Capítulo 33.

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NARRA JESÚS.

Suelto un suspiro, pongo los ojos en blanco y me aparto de ella.

KAMMIE: ¡Estoy retocándome! -Le grito- Necesitaba un rato a solas.
ALEJANDRO: Tienes que salir ya, vamos a hacer la entrevista.
KAMMIE: Enseguida salgo.

Da un golpecito a la puerta y yo miro a Jesús.

JESÚS: Ve, te pedirá matrimonio en medio de esas cámaras.
YO: ¿Confiarás en mi?
JESÚS: Confiar en ti no es tan fácil como crees.

NARRA KAMMIE.

Me quedo callada porque lo entiendo, después de todo merezco que no confíe en mi. Arreglo mi pelo, mi maquillaje y el vestido. Me abraza por la espalda, pone la cabeza en mi hombro y besa mi cuello.

YO: Confía en mi. -Suplico otra vez-
JESÚS: Intento hacerlo pero tienes tantos secretos, has mentido tanto que ni siquiera sabes cómo salir de tantas mentiras.
YO: Tienes razón.
JESÚS: ¿Algo de lo qué tuvimos fue real?
YO: ¿Te refieres a hace cuatro años?
JESÚS: Si.
YO: Todo lo que sentí fue real.
JESÚS: Pero tu vida no lo era.
YO: Me gustaría contártelo todo pero no puedo Jesús, no ahora.
JESÚS: Todo fue mentira.
YO: Lo que tuvimos no fue una mentira, era lo único real que he vivido en mi vida y tienes que creerlo.
JESÚS: No sé.
YO: La noche que pasamos en el motel de carretera tiene que servirte para darte cuenta de que todo lo que siento por ti es verdad, no podría fingir algo así.
JESÚS: Pienso en esa noche, he pensado durante todo este tiempo pero cuando recuerdo la noche en la que me abandonaste -Niega con la cabeza- no soy capaz de creer nada.

Giro mi cuerpo y paso los dedos por sus labios.

YO: Sé que no puedo hacer nada para que me creas, que pedirte que confíes en mi es una estupidez pero es lo único que puedo decirte por el momento.
JESÚS: Mientras yo tengo que ver como te casas con él.
YO: Si. -Bajo la cabeza-
JESÚS: No puedo, te quiero pero no puedo soportar tanto Kami, no puedo porque afectará a mi salud mental, me voy a volver loco -Se apoya en la pared-
YO: No te voy a pedir que te quedes esperándome, nunca haría eso.
JESÚS: ¿Qué me estás pidiendo?
YO: Puedes seguir con tu vida, rehacerla, ser feliz sin mi porque no sé si podré deshacer lo que voy a hacer y no quiero que te quedes en una esquina esperándome porque no te lo mereces.

Vuelven a tocar la puerta insistiéndome, Jesús no levanta la cabeza y su silencio es la mejor respuesta que podría darme.

YO: Lo que ha pasado aquí ha sido maravilloso, nuestros corazones a flor de piel y los sentimientos sobre la mesa.
JESÚS: ¿Pero?
YO: Pero no seré yo quien te pida que esperes algo que no sé si sucederá.

Cojo mi bolso, lo miro y salgo del baño.

ALEJANDRO: ¿Te sientes bien?
YO: Si.

Y una vez más miento, salgo, sonrío y actúo como si nada doliera haciendo que duela el doble.

ALEJANDRO: Ven,  nos están esperando. -Me coge de la mano-

Él me arrastra hasta el medio de toda la gente, las cámaras, los periodistas y al fondo él, mirándome, siendo mi fuerza pero al mismo tiempo mi destrucción.

NARRA JESÚS.

Alejandro le pide matrimonio en medio de toda la gente, ella acepta y la gente aplaude. Este dolor es insoportable, lo era antes y lo es ahora. Es otro quien estará con ella, quien va a casarse con ella como hace años yo pensaba hacer algún día.

MÓNICA: Jesús ¿Nos vamos?
YO: Puedes quedarte, yo me voy a mi casa con mi hijo.
MÓNICA: Vale. -Sonríe- Nos vemos otro día.

Subo al coche, conduzco haciéndome creer a mi mismo que el dolor cesará, que dejará de doler cuando llegue a mi casa y abrace a mi hijo, pero las lágrimas salen de mis ojos sin yo poder evitarlo.

Llego a casa, cierro la puerta, me sirvo una copa de Whisky y me doy de golpe con la puta realidad, una realidad en la que no soy ese hombre fuerte, una realidad en la que sigo siendo un adolescente herido al que le arrebataron el corazón de golpe.

Desciendo por la pared sollozando. La he tenido entre mis brazos, la he besado, acariciado, sabía que no tenía que volver a hacerlo, que me costaría más olvidarme de ella, pero aún así he seguido besándola, yo mismo me he lanzado al vacío.

DANIEL: Jesús ¿Qué pasa? -Lo miro-

Se acerca y me abraza, sin decirle nada sabe que es mejor no hacer preguntas.

DANIEL: ¿Por qué no dejas la copa y te acuestas con Aitor? Se ha quedado dormido en tu cama.
YO: ¿De verdad?
DANIEL: Si.
YO: Mi pequeño..

Dejo la copa en la mesa y le hago caso a Dani, me tumbo junto a Aitor, lo rodeo con mi brazo y le beso la cabeza.

YO: Te quiero tanto bebé. -Susurro-

NARRA KAMMIE.

Al día siguiente despierto temprano después de estar gran parte de la noche llorando. Todas las revistas y programas hablan de nosotros, de nuestra "boda".

ALEJANDRO: Estamos en todos lados.
YO: Si, que orgullo. -Digo con ironía-
ALEJANDRO: ¿Por qué no vas con la señora Marta de compras?
YO: Lo haré solo para salir de aquí, me ahogo.
ALEJANDRO: Venga.

Salgo con Marta, una de las empleadas de confianza de Alejandro, eso significa que me tendrá vigilada.

MARTA: ¿Dónde quiere ir señora?
YO: A tomar café.
MARTA: Vamos entonces. -Ordena al chofer-

NARRA DANIEL.

Jesús va a trabajar, debido a que no trabajo el miércoles, tiene que trabajar un sábado, así es su jefe de imbécil. Me llevo a Aitor al parque para que juegue con sus amigos y disfrute.

AITOR: Tito, tito.
YO: ¿Quieres chuches?
AITOR: ¡Si!
YO: Pues sube a mi espalda.

Me agacho, pega un salgo subiéndose en mi espalda y lo llevo hasta el puesto de las chuches.

ALANNA: Oviedo. -Sonrío-
YO: Alanna.
ALANNA: ¿Es tu sobrino?
AITOR: Hola -Le sonríe-
YO: Si, es mi monstruito.
ALANNA: Pues que ojos más bonitos tienes.
AITOR: Me llamo Aito.
ALANNA: A la, que nombre más bonito.
AITOR: Que guapa.

Me rio, ella ríe también, lo bajo de mi espalda y mira las chicherías.

ALANNA: es increíble la inocencia que puede tener un niño.
YO: Aitor es un pequeño ángel.
ALANNA: Se le ve la nobleza.

NARRA KAMMIE.

Caminamos buscando una cafetería para sentarnos a tomar el café.

MARTA: Quizás allí. -Señala-
YO: Si, cualquiera esta bien.

De repente escucho que alguien me llama.

DANIEL: ¡Aitor!
AITOR: ¡Ojos bonitos! -Exclama corriendo hacía mi-

Me agacho, se abalanza sobre mi y me abraza con fuerza.  Mi hijo.. mi hermoso niño.

AITOR: Te echaba de menos -Dice dándome infinitos besos-

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora