Capítulo 75

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El teléfono comenzó a sonar, tomándome por sorpresa y causando que un chillido saliera de mí, las manos me temblaban pero aun así tome el teléfono y suspire hondo —buen día, despacho de Zayn Malik ¿Qué desea?— mantuve mi voz firme pero lamentablemente se podía notar que estaba quebrantada —buen día, quizás me digas atrevido pero, ¿Pasa algo? Y por favor, no me vas a decir que nada— respondió una voz masculina —no, no me pasa nada, por favor, ¿Me puede decir el por qué de su llamada al despacho? Si me puede disculpar, me encuentro algo ocupada por aquí— intente sonar lo mas cordial que pude —tranquila, yo no le digo nada a Zayn, sé cuan difícil es trabajar allí, por eso la anterior secretaria se ha retirado y...— antes de que pudiera seguir hablando pistoladas, una voz nueva en la conversación intervino —¿Acaso no la entendiste Alessandro? Ella se encuentra ocupada, y necesita volver al trabajo— esa voz le pertenecía a Zayn, ¿había escuchado todo?, escuchar su voz me había causado un vuelco en el estómago —¡Vaya!, miren quien se unió a nuestra conversación... nada mas y nada menos que el famoso empresario Zayn Malik, tiempo sin saber de ti, ¿Ahora te dedicas a escuchar las llamadas de cada trabajador?, muy bien— hablo Alessandro y cualquiera podía sentir el enojo entre ellos dos —es mi empresa y ella es mi empleada, ¿te interesa? Me parece que no— contraatacó Zayn y yo solo me limité a mantenerme callada —Ok, está bien, fue un placer hablar con usted, bella dama, y antes de irme me encantaría escuchar su nombre, ¿se puede eso?— dijo y no supe que responder, ¿tenia que responder acaso? —ella no te interesa— Zayn interrumpió mis pensamientos y Alessandro estallo en una carcajada —ya veo, ¿No es muy joven Zayn? Me parece que ya no vas por las mayores— ¿A que se refería? Yo no era otras de sus victimas... ¿o si? Y antes de poder decir otra cosa, la llamada fue colgada por alguno de los dos y me parece que el causante fue Zayn, ya que, en la otra sala se escucho como fuertemente fue tirado el celular.
Me quede tiesa, sin querer mover alguna parte de mi cuerpo, así sea pestañear. Segundos después, otro chillido salió de mi boca para cuando volvió a sonar el teléfono y antes de contestar, lo pensé aproximadamente 3 veces —Buen día, despa...— Zayn me interrumpió —te quiero ver aquí, ya— su voz ronca se escucho sin necesidad de hablar por medio del celular y colgó antes de que preguntara la razón.
Me levanté de mi puesto, acomode mi vestimenta, y "decidida" entre escapar o hacerle caso a la orden que Zayn me acababa de dar, le di vuelta a la manija de la puerta y antes de que me diera cuenta de las miradas presentes de los trabajadores, entré a la oficina de Zayn sin tocar ésta vez, y lo encontré reposado en su sillón, posando su mano derecha en su barbilla y con la mirada fija en la puerta —¿Pasa algo?— pregunte como si nada —toma asiento— me ordenó y esta vez no quise contradecir, me senté y esperé a que dijera algo, lo cual tardó unos largos segundos —te rebajare la deuda, serán aproximadamente... veinte mil dólares— dijo de la nada, tomándome por sorpresa, ¿Qué se traía en mente? — ¿Qué? O sea, ¿Por qué?— pregunté atónita —como escuchaste— respondió obviando las preguntas —¿y ya? ¿Sin condiciones?— aun no me lo podía creer, obvio que había gato encerrado detrás de todo esto —¿Crees que te bajaré esa cantidad de dinero por qué sí? No cariño, en la vida ningún negocio es así, y si lo fuera, yo no estuviese en donde estoy— sonrió con malicia al decir aquello, tenia razón y yo también la tenía al pensar que estaba ocultando algo detrás de esa "generosidad" —la condición es— se levanto de su asiento y se aproximó hacia la gran ventana que había detrás de el, dándome la espalda, para luego voltear y acercarse hacia mi, demasiado para mi gusto —que te conviertas en mi sumisa— termino de decir, mirándome fijamente a los ojos y la única reacción que pude tener es plasmarle una cachetada en su mejilla, su cabeza se volteo a su lado izquierdo —arrepiéntete— murmuró entre dientes apretados, su mandíbula se tenso por completo pero esta vez, después de tanto tiempo, no me hizo daño o efecto alguno —no lo haré— le rebote, ya me había cansado de que me tratase como quisiese, y no me había afectado lo de ser su sumisa porque más bien, ya parezco una y de él. Lo que me molestaba era que con el simple hecho de haber arruinado mi vida, lo odiaba.

Subastada  |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora