Capítulo 23.

7.5K 456 118
                                    

NARRA KAMMIE.

Me mantengo en el lugar donde estoy, ni muy cerca ni muy lejos de él.

YO: Tengo que hacerlo.
JESÚS: ¿Por qué? No entiendo nada.
YO: Es mejor que no entiendas nada, que te mantengas al margen de mi vida y que sigas con la tuya como si nunca me hubieras vuelto a ver.
JESÚS: No puedo hacerlo, no mientras no entienda porqué te están obligando a casarte con veintidós años.

¿Qué? ¿Cómo lo sabe? No entiendo nada.

YO: No sé de qué hablas. -Me coge de la muñeca y estira de mí hacía él-
JESÚS: Aunque diga que nunca te conocí de verdad, sé que hay algo que no puedes fingir.. la tristeza de tu mirada no se finge, es imposible, los ojos nunca mienten.
YO: Jesús.. -Susurro-
JESÚS: Dime porqué sigues viviendo en esa casa, porqué permites que te obliguen a casarte con un hombre que no amas.
YO: No conoces mis sentimientos. -Digo alejándome-
JESÚS: No, no los conozco, pero sé que no amas a ese hombre y que tampoco quieres ser su esposa.
YO: No sabes nada.
JESÚS: Si, lo sé -Murmura acercándose- y tú aunque quieras esconderlo, lo sabes tan bien como yo.
YO: Tienes que huir de mi vida.
JESÚS: He intentado huir de ti durante años y nunca lo he logrado.

Pone la mano en mi rostro y con el dedo pulgar toca mi labio inferior.

YO: Para -Suplico-
JESÚS: Ahora se que siempre has tenido secretos Kami -Agacho la cabeza- la noche que huimos a ese motel de carretera siempre supiste de que huía yo, pero yo jamás supe cuál era tu motivo.
YO: No saques eso.. por favor.
JESÚS: ¿Querías huir de ese hombre qué se comporta como tu dueño?
YO: Déjame ir.

Coge mi barbilla, acerca nuestros labios debilitando mi cuerpo y mi fuerza, evitando que consiga zafarme de él y marcharme.

JESÚS: Traes muchísimos secretos contigo Kammie y no pienso permitir que mi hijo pague por ello.
YO: Yo tampoco quiero que Aitor pague nada.
JESÚS: Entonces dime de qué tengo qué protegerlo y no dudaré un segundo en alejarme de ti.
YO: No puedo decirte nada, solo aléjate, aleja a mi hijo de mi y no me permitas acercarme aunque en algún momento te lo suplique -Digo al borde de las lágrimas-

Él asiente con la cabeza y se dirige a la puerta.

YO: Jesús.

Gira la cabeza, doy un paso hacía delante y él pone la mano prohibiéndome el paso.

JESÚS: No. -Su voz es seria-

Lo dejo salir del baño, pongo las manos en el lavabo y me miro al espejo culpándome de todo lo que está pasando.

NARRA JESÚS.

Vuelvo al coche, echo la cabeza hacía atrás en el asiento y lloro como un imbécil, como juré que nunca más volvería a llorar por nadie y lo peor es que es por la misma persona que lloré la primera vez.

Me dirijo a casa para estar con la única persona que puede detener mi llanto.

AITOR: ¡Papá!
YO: Pequeño.

Lo abrazo con fuerza y él me abraza con fuerza también. Aitor es lo único que merece la pena de todo esto, la única persona que realmente tiene una inocencia y nobleza pura.

YO: ¿Qué haces aquí fuera? Estas enfermo.
AITOR: Me siento bien papi -Sonríe- juego a la pelota.
YO: ¿Jugamos juntos?
AITOR: ¡Si! -Exclama dejando un beso en mi mejilla-

Jugamos hasta que termina tumbado en el césped.

YO: ¡Campeón!
AITOR: Estoy cansado.

Me tumbo a su lado.

YO: Pero las hormigas se meterán en tu ropa y te harán cosquillas.
AITOR: No -Ríe-
YO: Comprobémoslo.

Se levanta la camiseta y yo le hago cosquillas. Ríe, grita, patalea y acaba agotado encima de mí intentando hacerme cosquillas.

AITOR: Papi -Su voz es dulce-
YO: Mm ¿Vas a pedirme algo?
AITOR: Quero ver a Kami.
YO: Esta ocupada -Le digo acariciándole la cabeza-
AITOR: Ella es buena, muy buena.
DANIEL: ¡Monstruito! Están echando en la televisión los dibujos que tanto te gustan.
AITOR: ¡Corre papi, corre!

Sale corriendo volviendo dentro y yo me quedo sentado en el césped.

DANIEL: ¿Una cerveza? -Pregunta en voz baja-
YO: Por favor. -Respondo a la vez que suplico-
DANIEL: ¿Ahora qué? Cada vez te veo mas triste hermano.
YO: Se va a casar.
DANIEL: Así desaparecerá de tu vida ¿No es lo qué querías?
YO: Lo que quiero es olvidarme de ella para dejar de quererla como la quiero.
DANIEL: Explícame que ocurre.
YO: ¿Recuerdas a su hermano?
DANIEL: Lo recuerdo.
YO: Pues me ha dicho cosas extrañas que me han causado dudas -Alza la ceja- Asegura que la están obligando a casarse y que en esa casa ocurren cosas horribles hermano.
DANIEL: ¿Y tú qué crees?
YO: Creo que tiene razón, he visto con mis ojos como tratan a Kammie, como ese señor que parece ser su dueño la humilla y golpea e incluso como ella le muestra una sumisión extrema que asusta hermano.
DANIEL: ¿Y qué piensas hacer?
YO: Me ha suplicado que me aleje y que aleje a mi hijo.

Paso las manos por mi cabeza y suspiro.

NARRA KAMMIE.

Alejandro me lleva a casa, entra y se sienta en el sofá para hablar con padre mientras yo soy obligada a servir como una criada.

ALEJANDRO: Pronto vendrá a vivir conmigo.
PADRE: Cuando tú decidas.
ALEJANDRO: Primero quiero casarme con ella, presentarla en sociedad, será mi esposa, merece ser presentada debidamente.
PADRE: Me parece perfecto y no te preocupes por ella, se comportará ¿Verdad Kammie?
YO: Si padre.
ALEJANDRO: No lo dudo.

Me acerco a Jorge y suelto un suspiro lleno de rabia e impotencia.

JORGE: Hermana.
YO: ¿Le has contado algo a Jesús?
JORGE: ¿Cuándo? Si ni siquiera puedo salir.
YO: Pues lo sabe.
JORGE: ¿Sabe lo de.. -Lo detengo-
YO: No, eso no, sabe que soy obligada a casarme -Suelta un suspiro-
JORGE: Está más que claro que tú no quieres casarte, solo con verte la cara se sabe.
YO: Solo aquel que me conoce lo sabe.
JORGE: ¿Y él no te conoce? Kammie, estuvisteis juntos mucho tiempo.
YO: Lo sé ¿Vale? Lo sé.
MADRE: Basta de cháchara.

Sigo sirviendo y obedeciendo hasta que Alejandro se marcha.

PADRE: Está noche madre y yo iremos a una cena importante, os vais a quedar custodiados por mis hombres de confianza, no podréis hacer nada.
YO: De todos modos no podemos hacer nada.
PADRE: A vuestras habitaciones, es una orden.

Él sube detrás de nosotros y cierra su habitación y despacho con llave, odio su maldito instinto e inteligencia.

NARRA JESÚS.

Voy a ahogar mis penas de la única manera que se, dejé de hacerlo pero he vuelto a la barra del bar donde ahogaba mis penas cuando me sentía roto.

(...): ¿Compañía? -Me pregunta una mujer morena-
YO: No gracias, estoy bien así.
(...): Mis amigas y yo no hemos podido evita rogarnos en ti.

Me giro viendo a sus amigas y niego con la cabeza.

YO: Lo siento pero ya me marcho.
(...): Lástima.

Cojo mi chaqueta de cuero y salgo del bar.

NARRA KAMMIE.

A media noche salgo de mi habitación, me zafó de los guardias y me dirijo al despacho de padre.

YO: Vamos Kammie, piensa. -Me digo a mi misma-
JORGE: ¿Qué estás haciendo loca?
YO: Joder Jorge, que susto.
JORGE: ¿Quieres qué padre se de cuenta de qué lo estamos buscando?
YO: Quiero escaparme de aquí.
JORGE: Yo también pero forzando la puerta sólo conseguirás que padre se dé cuenta y nos dé una paliza.

Me hace entrar en razón y ambos volvemos a la habitación.

YO: ¿Qué vamos a hacer?
JORGE: Ser más inteligentes que él.
YO: Es imposible.
JORGE: Nada es imposible.

De repente escuchamos unos gritos fuera, él y yo nos miramos para seguidamente correr a las ventanas.

YO: Jesús. -Digo sorprendida-
JORGE: ¿Qué está haciendo?
JESÚS: ¡Kami! -Grita-
JORGE: ¿Esta borracho?
YO: Si.

Saco medio cuerpo por la ventana.

JESÚS: ¡Kami!
YO: ¡Jesús vete de aquí! ¡Ya! -Le grito-
JESÚS: ¡No! -Exclama-
YO: ¡Tienes qué irte!
JESÚS: ¡Te amo! ¿Me oyes! ¡Te amo! -Grita y mi corazón se encoge-

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora