Capítulo 102.

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NARRA JESÚS.

Cierro el puño lleno de furia, le agarro el rostro y con seriedad niego la cabeza.

YO: Si le pone un dedo encima soy capaz de matarlo con mis propias manos.
KAMMIE: ¿Cómo le contaré todo lo qué he vivido?
YO: Igual que algún día Aitor se enterará, pero no tiene porqué ser así mi vida, nos mantendremos callados y no sacaremos nunca el tema.
KAMMIE: ¿Y si él la encuentra?
YO: No le va a poner un dedo encima, hablemos con Edik, él sabrá cómo protegerla.
KAMMIE: Padre es inteligente, sabe perfectamente dónde atacar y cuando atacar -Dice aferrándose a mi pecho- Aún tiene a mis padres.. habrá desatado su furia sobre ellos.

La beso para calmarla, pongo las manos en su vientre, dejo un beso sobre ella y le toco la cara con suavidad.

YO: ¿Confías en mi?
KAMMIE: Sabes que si, ciegamente.
YO: Entonces ten claro que no me iré por muy difícil que se ponga la situación, por muchos problemas que tengamos e incluso si tenemos crisis de pareja -Sonríe- estoy a tu lado y estaré siempre, contigo y con nuestros hijos.
KAMMIE: Te amo.

Edik llama a la puerta y lo invitamos a pasar.

EDIK: Hija ¿Podemos hablar?
YO: Si claro, pasa.

Cierra la puerta, agarra las manos de Kammie y los dos nos damos cuenta de que algo pasa.

EDIK: Siéntate.
KAMMIE: Me estás asustando ¿Qué pasa?
EDIK: Hemos encontrado pistas sobre tu padre adoptivo.
KAMMIE: ¿Qué?
EDIK: Hace días mis detectives encontraron el hospital donde él estaba internado.
KAMMIE: ¿Estaba?
EDIK: Ya no está, los doctores no quieren decir nada sobre él, las enfermeras parecen aterradas, no sabría explicarte hija mía.

Kammie me mira triste, cuando la vida le da motivos para sonreír, al mismo tiempo tiene preparados motivos para que deje de hacerlo y no es justo que ella, que ha sufrido como nadie.. no consiga la felicidad.

YO: Quiero que estes tranquila ¿Vale?
KAMMIE: Mi padre podría estar muerto.
EDIK: Te juro que lo encontraré, muerto o vivo, te juro que encontraré a tu padre.
KAMMIE: ¿Y mi madre?

Edik agacha la cabeza, ni él mismo sabe que ha sucedido con ella y eso me preocupa.

EDIK: De ella no han encontrado nada, ni una pista de su existencia, es como si nunca hubiera existido.
YO: Tiene que estar en algún sitio.
EDIK: No me rendiré, encontraré a Rebeca aunque sea lo último que haga en esta vida.
YO: Perdone la pregunta pero ¿Usted la ama?
EDIK: Ha sido la única mujer que he amado, fue el amor de mi vida, pero le fallé, la dañé, esa es la verdad, la persona horrible que fui dañó a Rebeca.
KAMMIE: Mi madre no me habló mal de ti, recuerdo que solo me habló de ti una vez y fue para decirme que fuiste un buen padre.
EDIK: ¿Pese a todo el daño que le hice?
KAMMIE: Creo que ella también te amó como tú a ella y supongo que nadie nunca puede hablar mal del amor de su vida, aunque le haya hecho trizas el corazón.
YO: Yo ni siquiera podía hablar de ti, me dolía.

Pasa la mano por mi nuca y me da caricias muy dulces.

EDIK: Es diferente, lo que yo le hice fue horrible.
YO: ¿Qué le hiciste?
EDIK: La golpeé. -Confiesa lleno de vergüenza- estaba drogado y borracho, ella se interpuso y le di una bofetada.

NARRA KAMMIE.

Ahora se porqué mis recuerdos estaban bloqueados, yo estaba cuando él le hizo aquello a mi madre, yo vi como la golpeó y ese recuerdo bloqueó todos los demás.

EDIK: Tú te encerrabas en un armario cada vez que nosotros discutíamos, sufrías pero a mi no me importaba, lo único que quería era drogarme y pasar las noches con distintas mujeres.
YO: Fuiste horrible.
EDIK: Si, me equivoqué, la cagué y perdí a la única mujer que he amado en toda mi vida. Después me encerraron y nunca más volví a saber nada de vosotras, cuando te encontré y te vi, me sorprendió el enorme parecido que tienes con tu madre.
YO: Si, lo noté.
EDIK: Si después de contarte esto y hacerte recordar aquel momento.. me odias, lo entenderé y no te juzgaré.
YO: Lo que le hiciste es imperdonable, pero has cambiado y yo creo que todos tenemos derecho de cambiar.. pero el pasado siempre nos perseguirá hasta que nuestra vida termine.

Jorge lo ha oído todo, me aterra su reacción, a veces no consigue ser comprensivo, más bien es impredecible.

JORGE: Sabía que algo ocultabas.
EDIK: Mi pasado me avergüenza.
YO: Jorge, ha cambiado.
JORGE: Lo sé, se que es un hombre nuevo, bueno e incapaz de volver a repetir sus errores pero imagino a mi madre sufriendo por su culpa y no soy capaz de contenerme.

Me acerco, le agarro el rostro y logró tranquilizarlo.

YO: Encontraremos a mamá, la salvaremos de padre y nuestro papá estará aquí para verlo.
JORGE: ¿Tienes esperanza?
YO: La esperanza es lo último que se pierde.

Aitor llega corriendo disfrazado con papel albal, definitivamente Daniel hace con él lo que quiere ¿O es al revés? Ya que él también aparece disfrazado.

CORAL: No he podido hacer nada. -Ríe-
AITOR: ¡Soy el hombre de plata!
DANIEL: ¡No! ¡Yo soy el hombre de plata!
AITOR: ¡Te mataré!
JESÚS: Pues yo soy el hombre de las cosquillas.

Mi bebé sale huyendo, Jesús corre detrás de él y lo alcanza.

YO: ¡Bruto!
AITOR: ¡Voy a vencerte!

Jorge me da un beso, coge su chaqueta y se dispone a irse.

YO: ¿Dónde vas?
JORGE: Con unos amigos, deberías disfrutar tú también de la libertad.
JESÚS: ¿Sabes? Tiene razón, te llevaré a comer en este momento.
YO: ¿Qué? Tengo que cambiarme.
JESÚS: ¡Venga! -Besa mi moflete-
YO: Jorge ten cuidado.

Asiente con la cabeza y se va.

Me dejan sola en mi habitación para que pueda arreglarme, Jesús me espera abajo y nos marchamos.

YO: Odio los vestidos premamá.
JESÚS: Estas preciosa.
YO: No es cierto.
JESÚS: Es lo más cierto del mundo.

Me besa apasionadamente quitándome todas las tonterías de la cabeza.

YO: ¿De verdad no te gustaría estar con otra qué no tenga este tripón?
JESÚS: ¿De verdad vas a preguntarme esa tontería? -Pregunta con voz graciosa-
YO: ¡Idiota!
JESÚS: La única idiota eres tú, te quiero a ti mi amor.

Entramos al restaurante escoltados por la seguridad que Edik ha ordenado para nosotros.

YO: Algo me dice que ya tenías la reserva hecha.
JESÚS: Es tu cumpleaños bonita mía.
YO: Te quiero tanto.
JESÚS: Yo te quiero más, créeme.

Nos sirven lo que pedimos. Él agarra mi mano y me mira fijamente.

JESÚS: Eres el amor de mi vida.
YO: Benditos sean los amores de autobús. -Ríe-
JESÚS: Aquellos que no son fugaces y como no, también los que lo son.
YO: Gracias por ser tan maravilloso.
JESÚS: Gracias a ti por darme la familia que tanto he deseado.

Se levanta para besarme y nos besamos en medio de una sonrisa mutua.

NARRA JORGE.

Quedo con mis amigos para tomarnos unas copas, por fin, por primera vez en toda mi vida puedo socializar y tener amigos.

YO: Tíos, voy al baño, no os bebáis mi copa.
DIEGO: Tarde. -Me rio-

Entro en el baño, después de hacer mis necesidades me lavo las manos, y me miro en el espejo.

De repente entra la persona que menos me esperaba.

YO: Padre.
PADRE: He estado vigilando todos vuestros movimientos, persiguiéndoos a ambos, buscando la oportunidad para atraparos -Dice con mirada de loco- y aquí estoy, delante de ti hijo mío, sin nadie para protegerte.

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora