El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]

XL.

Notas iniciales: Violencia, tortura, crueldad y extracción de órganos.

***

Bakugou agarraba con fuerza los cabellos de Shinsou, tirando de ellos mientras le hablaba.

—¿Sabes? Voy a pedir unos utensilios para divertirnos un rato, no puedes morir sin sufrir.

—Je. No esperaba menos...Oye, ¿traerás a Shoto de vuelta? Quisiera verlo por última vez.

Katsuki sintió tal rabia al escuchar el tono burlón de su reo y su petición que estampó su cara contra el suelo para después alzarlo de nuevo.

—Creo que todavía no entiendes tu posición aquí, jodido bastardo. Pero no te preocupes, haré que lo sepas enseguida.

Entonces, el emperador miró en dirección a sus siervos y les gritó:

—¡Traedme los artefactos de tortura que encontréis! ¡Rápido!

—¡Como ordene, Bakugou-sama!—Respondieron para después salir corriendo.

El alfa decidió tirar al suelo a su prisionero, aplastando con su pie derecho la espalda del susodicho.

—Ugh, ¿podrías parar? Me estás aplastando.

—Te jodes. Ya dije no habría piedad para los traidores.

Katsuki continuó haciendo fuerza con su pie sobre el otro alfa mientras esperaban. Hitoshi se empezaba a quejar por el daño que el rubio cenizo le producía. 

—Eres afortunado, bastardo. En este palacio hay unos cuantos instrumentos de tortura pero mis padres no habían utilizado ninguno hasta hoy y tú vas a tener el honor de probarlos.

Minutos después, los criados volvieron con varios instrumentos de tortura como el aplastapulgares, el potro, el aplastador de rodillas y un gancho.

—Nada mal.—Comentó Bakugou cuando vio aquel arsenal.—¿Qué te parece a ti? ¿Te gusta lo que ves?

Shinsou, que estaba viendo los artilugios, sintió pavor.

"Este hombre va en serio."—Pensó aterrado.

—¿Qué pasa? ¿Ya no te hace gracia esto?

Hitoshi no contestó pues el miedo le impedía hablar.

—¿No hablarás siquiera?

El de cabellos violetas permaneció callado.

—Bueno, debes estar emocionado. No te culpo.

Sus siervos le acercaron los instrumentos de tortura y escogió los que más le gustaron.

—Me quedaré con el destrozador de rodillas, el potro y el gancho.

—Buena elección, Bakugou-sama.—Le respondió uno de sus criados.

Katsuki tomó primero el destrozador de rodillas, este artilugio era de madera, compuesto por piezas de madera con púas unidas mediante unos largos y gruesos tornillos. Bakugou sólo debía colocar el instrumento en una de las rodillas de Shinsou y girarlos. El emperador se giró hacia su prisionero y se acercó a él.

—Dime, Shinsou, ¿qué rodilla quieres que te destroce primero?—Le preguntó con una sádica expresión en su cara.

Hitoshi se fijó en el objeto y tembló. Él no quería sufrir dolor, eso era aterrador para él.

—¿No vas a responder?

El joven no respondió pues no le salía la voz.

—Muy bien, elegiré por ti.—Dijo sonriendo macabramente.