Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 61

Y para cuando más dudas se acumulaban en mi mente, Liam las interrumpió al lanzarse junto a mí en el espacio que quedaba a mi lado —espero no estés pensando en como asesinarme— bromeo haciéndome reír —no, para nada— comente algo incomoda, no quería que el tocase mi pasado o al menos, mas de el. No quería que supiese sobre Zayn o todo lo que me pasó en aquella casa.
Liam y yo nos quedamos viendo televisión hasta tarde, me había ayudado a quitarme dicha preocupación por Jenny, o al menos lo suficiente como para distraerme un buen rato. Liam era una persona muy divertida y cada ocurrencia que decía, me hacía estallar en risas. Y para cuando se hizo la hora de irnos a dormir, le obligue a ir a su habitación, no podía seguir durmiendo en el sofá, yo lo haría esta vez. Era lo más justo que podía hacer por el.

[*...]

Las horas pasaron lentas, aun era de noche y no podía pegar los ojos, no era por incomodidad o calor, mejor dicho, estaba muy cómoda en el sofá y fresca con el aire que entraba por las ventanas, había decidido no prender esta vez el aire acondicionado. Y minutos después escuche un extraño ruido en las ventanas y luego en las escaleras haciendo que mi piel se erizara por completo, ¿Qué era aquello?
Me levante lentamente y tome el jarrón que estaba en la mesa de vidrio a mi lado, estaba aterrada y para cuando me iba acercando mas a las escaleras, note una silueta frente a mi, a solo unos pasos dejándome helada, no sabía que hacer y mis brazos no cedían.
La luz se encendió y me di cuenta que solo se trataba de Liam quien sostenía en su mano, una almohada y sabanas de lana, lo mire confundida y este al ver el jarrón en mis manos solo estallo en risas que hicieron eco en el lugar —¡LIAM!— chillé enojada por asustarme y por burlarse de mi de esa manera, deje el jarrón de nuevo en la mesa y me cruce de brazos como una niña pequeña y enojada —se puede saber... ¿Qué coños estabas intentando hacer?— estallo en risas de nuevo —espero no haya sido tu plan de asesinarme, porque cariño, estuvo patético— siguió burlándose y para callarlo le lance mi almohada con toda la fuerza que mis brazos pudieron —no, es que solo me asuste y pensé que eras otra persona— mi enojo se convirtió en vergüenza —me asustaste demasiado— hice puchero y Liam se acerco para rodearme con sus grandes brazos —lo siento— rio a lo último y le pegué en el estomago levemente —no era mi intensión, solo vine para acompañarte a dormir, ya no se me hace cómoda la cama— y ahí fue cuando entendí el porque sostenía su almohada y mantas de lana en sus manos.
Me separé de él y le ayudé a instalarse en otro de los muebles que estaban en la sala y a pesar de todo, el miedo que tenia no era nada normal, aún tenía un sentimiento de que algo iba a pasar y no era por Liam ni nada, había sentido eso desde hace mucho y gracias a ello, no llegué a pegar los ojos en ningún momento.
Al terminar de acomodar todo y de apagar las luces, Liam se situó a mi lado junto al mueble que había arrastrado desde su lugar hasta llegar donde mi, que por cierto, eso había sido lo más tierno que he visto en mi vida. Nos acostamos a dormir haciéndonos caer a los dos del cansancio.