Subastada |Zayn Malik y tu| TERMINADA

Capítulo 92

Sus ojos vaguearon por mi cuerpo desnudo y esta vez no me preocupe en taparlo, quería saber que haría —sube a tu habitación— ordeno con voz ronca. Comencé a caminar hasta pasar a su lado y antes de que pudiese subir los escalones, su mano me tomo con fuerza de la cintura y me acorralo sobre la pared. Acortando nuestra cercanía, sus manos en mi cintura comenzaron a pasearse sobre mi piel, nuestras respiraciones agitadas demostraban deseo y antes de que se arrepintiera, uní nuestros labios, en un beso desesperado y lleno de placer.
Sus manos se dirigieron hasta mis glúteos, los cuales fueron tocados por las manos de Zayn, gemí al sentir que estos fueron presionados por sus grandes manos. Seguí besándolo con desesperación, mientras quitaba su camisa y acariciaba su abdomen con mis manos. Sus labios besaron mi cuello y yo me mantenía con mis ojos cerrados, disfrutando de sus caricias que ya había extrañado.
Fui acorralada nuevamente sobre la pared, sus grandes brazos me abrazaron mientras intentaba quitar el sostén, y al notar que no podía, me encargue yo de ello. Con facilidad lancé dicha prenda sobre en suelo y Zayn no tardó en besarme el pecho y dejar varias mordidas allí, gemí unas dos veces más.
Zayn me cargó para así subir hasta su habitación, rodee con mis piernas su torso para así no caerme y causar un accidente. Al llegar a su habitación, nos acostamos sin dejar de besarnos y de darnos caricias uno al otro.
Aproveche a quitarle el mono de pijama que cargaba puesto y el metió sus manos en mis bragas, las únicas prendas que tenia puestas, y yo hice lo mismo en él. Metí mis manos en su bóxer y este gimió al sentir mi tacto y mis caricias alrededor de su miembro... le quité el bóxer deslizándolo lentamente con mis pies, hasta lograr sacarlo, estábamos desnudos los dos y Zayn al darse cuenta, se separo de mi y admiro mi figura mientras sonreía malicioso.
Busco en la mesa de noche que se situaba al lado de su cama un preservativo, lo tomó y cuando lo iba a abrir, se lo arrebate de sus manos y decidí hacerlo yo, con mi boca... No se de donde había salido ese impulso pero quería demostrarle lo que era capaz a Zayn, y vaya que se vio sorprendido al quitárselo. Me acerqué a sus piernas y coloqué con mucho cuidado el preservativo, en lo cual no me fue nada mal. Zayn gimió al yo alejarme.
Besé nuevamente sus labios y seguimos con las caricias que no quería que terminaran. Zayn me tomo de las caderas y se acomodo sobre mi torso para así, entrar en mi... al hacerlo, me hizo gemir nuevamente, Zayn había sido delicado por así decirlo, y al estar ya dentro, comencé moverme de arriba abajo, terminando esta vez yo encima de él.
No dejé de clavar mis uñas en los brazos de Zayn cada vez que se movía dentro de mi, —Zayn— gemí su nombre y este hizo lo mismo. Era la sensación más placentera que nunca había sentido, y que no quería que parara.
Seguí haciendo movimientos sensuales y restregando mis pechos con su piel, el cual eran besados por Zayn, así hasta llegar al orgasmo pero eso no nos detuvo. Seguimos besándonos como la primera vez y él siguió entrando en mí cuantas veces deseaba. Amaba sentirme vulnerable sobre él y él amaba tener poder en mí. Era literalmente su sumisa.
Dejé de hacer movimientos sobre su miembro y me separe para así poder tomarlo y hacerle caricias allí abajo, siempre quise saber que tal seria y si para él era placentero. Esta noche no tenía vergüenza, haría todo lo que se me ocurriese o no.
Mire el rostro de Zayn y este me miraba fijamente, con una amplia sonrisa, sus ojos se mantenían abiertos y aproxime mi boca hasta ahí abajo, dando leves besos en sus partes. Le escuché gemir, y seguí haciendo lo mismo, mordí varias veces su miembro hasta subir los besos a su abdomen.
Zayn al ver que lo tenía en la palma de mi mano, me tomo de la cintura y se posiciono encima de mí, para así poder tomar mis pechos, y morderlos. Cerré mis ojos —date vuelta— susurro en mi oído e hice lo que me pidió, estaba nerviosa y mi piel se mantenía erizada.
Mordió uno de mis glúteos y besó desde ellos hasta mi cuello, haciéndome patalear y a él reír. Ya se podía decir que el cansancio nos estaba ganando así que decidimos sin emitir alguna palabra, besarnos, su lengua vagueo dentro de mi boca hasta así separarnos y acostarnos uno al lado del otro, siento tapados por una sabana de edredón —te amo Zayn Malik— dije sin arrepentimientos.