Capítulo 11.

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NARRA JESÚS.

Giro la cabeza, le agarro las manos y me zafo de ella.

YO: No tienes ningún derecho a tocarme.
KAMMIE: No quise abandonaros.
YO: ¿De verdad? -Pregunto tras una carcajada- ¿Y quieres qué me crea esa mentira? ¡toda tú es una mentira!
KAMMIE: Tienes que creerme. -Suplica-
YO: Entonces dime, dame una explicación que me haga dejar de sentir este odio tan profundo por ti.

Ella hace el amago pero no dice nada, agacha la cabeza y se queda callada.

YO: Bravo, casi, casi te creo, pero ya veo que no te quedan más mentiras para intentar excusarte.
KAMMIE: Jesús.
YO: Que no me toques, no me busques, déjame vivir en paz junto a mi hijo.

Ella llora, me acerco y aunque siento el maldito deseo de consolarla, no lo hago.

YO: ¿Alguna mentira más?
KAMMIE: No estoy mintiendo.
YO: Entonces levanta la cabeza y mírame a los ojos.
KAMMIE: No quiero mirarte a los ojos. -Confiesa- No puedo.
YO: No puedes porque no sabes mentir.
KAMMIE: No puedo por.. -Llaman a la puerta-
MÓNICA: ¿Jesús te sientes bien?
YO: Si, ya salgo. -Le digo- Ahora si me permites y no sigues persiguiéndome, voy a seguir con mi cita, espero que te vaya genial en la tuya.
KAMMIE: Yo..
YO: ¿Tú qué?
KAMMIE: Nada, te deseo suerte.

NARRA KAMMIE.

Él sale del baño y se marcha a su mesa con la mujer que lo acompaña, seco mis lágrimas mientras me miro en el espejo, me retoco el maquillaje y salgo para seguir con la falsa cita.

OSCAR: Pensaba que no saldrías.
YO: Estaba un poco mareada.
OSCAR: ¿Te sientes bien?
YO: Si, ahora si.

Jesús se cambia de asiento para sentarse de espaldas a mi y no verme.

OSCAR: ¿Llevas mucho viviendo en esa casa?
YO: No voy a hablarte de cosas que no te incumben.
OSCAR: Tendremos que hablar de algo durante la cena ¿O cenamos callados?
YO: Pues mira, me ahorrarías tener que hablar con un ser repugnante como tú.
OSCAR: Como sigas así no pagaré ni un solo euro.

Me callo, si no le da el dinero a padre este enfierecerá y no quiero provocarlo, una cosa es dejar a madre sola en un centro comercial y otra hacer que pierda dinero, eso me traería consecuencias.

YO: ¿Es la primera vez qué haces esto?
OSCAR: Si.
YO: Pues no deberías haberlo hecho, pagar para que una chica cene contigo a la fuerza, es asqueroso.
OSCAR: Cambiemos de tema.
YO: Como quieras.
OSCAR: ¿Has tenido alguna pareja?
YO: Ese tema a ti no te interesa, no pretendo ser tu novia y mucho menos tener algo que ver contigo.
OSCAR: Es solo una pregunta.
YO: Pues no hagas ese tipo de preguntas.

NARRA JESÚS.

No dejo de pensar dándole vueltas a la ensalada.

"No quise abandonaros" no puedo sacar la frase de mi mente, no sé cómo puede ser tan hipócrita, no lo entiendo y a la vez, no entiendo como puedo seguir queriendo a una persona así.

Monica me agarra la mano devolviéndome a la realidad.

MÓNICA: Estas en el limbo.
YO: Perdóname, es el cansancio.
MÓNICA: Tener un hijo no es fácil.
YO: Es maravilloso, fácil no -Encojo los hombros-
MÓNICA: Además de trabajar tantas horas.
YO: Lo hago para que no le falte nada.
MÓNICA: Eso te honra.

Giro la cabeza, la veo hablando con él y disimulo llamando al camarero para meter prisa con la comida.

MÓNICA: Tengo curiosidad ¿Quién es la madre de Aitor? -Toso-
YO: No es un buen tema de conversación para mi.
MÓNICA: Lo siento, no quería incomodarte.
YO: Me incomoda hablar de esa mujer, no tú.

Sonríe, pone la silla a mi lado y pasa el brazo por mis hombros.

