Capítulo 27

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—uh ¿te estás... masturbando?— me preguntó con el ceño fruncido y abrí mis ojos como platos —¡NO, CLARO QUE NO!— respondí alterada y acomodé mi postura —entonces...— pidió explicación y me mordí el labio —tengo ganas de ir al baño pero no voy porque... tengo que estar pendiente de esto— me excusé señalando la hoya en la hornilla, apostaba a que estaba roja como un tomate de la vergüenza, no sabía que hacer y lo único que tenía era mentir. Muchos pensarían que era mejor decirle la verdad pero, sería más vergonzoso aún.
Zayn no se movió del lugar y por ahora solo me miraba expectante, esperando a que dé otro paso en falso y decidí tomar la hoya con el agua, tenía que salir de allí rápidamente. Voltee mi cuerpo hacia la cocina y estire mi mano para tomar la hoya —yo no...— escuché a Zayn decir y voltee a verlo... apreté mi mano en el agarradero de la hoya y grité de horror al levantarla, estaba tan caliente que me hizo caer al tropezar con el comedor y todo el agua me cayó encima —haría eso— terminó la frase y lo oí reír a lo último, le fulminé con la mirada y sin poder soportar, rompí en llanto, me ardía todo el cuerpo y más mis piernas quienes eran las más afectadas.
Tenía mis manos rojas, al igual que mis piernas y mi estómago, todo me dolía y mucho más la espalda. Las lágrimas siguieron corriendo por mis mejillas y cerré mis ojos con fuerza queriendo detener las lágrimas pero seguía llorando sin parar. Me acurruque en el suelo, cogiendo con mis brazos, mis piernas lo más que pude y quedé allí hasta que sentí que unos brazos me tomaban desde las costillas y me levantaban con facilidad, y sin tomar importancia de quien había sido, enrolle mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello, posando mi cabeza en su hombro.
No sabía a dónde se dirigía conmigo pero al captar el sonido, estábamos subiendo las escaleras para luego entrar en una habitación, en mi caso yo no quería abrir los ojos, me sentía cómoda en aquellos brazos y obviamente sabía de quiénes eran... solo, solo no tenían las fuerzas suficientes como para sacarme de allí. Me posaron en un suave colchón que me amarro por completo, dándome un sueño invencible. Próximamente, se hundió una parte del colchón dándome a saber que se había sentado a mi lado y un silencio se apodero de la habitación pero, no de esos silencios incómodos, sino de esos en los que te gustan estar.

[*...]

Había caído en un profundo sueño y no me había despertado hasta las nueve de la noche, y al abrir mis ojos note una habitación diferente y capté, que estaba en la habitación de Zayn y que él había sido quien me había cargado porque ¿Quién más sería? Jenny no podría cargarme con esa facilidad, y más cuando ella se encuentra débil.
Noté unas cuantas mantas mojadas con agua fría en las partes que fueron quemadas, hice una mueca de dolor al intentar moverme, me zumbé de nuevo en el colchón y me tapé la cara con las palmas de mi mano avergonzada al recordar lo que había pasado allí abajo. Y para cuando quería olvidarlo, Zayn entró en la habitación, se quedo un largo rato mirándome fijamente sin moverse de su lugar.
Camino hacía mi y se situó a mi lado pero no llegó a sentarse y me removí incómoda —¿Qué tal vas?— me preguntó respecto a mis quemadas —bien, ya no me arden— respondí segura de lo que decía y le sonreí agradecida —gracias... por todo—murmure más para mí que para él y fue ahí entonces que se sentó en el colchón, estiró su mano hasta una de las mantas y esa se encontraba en mi brazo, la quito de allí y comenzó a sobarme el brazo lentamente...

Subastada  |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora