El secreto. ®

Capítulo 47.

NARRA KAMMIE.

Agacho la cabeza.

"Aguanta" me digo a mi misma.

PADRE: ¡Fantástico! -Exclama-
YO: Si, fantástico.
MADRE: Debes estar entusiasmada.

La miro, ella sabe perfectamente que no es así pero disfruta haciéndome daño, siempre ha disfrutado.

Padre con la mirada me ordena que vaya a la cocina ¿Ahora qué otra amenaza utilizará?

YO: Voy a casarme ¿Qué más quieres? -Pregunto entrando-
PADRE: Quiero que lo sigas tratando bien, la exclusiva del picnic ha sido un gran paso -Agarra mi rostro- Si tienes que dar otro paso no dudes en hacerlo.
YO: Con otro paso te refieres a acostarme con él.
PADRE: No será un gran sacrificio para ti, te acostaste con ese imbécil que no tiene ni donde caerse muerto.
YO: ¿Estás comparando a Jesús con este gilipollas?
PADRE: No cariño, estoy comparado el dinero con la pobreza.
YO: No vuelvas a llamarme cariño, me dan arcadas de tan solo escucharte.

Sujeta mi brazo apretándolo hasta causarme dolor, me hace recordar cuando me agarraba así para llevarme a mi habitación y golpearme.

PADRE: Estás a un paso, como lo estropees te juro que lo pagarás con creces y no solo con tu hijo.
YO: Déjalo en paz.
PADRE: Si quieres que ese mocoso viva su vida tranquilo, no cometas ni un solo error o esta muerto.

Cojo uno de los cuchillos de cocina y lo amenazo colocándolo en su cuello.

PADRE: No te conviene.
YO: Le pones un dedo encima a mi hijo y te juro que te rebano el cuello.

Me agarra de la muñeca doblándomela hasta que el cuchillo cae al suelo.

PADRE: No me amenaces ¿Es qué no has aprendido nada?

Alejandro entra y él me suelta al instante para aparentar ser un padre emocionado.

ALEJANDRO: ¿Puede dejarme solo con ella?

Él asiente y se marcha. Toco mi muñeca intentando calmar el dolor que padre acaba de causarme.

YO: Deberías consultarme las cosas. -Reprocho-
ALEJANDRO: Te habrías negado.
YO: No tengo otro remedio, supongo.
ALEJANDRO: Quiero que el día de nuestra boda actúes lo más normal posible, que noten que nos amamos.
YO: No notarán algo que no es real, que solo existe en tu mente de enfermo.
ALEJANDRO: Kammie. -Dice serio-
YO: Esta bien, actuaré, pero como me pongas un dedo encima te juro que grito a los cuarto vientos que la boda es una falsa.
ALEJANDRO: Hecho.

Alarga la mano para que le de un apretón pero no lo hago, directamente vuelvo a la sala para sentarme junto a mi hermano.

JORGE: Quiero salvarte de todo esto.
YO: No puedes salvarme de esta vida de mierda.
JORGE: Lo daría todo.

Dejo caer la cabeza en su hombro y suspiro.

YO: Es mi culpa.
JORGE: No digas eso.

NARRA JESÚS.

Logro animarme, salir y cenar como si nada me estuviera matando.

AITOR: Papi ¿Estás tite?
YO: No campeón, estoy bien.
AITOR: ¿Mañana puedo ver a Kami?
YO: No -Se entristece- se va de viaje.
AITOR: Jo.. yo quiero verla.

Le doy un beso, consigo desviar el tema para que él se olvide completamente de ello.

YO: ¿Cómo te ha ido hoy en clase?
AITOR: ¡Bien! -Sonríe-
YO: Cuanto me alegro pequeño.
AITOR: Todos me preguntaron cómo había estado -Beso su cabeza-
YO: Tienes unos buenos amiguitos.