Capítulo 52.

6.1K 407 111
                                    

NARRA JORGE.

Me contengo a pesar de las ganas que tengo de romperle la cara por todas las veces que él me la ha roto a mi.

PADRE: Ahora sube a tu habitación y recógela.
YO: Esta recogida.
PADRE: Entonces corta el césped pero no permitiré que te quedes de brazos cruzados todo el día, vamos.

Me empuja, cierro el puño y se marcha.

MADRE: Jorge.
YO: ¿Qué?
MADRE: Sal de la cocina.
YO: Que te den.
MADRE: ¡Deja la insolencia!

La miro con furia.

MADRE: Lárgate, corta el césped, quiero perderte de vista.
YO: Y yo a ti.

NARRA KAMMIE.

Aitor salta en la cama junto a Jesús, los miro apoyada en el marco de la puerta luciendo una gigantesca sonrisa. Ojalá pudiera estar con ellos todos los días sin problema.

AITOR: Kami. -Se sienta en la cama-
YO: Seguid. -Ríe-
AITOR: Ven.

Me acerco, él agarra mi mano y estira de mi haciéndome caer en la cama.

AITOR: Eres la más buena del mundo.
YO: Y tú eres un ángel.

De repente Jesús nos hace una fotografía, los dos reímos y sacamos la lengua para que nos haga otra.

AITOR: Papi.
JESÚS: ¿Qué pasa?
AITOR: ¿Sois novios?

Volvemos a reír cuando hace la misma pregunta que hizo hace una hora.

YO: ¿Quieres qué bajemos a jugar un rato?
AITOR: Si.

Bajamos al parque fuera del motel, él juega en los columpios mientras que Jesús y yo estamos sentados en un banco mirándolo:

YO: No recordaba este parque.
JESÚS: Creo que lo hicieron hace apenas unos meses.
YO: ¿Cómo lo sabes? ¿Has venido aquí con otra?
JESÚS: No.
YO: ¿De verdad?

Él ríe, me molesta cuando ríe y no responde mis preguntas.

JESÚS: Este motel es sólo nuestro Kammie, no he traído a nadie más.
YO: ¿Y cómo sabes qué hicieron este parque hace poco?
JESÚS: Porque los columpios son nuevos.

Me avergüenzo, él agarra mi barbilla y me besa.

YO: Jesús, Aitor nos puede ver.
JESÚS: Esta jugando.
YO: Ya esta haciéndonos preguntas.
JESÚS: Y no sabes como me gustaría decirle que si somos novios -Acaricia mis nudillos-
YO: Ojalá -Suspiro-
AITOR: ¡Papi!
JESÚS: ¡Dime bebé!
AITOR: ¡Quiero jugar con vosotros!

Nos levantamos, Jesús me abraza por la espalda y yo sonrío como una idiota.

YO: Te amo.
JESÚS: Y yo mi preciosa.

NARRA DANIEL.

Alanna y yo pasamos unas horas maravillosas encerrados en mi habitación, nos besamos, hacernos el amor.. estoy loco por ella, realmente loco.

ALANNA: Amor.
YO: ¿Qué pasa?
ALANNA: ¿La madre de Aitor lo abandonó?
YO: No quiero hablar de eso, además ya te lo conté lo que necesitabas saber -Beso su cuello-
ALANNA: Pero..
YO: ¿A qué vienen tantas preguntas?
ALANNA: No, nada, me da curiosidad.

Mordisqueo su labio haciéndola reír.

ALANNA: Podemos cenar fuera, me encantaría presentarte a mis padres.
YO: A mi también me encantaría conocerlos.
ALANNA: Significaría que esto va en serio ¿No te asusta?
YO: Antes escapaba de las relaciones serias, pero ahora quiero estar contigo, me gusta estar contigo y te quiero.
ALANNA: Y yo a ti -Sonríe-
YO: Es cierto que me pasaba los días con distintas mujeres pero ahora te aseguro que no te fallaré, estoy contigo.
ALANNA: No tengo duda de eso, eres un hombre maravilloso.
YO: Solo una cosa.
ALANNA: Mmm ¿Qué?
YO: Nunca antes me he enamorado, no me hagas daño.
ALANNA: No pretendo hacerlo amor, te quiero de verdad.

Nos besamos, bajo los labios por su cuerpo despacio, ella ríe, y yo disfruto viendo como gime.

NARRA KAMMIE.

Aitor nos agota, nos sentamos en el banco dejándolo que juegue con lo que está entretenido.

JESÚS: Y después de este increíble día tienes que irte ¿No?
YO: Si -Le agarro la mano-
JESÚS: Y casarte con él.
YO: No quiero hacerlo pero debo casarme con ese asqueroso hombre.
JESÚS: ¿Y si te obliga a ser suya? Lo mataré.
YO: No me pondrá un solo dedo encima, te lo juro.
JESÚS: Dime que podré verte, que tendremos más momentos como este.
YO: No lo sé, tal vez la prensa no me deje ni respirar.
JESÚS: Voy a enloquecer cuando te vea en esas revistas de cotilleos con él.
YO: ¿Cómo crees qué estaré yo? Después de lo que ha pasado entre nosotros, de veros.. no sé cómo haré para alejarme de nuevo, sentiré que os estaré abandonando.
JESÚS: No, está vez no -me agarra la cara- está vez sé que no quieres hacerlo y por nada del mundo voy a odiarte.
YO: Júramelo.
JESÚS: Te lo juro mi reina.

Deja un beso apasionado sobre mis labios.

No sé cómo haré para no quitarme la vida y soportar todo lo que viene después de casarme con Alejandro. Tal vez él quiera llegar a más, hacerme su mujer y yo nunca lo aceptaré por voluntad propia.

Él acaricia mi rostro, nuestras narices están juntas, mi corazón late muy fuerte y pongo la mano en su pecho notando el suyo exactamente igual.

Siento como si estuviera en la misma situación de hace cuatro años cuando tuve que abandonarlos obligada por padre. Dejé a mi pequeño y al amor de mi vida, me aterra que Jesús vuelva a odiarme, que encuentre otra mujer y se olvide de mi.

YO: Cuida a nuestro hijo como lo has estado haciendo todo este tiempo. -Suplico-
JESÚS: No lo dudes.
AITOR: ¿Tú eres mi mamá? -Pregunta haciendo que ambos lo miremos rápidamente-

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora