Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 36

Me tomo fuertemente de las muñecas —te lo he advertido ____ y me has desobedecido y ahora sabrás obedecer cuando yo te ordene— me susurro y para cuando me iba a tomar de la otra muñeca, le di un golpe en la boca del estómago y salí corriendo de allí —oh claro, juguemos, ¿Cómo quieres jugar? Al gato y al ratón o es preferible... ¿"policía y ladrón"? tu decides— caminó hacia mí lentamente desabrochándose la camisa entre los primeros botones dejando ver un poco de su pecho, se quitó la corbata y el saco. Mis piernas flaquearon al verlo acercarse más rápido pero disimuladamente, me corrí para atrás —al parecer jugaremos al gato y el ratón— siguió hablando y negué lentamente —no insultes al gato comparándolo con una bestia como tú— reproché y él detuvo su paso, su mirada llena de ira perforaba mi piel pero no perdí la cordura.
Y en segundos corrió hacia mí pero fui más rápida y escapé del cuarto, bajé las escaleras y miré a mis lados, no tenía donde ir, pero tenía que ganar ésta, tenía que escapar. Corrí hacia la cocina y me posicioné en el otro extremo de la mesa, noté una sonrisa maliciosa en el rostro de Malik y me dio rabia, él estaba tan tranquilo y a mi casi me daba un paro cardíaco. Quiso pasar desapercibido y distraerme pero me monté en la mesa queriéndome lanzar como en las películas al otro extremo pero no me salió, me tomó del tobillo y me jaló hacia el.
Quedé con mis piernas abiertas frente a él y me sentí avergonzada, me abalancé sobre él y le mordí en el cuello intentando zafarme de su agarre y lo logré, se llevó su mano al cuello pero aún así no me quitaba la mirada de encima. Logré pasar al otro extremo y ahora mi mente trabajaba en crear un nuevo plan —si piensas que eso me ha dolido, cariño, estás equivocada— dio unos pasos y tomé un vaso que estaba a mis espaldas en el fregadero y se lo lancé pero ni siquiera le llegué a tocar un pelo de su cabellera negra.
Corrí hacia el living y Zayn corrió tras mi, él era mas rápido pero yo era más hábil. Vacilé un poco a Zayn y luego tomé camino hacia el patio trasero, me encantaría correr fuera de casa pero estaba más fácil encerrarme en un subterráneo que escapar de este lugar y no es que el patio trasero fuese un refugio muy bueno, solo había una gran piscina y matas que me bloqueaban el paso —creo que te has quedado atrapada en tu propia trampa— le escuché decir a mis espaldas y voltee para ver donde se encontraba y me llevé una sorpresa al ver que estaba cerca de mí, a solo centímetros de distancia y en respuesta, di un paso atrás en seco haciéndome caer en la piscina, el miedo se apoderó de mi, yo sabía defenderme al nadar pero aquello me había tomado por sorpresa y había tragado mucha agua.
Vi a Zayn lanzarse también al ver que no salía, y nadé intentando alejarme de él, intentaba llegar a la escalera que estaba en una esquina, casi llegaba, solo me faltaba un poco más y para cuando llegué intenté apresurarme a subirlas pero Zayn me tomó del pie y me jaló nuevamente hacia la profundidad y me rodeó con sus brazos, ¿Acaso quería ahogarnos? Que se ahogue solo él, así es mejor. Los golpes que intentaba dar bajo el agua eran en vano porque como todos sabemos, nuestros cuerpos se hacían lentos.
La falta de oxígeno nos apoderó y nos obligó a subir a la superficie, yo me sentía agotada y al no sentir el aire en mis pulmones, me dio una presión en el pecho y asustada a ahogarme, me abracé a Zayn. Había un frío infernal y mi labio morado temblaba sin parar —por favor, no me sueltes— dije tartamudeando y él me inspecciono el rostro. Me tomó con fuerza y me llevó hacia las escaleras donde me ayudo a subir.