Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 4

Noté a alguien que no esperaba, Malik me miraba expectante y mis nervios comenzaron. Se alejó y noté a Jenny haciéndome señas —buenos días— dije esperando que eso sea lo que me dijo Jenny que hiciera, el volteó a verme pero no respondió —llegaré tarde— dijo y se retiró.
Jenny paso rápidamente por su lado para que no se de cuenta de que iba a estar conmigo, hizo como si estuviese limpiando y el señor Malik bajó las escaleras, Jenny entró y cerró con llave —hoy el señor Malik durará mucho en su trabajo, como hasta las 11pm así que tenemos bastante tiempo como para enseñarte todo lo que me pidas para así evitar que conozcas a aquella bestia interna del señor Malik— dijo haciendo muecas y suspiré —Jenny... ¿cuál es su nombre completo y por qué me compró en aquella subasta?— solté mis dudas y ella me miró para luego suspirar —su nombre es Zayn Malik y realmente no sé para que te compró y más con esa tremenda cantidad... bueno, no me sorprende, el señor Malik tiene demasiado dinero porque es dueño de 5 empresas... las mejores para presumir— dijo y no me sorprendí porque para decir verdad, esta casa era una mansión como para decir que vive el hijo de un rey.

[*...]

Pasamos toda la tarde practicando, Jenny me enseñó a usar las diferentes "herramientas" de cocina. De como comer educadamente y todo lo que era necesario para evitar que el señor Malik se enojara de nuevo, realmente Jenny sabía muchas cosas y le agradecía con todo mi corazón todo lo que estaba haciendo por mí. Las nueve de la noche llegaron en un abrir y cerrar de ojos y en pleno acto que estábamos haciéndonos las uñas, sonó la puerta y Jenny rápidamente escondió todo con mucho cuidado para que nadie vea o se de cuenta lo que hacíamos, estábamos en la sala y veíamos atenta a la puerta para ver quién era y notamos al señor Malik entrar, extrañadas nos miramos ¿acaso había cancelado sus juntas? Se detuvo en seco al vernos sentadas viéndolo —señor Malik, ha llegado temprano— dijo Jenny acomodándose su uniforme y el se aflojó su corbata, este hombre era realmente hermoso y nadie lo podía negar, aunque debo aceptarlo, me daba miedo —se cancelo la junta que tenía y bueno ahora solo quiero comer— dijo y Jenny corrió hacia la cocina para servir la cena. Nadie había comido hoy y yo ni me acordaba de hacerlo, Zayn se fue hacia las escaleras y luego se paró frente a ellas —quiero que me acompañes ahora a mi oficina— dijo volteando su cuerpo para enviarme una mirada profunda y seria dándome a saber que eso era para mí, me levante rápidamente y lo seguí. Nos paramos frente a una puerta marrón y él colocó su mano frente a un pequeño aparato que estaba en la pared, una luz blanca y un pitido se escuchó y la puerta se abrió, entramos y mire cada rincón de la inmensa oficina que era parecida a la del presidente, estantes del tamaño de la pared estaban en los lados del cuarto llenos de libros con archivos, un escritorio de madera oscura y un sillón grande y negro.
Se sentó y señaló el asiento "invitándome", le hice caso y me senté en uno de los inmensos asientos que se encontraban frente a su escritorio, tomó algunos papeles el cual comenzó a chequear y suspiré pesadamente por los nervios —quiero que despidas a Mara, busques tu uniforme en mi habitación y mañana te paras a las cuatro de la mañana sin atrasos o te irá muy mal— dijo Malik y fruncí mi ceño ¿uniforme? Estaba confundida —por si no te das cuenta serás la nueva mucama, reemplazarás a Mara desde mañana—siguió diciendo y mi boca se fue abriendo poco a poco —SERÉ TU MUCAMA Y ME HAS DE ENVIAR A HACER EL TRABAJO SUCIO, ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES?— grité sin pensar, estaba molesta y esto era realmente injusto —A MI NO ME HABLAS ASÍ PORQUE NO TIENES DERECHO DE HACERLO— me gritó devuelta, sonó su mesa con un golpe de puño que le dió a la madera y se acercó a mi al pararse, apoyó sus manos en los lados del asiento en el que estaba y su mirada era completamente profunda y se mostraba toda su furia haciéndome sudar y temblar de los nervios —tú no tienes ningún derecho de hacer eso— me susurró furioso todavía —¿cómo esperas que no haga eso? no me conoces, no te conozco y ahora llegas a decirme que seré una de tus esclavas, por qué carajos no haces tú el trabajo sucio y yo me iré tranquilamente, déjame ir y todos estamos felices y contentos— le dije pareciendo valiente pero realmente no lo era —PORQUE YO PAGUE 50000 DOLARES Y AHORA ERES MÍA Y COMO ERES MÍA, YO HAGO LO QUE SE ME DE LA GANA CONTIGO— me gritó dejándome sin habla, sus manos apretaron más las mangas del asiento y su agitada respiración chocante con mi rostro hizo que soltara lágrimas.

Ahora sí que estaba en problemas...