XXXIX.

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***

Mientras su esposo preparaba el juicio que les haría a sus presos de guerra y a la criada traidora, Shoto, que se encontraba en su dormitorio matrimonial, decidió escribirle a su madre, de la que hacía tiempo que no sabía nada.

Querida madre:

¿Qué tal estás? ¿Tu salud es buena? ¿Estás siendo bien tratada? Espero que sí.

Yo estoy bien, acabo de finalizar una guerra. Admito que me metí sin que mi esposo lo supiera, estuve entrenando bastante tiempo y descuidé mis labores como esposo omega. Pero no me arrepiento, porque lo he hecho por mi país y por Katsuki. Sé que esto te escandalizará pero no podía quedarme de brazos cruzados. Lo siento.

Por si te lo preguntas, mi matrimonio con Katsuki va viento en popa. Aunque al principio no nos llevábamos bien y él no me trataba adecuadamente, sin embargo; cada vez nos hemos unido más y más. Nos hemos acabado enamorando y ahora que todo se va a calmar, mi marido y yo nos pondremos a la tarea de dar un heredero a nuestra dinastía.

Te echo de menos. 

Espero tu respuesta pronto.

Atentamente, tu hijo Shoto.

El omega revisó su pergamino, en busca de algún fallo y lo guardó en el cajón de su mesita de noche. Pues pensó en enviarlo unos días después del juicio.

"Estoy deseando que la lea, ojalá le permitan recibir mi pergamino."

***

Tras dos días de organización, llegó el día del juicio. Todos los nobles y las dinastías más importantes se habían reunido allí. Enji también asistió, ignorando lo que su yerno le tenía preparado. Los allí presentes estaban en un patio trasero del palacio, los nobles y dinastías se sentaron en la parte baja, en cambio, Katsuki, su esposo y sus padres; se ubicaron en la parte superior.

En el centro estaban los que iban a ser juzgados: Shinsou, Midoriya y Ayome, la criada de los Bakugou.  Los tres se encontraban de rodillas en el suelo y maniatados, en sus tobillos tenían unas pesadas cadenas.

Katsuki comprobó que todos habían llegado, así que procedió a iniciar el juicio.

—Ya que estamos todos aquí, comencemos.—El alfa se asomó por la barandilla de madera maciza y miró a su suegro.

"Te vas a enterar, hijo de puta."

—¡Suegro!

En ese momento Enji se giró y su mirada se topó con la de su yerno.

—¿Qué pasa, Bakugou? ¿Por qué me llamas?

—Quiero que bajes conmigo para juzgar a esos traidores, al fin y al cabo querían atentar contra nuestras dinastías.

—Está bien.—Dijo sonriendo falsamente.

"Esto me parece raro...¿Qué se traerá mi yerno entre manos? "

El alfa hizo caso al más joven y bajó junto a él por unas escaleras que había en un lateral. En cuanto llegaron abajo, algo que nadie esperaba, sucedió.

Katsuki desenfundó su kanata y la clavó en el costado derecho de Enji, hecho que hizo que éste cayera de rodillas en el suelo.

—¿Po-por qué...Me has...?

—¿Por qué, preguntas? Muy sencillo: ¡Eres un puto traidor! ¡Tú te habías aliado a Hitoshi Shinsou! ¡Has conspirado contra tu propio hijo y contra mí, el emperador de la dinastía más poderosa!

El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora