Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 11

Me concentre en la ropa y al terminar de secarlas por completo en la lavadora y secadora, me coloque mi uniforme para luego salir con toda la ropa y me dirigí a la sala para doblarla y colocarla en su sitio, lo que me había pasado, ya me había pasado una vez y como moriría si me llegase a pasar una tercera vez, esto era odioso y repugnante, cuando menos quieres que te pase, te pasa y cuando quieres que te pasen las cosas, no pasa absolutamente nada. Todo es tan injusto.

Jenny llego a mi lado con los ojos bien abiertos y yo supuse que lo sabía todo pero ¿él le había contado? La mire esperando respuesta a su reacción y se sentó a mi lado —¿que le has hecho?— dijo traumatizada y yo fruncí mi ceño —no le echo nada— me excusé y ella hizo muecas —está echo furia en su oficina y dijo que necesita hablar con nosotras— habló Jenny y mis nervios aparecieron ¿se había molestado por todo el desastre? Oh Dios, ¿es enserio?

Al entrar en su oficina nos miro a las dos y nos invito a sentarnos —quería darles su paga mañana y un día libre el sábado, solo medio día, luego estarán acá para seguir con sus deberes pero ahora que lo pienso mejor, les restare seis horas al medio día, solo tendrán seis horas libres para ir a hacer lo que quieran, sin ningún atraso al llegar, ni un minuto... las estaré esperando— dijo y Jenny y yo nos miramos —mañana usted estará trabajando señor— dijo tímida Jenny y él la miro —mañana no tengo la necesidad de ir— volvió su mirada a sus papeles y suspire, cuando nos íbamos a levantar, el me interrumpió —no quiero volver a ver lo que vi abajo o serás castigada y no sólo con eso de encerrarte en tu cuarto— dijo seco y me dieron unas ganas de matarlo a trancazos increíbles.

Luego de salir del despacho del Sr. ogro comenzamos a limpiar emocionadas, tendríamos pagas y eso era lo único bueno de esto, en la otra parte era repugnante ¿sigo viva para esto? Esto es realmente injusto, al terminar tomamos nuestras cosas y fuimos a tomar una ducha larga y a relajarnos después de un duro y largo día. Estábamos muy ansiosas por ir detrás de estas paredes para distraernos del pesado trabajo y del ogro que tenemos de jefe.

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Al día siguiente...

Nos levantamos a las seis, preparé desayuno y cuando recibimos dos mil dólares me quedé helada, no había comprado nada en mi vida, me alegro de tener a Jenny a mi lado ¿cierto? Las horas pasaban y mi ansiedad crecía, me sentía muy emocionada. Las horas pasaban lentas y yo estaba que lanzaba cada reloj al suelo.
Al hacerse las seis, me encamine a mi cuarto y me vestí con unos jeans ajustados blancos y una blusa con rayas y me dirigí con Jenny rápidamente hacia afuera y tomar un taxi, teníamos que disfrutar el día.