MÓNICA: Genial. -Le sonrío-

Nos traen la cena, tengo el estómago cerrado desde la conversación con Kammie en el baño y tenerla aquí con ese hombre, no ayuda ni a mi, ni a mis estúpidos celos que no tendría que tener.

Le envío mensajes a Dani, él me responde con un audio donde habla mi hijo: "Estoy bien papi, buenas noches, te quiero"

Sonrío como un idiota y suelto un suspiro.

MÓNICA: ¿Y bien?
YO: Mi hijo.
MÓNICA: Cada minuto me gustas más -Dice tocándome el rostro- eres un padre increíble.

NARRA KAMMIE.

Desvío la cabeza en cuanto veo cómo esa mujer coquetea con Jesús, frunzo el ceño, cierro el puño y me contengo.

OSCAR: ¿Tienes estudios?
YO: No me permitieron terminarlos.
OSCAR: ¿Por qué?
YO: ¿Te parece poco esto o no te das cuenta de qué estoy obligada a estar sentada contigo?
OSCAR: Tu padre me ha dicho que estarías encantada.

Pongo los ojos en blanco, traen la cena y cenamos en silencio.

YO: Quiero volver a casa ya.

De repente me suena el móvil y tengo que levantarme, Oscar me agarra la mano llamando la atención de Jesús que poco después deja de mirarme.

OSCAR: No hagas jugadas.

Entro en el baño, llamo a padre devolviéndole así la llamada.

LLAMADA TELEFÓNICA

YO: ¿Qué?
PADRE: ¿Te lo has llevado a la cama ya?
YO: ¿Me llamas para comprobarlo?
PADRE: Para saber si cobraré todo o la mitad.
YO: La mitad.
PADRE: ¡No digas gilipolleces, quiero el dinero completo!
YO: No soy una prostituta.
PADRE: Serás todo lo que a mi me de la puta gana, si no lo haces tendrás que atenerte a las consecuencias.

CUELGA

Meto el móvil en el bolso y salgo fuera de nuevo.

OSCAR: ¿Y bien?
YO: No te importa.

Terminamos de cenar y él paga la cuenta.

OSCAR: Vamos.
YO: ¿Ahora qué?
OSCAR: No lo sé, lo que surja.
YO: Lo que surja -Me río- patético.

Caminamos hasta el parking donde tiene el coche.

OSCAR: Me lo he pasado muy bien.
YO: Me alegra, llévame a casa.
OSCAR: Tengo ganas de besarte.
YO: No es mi problema, llévame a casa, has dicho que solamente íbamos a cenar, no tengo la obligación de darte nada.

Me agarra la cara, ya decía yo que esa personalidad de cordero inofensivo era solamente una tapadera para intentar conquistarme. Lo empujo poniendo las manos en su pecho y niego con la cabeza.

YO: Llévame a mi puta casa o te juro que me voy yo sola.
OSCAR: Pues vete.

Cojo mi abrigo y camino para marcharme cuando de nuevo me agarra el brazo.

OSCAR: No le pagaré si no me das un beso.
YO: No me importan tus chantajes ¿Me oyes? ¡me dan igual! No sigas insistiendo en algo que no ocurrirá.

Me acorrala en una esquina e intenta besarme, me defiendo como puedo golpeándolo varias veces, me libero de él y vuelvo a intentar irme.

OSCAR: ¡Detente ahí!
YO: ¡Qué me dejes!

De repente un coche con los cristales negros se detiene delante de mi, baja el cristal dejándome ver que es Jesús.

JESÚS: ¿Podéis no poneros en medio de la salida del parking?
OSCAR: Si, no te preocupes. -Me agarra-
YO: Suéltame. -Le Susurro-
OSCAR: No.
JESÚS: ¿Pasa algo? -Me pregunta-
OSCAR: Nada, una simple discusión. -Estira de mi-
JESÚS: No te he preguntado a ti.
OSCAR: Ya ves que es solamente una discusión, ahora mismo nos apartamos para que salgas con tu coche.

Me suelta, toco mi muñeca y camino obedeciéndolo. Escucho la puerta del coche cerrarse, a la mujer que va con él llamarlo y de repente agarra mi mano deteniéndome, giro la cabeza, observo su mano agarrada a la mía y mis piernas empiezan a flaquear.

JESÚS: ¿Tú quieres irte con él? -Me pregunta-

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora