Capítulo 3

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—Señorita, eso es para no ensuciarse la ropa— me dijo una chica de las limpiezas al ver mi cara de confusión y suspiré pesadamente —gracias— traté de ser educada y noté diferentes cubiertos en la mesa y el plato blanco como la nieve, no estaba acostumbrada a esto y mi pregunta era ¿lo tenía que hacer? No lo sabía pero iba a ser muy difícil de lograrlo. Escuché unos pasos bajar por las escaleras de madera y la mujer a mi lado brincó del susto, ¿que hacía este hombre que colocaba a todas las chicas de limpieza asustadas y nerviosas al escucharlo o verlo? Creo que no era un hombre dulce...
El "señor Malik" entró con expresión seria y aún con su esmoquin negro, se sentó en el asiento que quedaba en la punta de la mesa y no dirigió ninguna palabra ni mirada hacia mí o hacia las chicas presentes, dos chicas más llegaron y sirvieron con toda la rapidez en nuestros platos. Él comenzó a comer y yo junté mis manos cerrando los ojos al mismo tiempo y le agradecí a Dios que a pesar de no tener una vida linda y soñada, agradecí por seguir viva en este mundo en el que no es fácil vivir. Él me miro con una ceja levantada y me miraba con desprecio, suspiré de nuevo pesadamente sintiendo que todo dentro de mi pesaba y me asfixiaba, tomé el cuchillo con mi mano derecha y un cubierto con la izquierda recordando como vi a aquella señora comer milanesa. Empecé a picar un trozo y como no podía le di más duro haciendo rechinar el plato y como le di tan duro que partí un pedazo del plato —patética— lo escuché decir y se levanto tirando el pañuelo en la mesa —JENNY!!— escuché su grito haciéndome cerrar los ojos, seguidamente llegó una nueva chica que pienso tiene más o menos mi edad y comenzó a limpiar todo —vamos a tu cuarto, te mostraré algunas cosas— me dijo con voz nerviosa y yo asentí y me fui con ella corriendo hacia las escaleras, voltee a ver a la sala y noté a un hombre con el ceño fruncido y su mano en la barba. Mi corazón latió aún más —señorita no se detenga— me dijo la chica y me fui corriendo con ella de nuevo.

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Mis lágrimas no dejaban de salir, mi pecho me decía que no aguantaba más —señorita tranquilícese— me seguía diciendo la chica que por ahora seguía conmigo en la habitación —pero ¿cómo? Si mi vida es un completo desastre, estoy más confundida que Adán y Eva el día de las madres— dije y ella se tapó la boca para reír en silencio, al menos eso nos contentó un poco —no diga eso, mi vida también ha sido un asco y míreme, estoy aquí estancada con una bestia de hombre que al verlo mi cabeza dice que corra— ella se expresó haciendo muecas y la invité a sentarse conmigo en la cama —dime tu nombre— le pedí y ella miro hacia los lados —soy Jenny, ¿y tú?—me preguntó en susurro Jenny —me llamo _____— le di la mano, eso sí sabía hacer. Jenny me pidió que le contara mi historia y no muy encantada lo hice al igual que ella me contó la suya y digamos que las historias tienen algo parecido —necesito que me enseñes a no volver a hacer lo que hice hace poco, no sé nada de ser educada... aunque no lo creas las hermanas iglesias también eran huérfanas y nunca tuvieron alguien que les enseñase algo— le dije y me coloco un brazo en mi hombro —tranquila, lo haré pero no quiero que digas nada de esto, al señor Malik no le agradan muchas cosas realmente— dijo y miro hacia sus manos, escuchó un grito y se levantó acomodándose el uniforme —mañana a primera hora estoy aquí... el señor va a trabajar así que hay que aprovechar—dijo sonriente y salió corriendo de la habitación.
Me dirigí hacia el baño, me quité mi ropa manchada y me empeñé en no dejarme nada sucio, me lavé el cabello que por cierto, no me lo había cortado nunca y no lo pensaba hacer, luego de que terminé, busqué algo para dormir. Me acosté acomodándome en el colchón y en segundos quedé rendida.

[*...]

5:30 AM y yo ya estaba despierta como de costumbre, en el orfanato nos levantábamos muy temprano hasta en los domingos. ¡Deja de pensar en esas señoras que te vendieron en una subasta! Le exigí a mi mente y cuando iba a entrar al baño escuche la puerta, corrí hacia ella y cuando la abrí noté a alguien que no esperaba, Malik me miraba expectante y mis nervios comenzaron. Se alejó y noté a Jenny haciéndome señas —buenos días— dije esperando que eso sea lo que me dijo Jenny que hiciera, él volteo a verme pero no respondió —llegaré tarde— dijo y se retiró.

Subastada  |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora