Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 82

Zayn se sienta en una de las sillas del comedor, recto y sin cambiar su típico aspecto, solo que esta vez había relajado más el rostro.
Comenzó a comer, poco después llegó el señor e hizo la misma acción que él, y yo solo limpie el desorden que había dejado y me dirigí con mi plato servido de comida a mi habitación, en donde me sentía mas tranquila y prefería comer la mayoría del tiempo.

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Después de comer y de bajar el plato de nuevo al fregadero, me acosté en mi colchón a pensar en lo que debía próximamente hacer y las ganas de llorar se hicieron presentes pero preferí contener las lágrimas, mi vida era un completo desastre y siempre me la he pasado queriendo saber el por qué de todo pero aun no podía conseguir una respuesta coherente ello. Posiblemente tendría que ir donde un brujo que me dijera qué era de mi vida antes de ésta y el por qué he tenido tanta mala vibra en ella. Supongo que es la única manera de cómo la puedo conseguir.
O quizás yo soy la vida opuesta de mi, y ella, o sea yo, tiene mejor vida y me toca tenerla de manera opuesta. Ya me confundí.
Note que ya había oscurecido así que decidí bajar a ver que cocinaría para la cena y para cuando llegue tuve la idea de preparar una deliciosa pizza o al menos intentarlo, tomé un libro de recetas y busqué los ingredientes que ahí solicitaba y comencé a cumplir cada paso. No me iba nada mal. Lo que si era que era la diferencia entre que lo prepare el cheff y yo, el desorden era una parte de ello.

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Hora y media después tocaba sacar pizza del horno, lo cual se me hizo un problema grave al entrar en pánico, me había quemado las yemas de los dedos al no pensar que estaría muy caliente y que me tocaba esperar un poco. Hice berrinche como niña cuando le quitan su juguete favorito y poco después saqué la pizza y serví jugo en dos vasos, el mio y el de Zayn, el cual sin necesidad de llamar, apareció en el mural de la puerta como en el mediodía. Comimos y nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones, me duche y me acosté a descansar.

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Suaves acaricias, besos mojados, la falta de luz en la habitación y podía decir que esta estaba prendida en fuego. Sus manos sudorosas acariciaban mis piernas esbeltas y sus labios contra los míos bailaban entre si de una manera peculiar y provocativa. Nuestros cuerpos se deseaban el uno al otro, ¿quién era? No podía ver su rostro pero podía jurar saber. El hecho de que me tocara de aquella manera me hacia desesperar y para cuando solté un gemido, pude ver como el me sonreía victorioso a oscuras, era él, era Zayn. Y justo en es momento, mi cuerpo reacciono de golpe haciéndome sobresaltar y volver a la realidad, aquello había sido solo un sueño, un sueño que no debía ser soñado.