I(corregido)

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***

Viaje.

Dos días después de haber recibido la carta de la Dinastía Todoroki, los Bakugou emprendieron su marcha. Iban en su carruaje de camino al territorio de los susodichos.

Era bastante temprano pero era el mejor momento para partir.

Al principio de su viaje, la familia se mantuvo en silencio hasta que Mitsuki no pudo soportarlo más y tuvo que hablar.

—Oye, cariño... Quería preguntarte algo.—Le habló a su esposo.

—¿Qué sucede, Mitsuki? ¿Te encuentras mal?—Le preguntó su marido preocupado.

—No, no es eso...Es sólo que...¿Tú crees que los Todoroki son de fiar?

El alfa se quedó pensativo durante unos instantes antes de contestar a su esposa.

—Nadie es totalmente fiable, Mitsuki. Pero esta reunión es necesaria, sólo tenemos que actuar con cautela y todo saldrá bien. No te preocupes.—Le dijo su marido poniendo su mano sobre la suya para calmarla.

—Sí... Supongo que es lo mejor.—Dijo Mitsuki sin convencimiento ya que no se acababa de fiar pero entendía que no debía insistir con el asunto. Era mejor que no alterase a su esposo.

***

Tras dos días de viaje, con sus correspondientes descansos, llegaron al fin a su destino.

Allí fueron recibidos con educación y respeto. Aunque, cuando estuvieron frente a Enji, la atmósfera cambió.

El alfa, que había sido avisado  por sus criados de que habían divisado el carruaje de sus invitados, los esperó en el recibidor, aunque normalmente no lo hacía pero quiso hacer una excepción en aquella ocasión.

Así que, en cuanto los criados anunciaron su llegada y abrieron la puerta, él los esperó de pie. Vestido con una Yukata granate y unos pantalones negros.

—Bienvenidos, Familia Bakugou.—Les saludó Enji con cordialidad.

—Buenos días, Todoroki-sama. Gracias por recibirnos a mi familia y a mí.—Dijo Masaru.

—Un placer recibir a tan noble dinastía. Bakugou-sama, vayamos a mi sala de reuniones. Traiga a su hijo consigo, él debe estar presente. Al igual que Shoto.

—Bien, que así sea.

Enji miró a Mitsuki y luego a sus criados.

—Llevad a la omega con mi esposa, así podrán charlar tranquilamente.—Ordenó sin siquiera dirigirse a la omega, como si ella no importase lo más mínimo.

Esa actitud molestó a la rubia ceniza pero no emitió queja pues sabía que no podía hacerlo o, de lo contrario, fastidiaría todo.

—Como ordene, Todoroki-sama.—El criado hizo una reverencia y se dirigió a la omega.

—Mitsuki-sama, ¿me permite que la acompañe?

La mujer miró a su marido, éste sólo le hizo un gesto con la cabeza en señal de aprobación, por lo que ella no tuvo más remedio que ceder e irse, aun si ella prefería estar presente.

—Sí, claro.

—Gracias, Mitsuki-sama. Acompáñeme, por favor.—Le pidió el beta.

La omega se fue con el criado y se fueron juntos hasta la sala de invitados en la que Rei, esposa de Enji, se encontraba.

Los tres hombres se quedaron solos y se fueron a la sala de reuniones, donde estaba Shoto.

"Espero que esto no sea una trampa."—Pensó Masaru mientras caminaba hacia la sala junto a su hijo y tras Enji, en señal de respeto.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora