Capítulo 116.

4.8K 311 84
                                    

NARRA KAMMIE.

Tengo el corazón en la boca, ni siquiera soy capaz de mirar la fotografía.

JESÚS: Dime ¿Quién es?

Me mantengo en silencio, giro la cabeza y le doy una pequeña palmada en el culo a Aitor para hacerlo reír.

AITOR: ¡Mami!
YO: Ve y me traes el peine.

Corretea hacía dentro. Jesús sigue mirando la fotografía esperando una explicación que no se como darle.

JESÚS: Estoy esperando.
YO: Es..

EDIK: Hija ¿Estáis ahí?

Salimos, Aitor está frente al espejo intentando peinarse solo y Edik se acerca para que escuche lo menos posible.

EDIK: Luis esta recuperándose, ha salido de urgencias y está en planta, puedes ir a verle cuando te apetezca.
YO: Quiero ir ahora.
JESÚS: Kami.
YO: Jesús.. no pasará nada, estoy bien y te prometo mantenerme tranquila.

Pone los ojos en blanco y termina cediendo.

YO: Bebé ¿Quieres conocer a tu otro abuelito?
AITOR: ¿Otro abuelito?
YO: Si, eres muy afortunado.

Él salta de felicidad. Jesús termina de peinarlo, los dos se echan de su colonia y nos marchamos al hospital. Se que está esperando que le cuente quién era la persona de la fotografía.. pero no soy capaz.

JESÚS: Tenemos que hablar.
YO: Cuando volvamos a casa. -Lo cojo de la mano-
JESÚS: Esta bien. -Me besa la frente-

NARRA JORGE.

No consigo nada del despacho, busco y rebusco pero no consigo ninguna información, ni siquiera la fotografía que él estaba observando con tanta tristeza.

Salgo de la habitación asegurándome de que no me cruzo a nadie, bajo las escaleras y en la sala principal me encuentro a madre, esta vez despierta.

MADRE: ¿Dónde estabas?
YO: Indagando, ya que voy a estar aquí por mucho tiempo encerrado tendré que saber por donde ir.
MADRE: No me fio de ti.
YO: No deberías fiarte de padre, él no te ama, solo eres una sirvienta para él.
MADRE: No sabes nada.
YO: Sé que él está enamorado de mi madre y por eso no la deja en libertad, si no la quisiera ya la habría matado, Kammie lo ha traicionado y sigue sin matarla ¿Por qué será?

Intenta abofetearme pero esta vez le agarro la muñeca.

YO: No tienes derecho, no me pongas un dedo encima porque ya no soy el niño de catorce años al que golpeabas cuando peleabas con padre ¡Ya no! Respétame.
MADRE: En el fondo eres como él.

La suelto demostrando que lo que dice no es cierto.

YO: Nunca.
MADRE: Quieres intentar ser bueno pero en tu sangre existe oscuridad, eres su hijo, en el fondo eres igual que tu padre y eso es lo que te atormenta, que algún día cuando despiertes ya no serás este chico inocente que haces al mundo creer que eres.
YO: Jamás seré como él, yo si amo a las personas de mi alrededor, yo nunca seré cruel.
MADRE: Él tampoco lo era, él también amó y no precisamente a tu querida madre.
YO: ¿A qué te refieres?
MADRE: Vete, no quiero seguir cruzándome contigo.
YO: Contéstame.
MADRE: Tanto tiempo cerca de él y lo conoces tanto como conoces a tu hermana, nada.
YO: Conozco perfectamente a mi hermana.

Ríe a carcajadas, coge una revista y se sienta en el sofá.

YO: no tires la piedra y escondas la mano.
MADRE: Lárgate ¿No me has oído?

PADRE: ¿Se puede saber de qué habláis?
MADRE: Nada, le estaba comentando a tu hijo que en el fondo se parece más a ti de lo que cree.
PADRE: ¿Tú crees? -Pregunta en medio de una sonrisa malvada-
MADRE: Míralo, la misma cara de odio, los mismos gestos, eres tú, solo que más imbécil.

Él pasa el brazo por alrededor de mis hombros y lo aparto.

YO: No vuelvas a tocarme.

NARRA KAMMIE.

Entramos en la habitación, mi padre está consciente y cuando ve a Aitor suelta una sonrisa.

PAPÁ: Dios mío, tiene tus enormes ojos claros.
YO: Si.
AITOR: ¿Mi abuelito?
YO: Si bebé.
PAPÁ: Déjame verte pequeño, la última vez que te vi apenas tenías horas y fue por poco tiempo.

Lo coge, Aitor al principio se mantiene tímido pero enseguida saca su verdadero carácter.

AITOR: Tengo dos abuelitos.
YO: Y también tienes otra abuelita, solo que tendrás que esperar para conocerla.
EDIK: Si, una abuelita preciosa y buena.
PAPÁ: Edik Semiónov.
EDIK: Luis.
PAPÁ: Cuanto tiempo sin saber de ti.
EDIK: Lo mismo digo, me alegra verte mejor.

Los dos parecen tener una rivalidad y la causa es mi madre.

PAPÁ: He pasado cuatro años en coma y cuando desperté me encontré a ese desgraciado nada más abrir los ojos, me dijo que te mataría y que lo habías traicionado.
YO: Si, me fui con Edik cuando tuve la oportunidad.
PAPÁ: Él me contó sobre tu embarazo y después me informó del sexo de la pequeña.
JESÚS: Si se acerca a ella lo pagará.

Aitor nos mira sin entender nada y preferimos mantenerlo al margen callándonos al instante.

AITOR: ¿Estas malito?
PAPÁ: Un poco -Sonríe- Oye, que ojos más bonitos tienes.
AITOR: Como mi mami pero la nariz es de mi papi.
JESÚS: No estoy muy seguro.
YO: Yo si, pero sobre todo el carácter, la terquedad es toda tuya.

PAPÁ: Sabía que volveríais a estar juntos.
JESÚS: Nos costó mucho pero aquí estamos, juntos, con nuestro hijo y a la espera de nuestra pequeña Jade.
YO: El sufrimiento ha merecido la pena ¿No?

Jesús sonríe dulce, asiente con la cabeza y me besa la frente.

JESÚS: Ahora que te tengo se que todo ha merecido la pena.

EDIK: ¿La has visto? -Le pregunta-
PAPÁ: Si.
EDIK: Dime que no le ha hecho daño.
PAPÁ: Si, la golpea.

Edik cierra el puño pero se relaja por Aitor.

PAPÁ: No deberías preguntar por ella después de lo que le hiciste.
EDIK: Se que no tiene excusa, que la golpee, pero he cambiado.
PAPÁ: ¿La golpeaste?
EDIK: ¿De qué estás hablando si no?
PAPÁ: Del asesinato de sus padres, tú lo ordenaste desde prisión.

Lo miro rápidamente.

YO: ¿Qué?
EDIK: Eso no es cierto, jamás ordené semejante cosa, yo nunca le haría un daño como ese, ni siquiera estando en las condiciones que estaba ¡Yo la amo!
PAPÁ: ¡Mentira!
EDIK: No, yo no ordené nada.
PAPÁ: Ese hombre se lo contó.
EDIK: ¿Y lo creyó? Él está obsesionado con ella ¡Loco! Es capaz de todo por separarla de mi.

Jesús decide sacarme de la habitación junto a nuestro hijo para mantenerme tranquila.

YO: Quiero escuchar.
JESÚS: ¿Qué hemos hablado?
YO: Vale..

Nos sentamos a esperar, le sacamos un par de cosas de la máquina de comida y Aitor juega por los pasillos.

JESÚS: ¿Podemos hablar?
YO: Si..
JESÚS: ¿Quién era?

NARRA JORGE.

Vuelvo a indagar por la casa a escondidas de todos e intentado que no me descubran. Llego hasta su habitación y busco por los cajones.

YO: Joder.. -Suspiro-

Encuentro un cajón cerrado con llave, detrás de toda la ropa de su armario. Busco algo para abrirlo y encuentro uno de los ganchillos de madre.

"vamos, Kammie te enseñó a hacerlo" me repito una y otra vez hasta que consigo abrir el cajón.

No hay nada más que una fotografía boca abajo, tal vez la fotografía, la cojo y le doy la vuelta.

PADRE: Mi hija. -Dice él desde detrás de mi-

El secreto. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora