El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]

XXXV.

***

Kendou comenzó a agrandar sus manos para golpear a Bakugou y así darle tiempo a Shinsou para escapar. El alfa sabía muy bien de qué trataba el plan y quiso ser lo más breve posible.

"No puedo permitir que esta idiota me entorpezca."

Entonces Katsuki activó su quirk para contraatacar. Itsuka logró esquivar varias pero otras le causaron daño.

—¡Agh!—Se quejó.

La chica estaba algo dolorida, mas no quería flaquear.

"Debo aguantar...Por Shinsou, por el reino, por Ibara..."

Y con el último pensamiento dedicado a su novia, se recompuso y se preparó para devolverle el ataque a Katsuki.

—¡Ahora verás!—Exclamó ella.

Pero, cuando iba directa hacia el rubio, éste la distrajo con una explosión en uno de sus costados. Bakugou aprovechó para desenvainar su espada y clavarle la espada a la soldado.

La pelirroja no pudo hacer nada para defenderse, tan sólo pudo lamentarse.

"Lo siento...Ibara..."—Pensó mientras caía inerte al suelo.

Katsuki, viendo el mortecino rostro de Itsuka, supo que había ganado la pelea y que podía ir hasta Shinsou. Salió corriendo en dirección al alfa.

—¡Deja de huir!

Shinsou, cuando oyó la voz del emperador, supo que Itsuka había muerto.

"Imposible."—Pensó mientras cabalgaba.

Hitoshi sintió rabia al saber que una de sus mejores soldados y mejor amiga estaba muerta.

"Quiero matar a ese desgraciado pero estos momentos no puedo dejarme llevar por sentimentalismos, en cuanto gane esta guerra asesinaré a Bakugou y vengaré a Kendou."

El consejero de Shinsou que quedaba vivo, huyó sin mirar atrás pues no deseaba perecer.

Katsuki, notando que el chico ojeroso le adelantaba, se impulsó con sus explosiones. Gracias a que se sentía acalorado, pudo producir el suficiente sudor como para adelantar gran parte del camino, lo único que le falta era impulsarse. 

Estaba a nada de alcanzar al Hitoshi cuando vio que tanto el emperador como el caballó de éste caían al suelo.

"¿Qué demonios pasa?"

Bakugou no entendía lo que sucedía hasta que, cuando ambos tocaron el suelo, observó el el caballo tenía varias flechas en su cuello. Además parecía haber sido golpeado con una piedra. Tuvo curiosidad por saber quién había sido y, en el instante en el que se giró, vio a alguien que portaba un yelmo que cubría su rostro. El alfa miró con detenimiento la vestimenta del soldado.

"Ese tipo no es de mis soldados, es más, la armadura es de la Dinastía Shinsou...¿Un traidor?"

—Mierda...¿Qué...Ha...Pasado?—Preguntó algo aturdido mientras intentaba incorporarse con dificultad.

Katsuki dejó de mirar al desconocido y volvió a centrar su atención en Shinsou, apuntando con su espada a la garganta de éste.

—Vaya, vaya, ¿necesitas ayuda, bastardo ojeroso?—Preguntó esbozando una arrogante sonrisa.

Hitoshi lo miró con rabia.

—Tsch, déjame en paz. No tengo tiempo para perderlo contigo, debo ir por mi omega.—Dijo apartando con brusquedad el filo de la espada.