placer.

Nos sirven otra copa y hablamos durante un rato más.

ANASTASIA: ¿Y tú de qué escapas?
YO: De mi pasado.
ANASTASIA: Oh, un Whisky doble por aquí entonces. -Bromea-
YO: Para olvidarlo necesitaría mucho más que eso.
ANASTASIA: Ya veo ¿Una mujer?

Me tenso, ella lo nota y bebe de su copa.

ANASTASIA: no preguntaré más, solo tienes que decírmelo.
YO: No preguntes más.
ANASTASIA: Entonces iré al grano.
YO: Ve al grano.

Me besa y yo le sigo el beso, por las copas de mas o tal vez para hacer lo que llevo haciendo en estos años, intentar sentir en otros brazos lo más mínimo para poder olvidarme de ella.

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora