El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]

XXXIV.

***

En ese momento ambos ejércitos se encontraban frente a frente en el amplio prado propiedad de La Dinastía Shinsou. Los soldados de sendos bandos aguardaban la orden de sus respectivos emperadores.

—¡Atacad!—Gritaron los dos alfas.

Los soldados no dudaron ni por un segundo en obedecer, se inició entonces una encarnizada batalla. Algunos de los soldados más destacados de Bakugou, entre ellos Kirishima, Tetsutetsu y Shoto peleaban contra personas tan poderosas como Inasa, Kendou y Kan. Todos ellos estaban dando lo mejor de sí. 

Shoto peleaban como podía con su hielo contra el potente viento de Inasa pero éste se lo estaba poniendo difícil.

"Maldición. Este alfa es demasiado molesto...Mi hielo no parece ser suficiente contra él, tendré que hacer uso de mi fuego. Espero que Katsuki no lo note."

Entonces activó su quirk de fuego, Yoarashi intensificó su viento para tratar de extinguirlo mas consiguió el efecto contrario.

"Mierda, nos vamos a quemar todos. Puto omega."

—¡Ahora verás! ¡No permitiré que...!

Aprovechando la palabrería que estaba soltando el alfa, Shoto hizo que tanto él como Inasa quedasen limitados por un círculo en el que convivían el fuego y el hielo.

"Creo que así no causaremos mayor desastre."—Pensó el bicolor, quien continuó con su ardua pelea.

***

En otro lugar, en el mismo campo de batalla, Katsuki peleaba codo con codo con kirishima, ambos enfrentaban a varios soldados que impedían que cualquiera de los dos se acercase a Shinsou.

"Estos imbéciles no paran de cortarme el paso, voy a tener que matarlos a todos con mis explosiones."

Katsuki activó su kosei, lo que dio como resultado explosiones que dejaron inconscientes en el suelo a varios soldados, a los que posteriormente los terminó de matar revanándoles el cuello. Kirishima se valió de su quirk para apuñalar y herir a tantos como podía con el fin de facilitar a Bakugou su camino hacia Hitoshi.

—¡Vete, Bakugou! ¡Es tu oportunidad de ir hacia él! ¡Yo puedo encargarme de ellos!

Bakugou se sentía algo dudoso porque no le agradaba del todo la idea de dejar solo a su amigo pero, sin embargo, tomó la decisión de confiar en él.

—Está bien, te lo dejo a ti. ¡Ni se te ocurra morir!

El alfa corrió entre los soldados, quitándose de encima a los pertenecientes al bando enemigo. Por el momento la batalla parecía ir bien, incluso se tomó el lujo de divisar a sus soldados para comprobar que no estuviesen en algún apuro. No pudo ver a todos pero, los pocos con los que se logró cruzar, peleaban incesantemente, sin vacilar. O eso era lo que aparentaban pero lo cierto era que algunos de sus soldados comenzaban a cansarse.

Uno de ellos era Denki, quien notaba un característico calor recorrer su cuerpo.

"Oh, no, no puede ser...Mi celo se ha...Adelantado...Y lo peor es que no puedo hacer nada para ocultar mi olor ni tomar la medicación. Ahora los alfas vendrán a por mí."

Kaminari hacía su mejor esfuerzo para no sucumbir pero estaba siendo complicado. 

"Que no se den cuenta, por favor, por favor."—Suplicó mentalmente Denki por si existiera algún Dios misericordioso que se apiadase de él.

Su pelea contra los tres alfas que lo enfrentaban, empezó a dificultarse poco a poco. Para su desgracia uno de los soldados habló.

—Eh, Kaibara, creo que este omega está en celo...Y huele delicioso.—Comentó Awase lamiéndose los labios lascivamente.