Capítulo 122

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Corrí hasta la puerta principal y me dirigí hacía el estacionamiento, donde por suerte, aún estaba Zayn, pero este estaba a punto de arrancar. No tenía ningún plan, no podía pensar con la desesperación y cuando escuché el motor, me detuve justo en frente. Zayn frenó rápidamente haciendo que solo rozara un poco mi ropa. Hubiese sido una desgracia si no frenaba.
Nuestras miradas se encontraron, mi pecho agitado subía y bajaba con rapidez pero eso no me importaba. Vi como su puerta se abrió y salió, se aproximó hacia mi pero incluso dejó diez centímetros entre nosotros —pude haberte atropellado, no lo hagas de nuevo— reprochó o al menos eso intentó, el hilo en su voz lo delataba —sí, pudiste— aclaré. Mis piernas comenzaron a temblar —pensabas dejarme— decidí comenzar el tema y el desvió la mirada —no entenderás— dijo y bufé —claro, eso dices para no darme explicaciones y dejarme luego de tanto luchar por pertenecer a tu lado— seguí reprochando.
Mis ojos lucharon por no derramar lágrimas y los suyos volvieron a mirarme —por favor, _____. Debes entender que conmigo puedes correr riesgos, ¡¿Acaso no entiendes que estuviste a punto de morir por mi culpa?!— gritó quebrado, sus ojos se tornaban rojizos, mi corazón ya parecía no latir pero ignoré todo —ya todo está listo, él pagará por sus actos, se encuentra vigilado, ¡Ya nada se interpondrá entre nosotros! Zayn, yo te amo— mi nariz se tapó completamente por las lágrimas así que respiré por la boca, me acerqué hacía Zayn y este no retrocedió. Bajó su mirada —y yo te amo ____. Tanto que no puedo permitirme seguir haciéndote daño— se alejó y subió nuevamente a su camioneta. Puso en marcha el motor, pasó por mi lado, cruzó en la esquina y sin detenerse, se fue. Llevándose con él, mi vida.
Mi cuerpo derrotado callo a mitad de estacionamiento, comencé a llorar nuevamente y poco tiempo después, brazos me cargaron y me llevaron en ellos. No quería abrir mis ojos por lo tanto, acurruqué mi cuerpo como una pequeña. Su aroma ya me era reconocido por lo tanto descansé y dejé que me llevara.

[*...]

No se cuándo había caído dormida, ni cuando había sido acostada en una habitación muy poco conocida. Pero, gracias a los retratos en la mesa de noche, supuse que era la habitación de Jenny. Dejé las sábanas a un lado y me levanté. Caminé hacia la sala y ahí estaban, Ian y Jenny susurrándose tomados de la mano. Y que cuando me vieron, se separaron. Fruncí el ceño —no se separen, se ven lindos— dije, mi voz estaba ronca y decidí no seguir hablando. Me senté a su lado, los observé e intenté esbozar una sonrisa pero, no más que una mueca había podido sacar. — ¿Te sientes bien?— preguntó Jenny y asentí. Ian me trajo una pastilla y un vaso de agua, el cual le agradecí mentalmente. Me sentía terrible, tanto que no podía creer mi existencia. Nada había salido como lo planeado y antes de intentar no llorar, cerré mis ojos mientras descansé mi cuerpo sobre el sofá. Me sentía como si me habían linchado.

Subastada  |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora