Capítulo 124

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Mi cuerpo fue cargado por unos brazos, ayer me había quedado dormida nuevamente en el sofá y podría tratarse de Ian o Jenny, por lo tanto, dejé que el sueño me reinara nuevamente. Suspiré sintiendo ese aroma el cual me era demasiado conocido —¿Zayn?— murmuré semi dormida y escuché una corta risa —tranquila, descansa— susurró e hice caso a sus palabras. Si esto era un sueño, no quería despertar. Así que me dejé llevar por sus grandes brazos, aquellos que tanto amaba. 
Después de un minuto, mi cuerpo fue colocado en una especie de asiento, estaba en un auto —no te vayas— susurré y besó mi frente —ya vuelvo, espera— cerró la puerta y se subió en su puesto, prendió el motor y puso este en marcha. Me quejé de no estar más cerca a él, cosa que entendió y posó su mano en la mía. Causándome una chocante sensación. Parecía todo tan real.
Tiempo después, nuevamente fui cargada por sus brazos. ¿En dónde se supone que nos encontrábamos? Intenté abrir mis ojos pero el sueño aún reinaba en mí —ya casi llegamos— susurró. Y sin más caí inconsciente.

[*...]

Había caído como una piedra, y como era de esperar, al abrir mis ojos no había un Zayn a mi lado, ni mucho menos sus brazos liados a mi cuerpo. Protegiéndome. Froté mis ojos, me levanté y cuando di tan solo dos pasos, caí en cuenta de que no me encontraba en el apartamento de Jenny, ni mucho menos en el de Zayn, de hecho, nunca había visto este lugar. ¿Dónde me encontraba? Mi piel se erizó totalmente, me estaba aterrando. No quería moverme y encontrarme un asesino en serie pero, tenía la obligación de hacerlo.
Caminé lentamente en el suelo frío, descalza. Abrí la puerta y me encontré con un corto pasillo, pasé por allí y aspiré al instante un aroma de café por la mañana proviniendo de la cocina. Suspiré. Debía llegar al fondo de esto. Me asomé poco a poco y observé la habitación, mi corazón se paralizó totalmente. Allí a espaldas se encontraba Zayn, sin camisa y con bermudas, algo para nada peculiar en él. Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante, ¿Qué estaba sucediendo? —¿Zayn?— tartamudeé y giró hacía mí, me sonrió.
Dios, ¡¿Qué más quieres de mí?! —buen día— me entregó una taza de café —Buen día, ¿Dónde estamos?— pregunté con el ceño fruncido, aún incrédula —Italia— se encogió de hombros restándole importancia —espera, ¿Qué? ¿Cómo?... Zayn, ¿Estás tomándome el pelo?— sus manos se unieron con las mías y jalaron de mí hacía su cuerpo. Nuestras frentes fueron unidas, haciéndome temblar —No, sólo me he dado cuenta de lo estúpido que fui al dejarte en aquel estacionamiento, de verdad no quería hacerlo ______. Eres la razón de mi existencia, y por favor, no me dejes alejarte porque poco a poco me extinguiré— nuestras respiraciones chocaron, y besé sin pensarlo dos veces sus labios —cásate conmigo— susurró entre besos, deteniendo mi respiración. ¿Qué? Zayn se alejó de mí, se arrodilló y sacó de su bolsillo una pequeña caja azul —quizás nuestra historia no es sacada de un cuento de hadas pero, es aquella que no quiero que termine... _____, ¿Quieres casarte conmigo?— preguntó y chillé emocionada, sollozando ligeramente —¡Sí! ¡Sí quiero casarme contigo!— me lancé sobre él y besé desesperadamente su rostro, haciéndolo reír.
Lié mis brazos alrededor de su cuello, dándole la libertad de cargarme y llevarme hasta la habitación nuevamente, dando pequeños saltos como niños y mientras eso sucedía, todo pasaba como en cámara lenta, al igual que mis pensamientos. Estaba más que claro, no estaba en ningún sueño. Sí estaba en Italia, con Zayn, con aquel ogro que tanto juré odiar por el resto de mi vida, y que ahora, es al ser que más amo en este mundo. Sí, era definitivo, la felicidad había tocado mi puerta. Aquella que tanto había esperado todo este tiempo, estaba frente a mis ojos y nada ni nadie podía cambiarlo.

Subastada  |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora