XVII.

4.1K 418 109
                                    

***

Mientras Bakugou entrenaba a sus soldados, Shinsou también aprovechaba para fortalecer a los suyos. Él ya tenía varios aliados, éstos eran señores nobles con bastante dinero y poder que ansiaban que la Dinastía Bakugou cayese. Ellos le habían proporcionado unos cuantos guerreros para su ejército.

Cabe decir que Shinsou, a diferencia de Bakugou, no permitía a ningún omega o beta formar parte de su ejército pues a unos no los consideraba lo suficientemente fuertes y a los otros sólo los veía como escoria y una distracción a la que trataría de seducir a la mínima oportunidad.

El alfa se paseaba por el área de entrenamiento, asegurándose de que todo marchaba bien.

"Tal parece todo está yendo como la seda...Creo que en poco tiempo podré ir a enfrentar a Bakugou. Ya estoy deseando verle humillado y suplicar clemencia ante mí."—Pensó confiado.

A pesar de que Hitoshi gozaba de una gran tranquilidad, alguien que se aproximaba corriendo hacia él, se la arrebató.

—¡Shinsou-kun!

"Oh, no. Ese pesado omega otra vez."

Pero él sabía que no podía permitirse ponerle una mala cara a Midoriya, así que, con la mejor de sus sonrisas, le respondió:

—Hola, Midoriya. ¿Qué haces aquí?

—Shinsou-kun...Yo venía a despedirme, voy a ver a Kacchan. Tengo que obtener información sobre sus métodos, aunque sé que él no me lo dirá directamente pero tal vez alguien de allí, sí quiera. 

—Entiendo. Que tengas un buen viaje.

Hitoshi iba a irse de allí mas Izuku le detuvo agarrándole del brazo derecho.

—¡Espera, Shinsou-kun!

El emperador se giró hacia su amante.

—¿Y ahora qué quieres?

—Un beso de despedida, Shinsou-kun.

Sin mediar palabra, Hitoshi abrazó por la cintura al delicado omega, atrayendo su cuerpo hacia él e inclinando su rostro para besarle. Izuku, por su parte, se ponía de puntillas y abrazaba al alfa para besarle.

El besó duró hasta que Izuku fue avisado de que su carruaje estaba listo.

—Es hora de que me vaya, adiós Shinsou-kun. Te echaré de menos, nos vemos en tres días.—Se despidió separándose de su amante.

—Adiós, Midoriya.

Shinsou se despidió sin más, no iba a decirle que le echaría de menos. Por una vez sería sincero consigo mismo, él no le echaría en falta.

***

Tras mediodía viajando, con descansos incluidos, Izuku llegó al palacio de la Dinastía Bakugou. Su llegada fue anunciada y los Bakugou le recibieron de buen grado, excepto Katsuki, él detestaba al omega.

Midoriya, al saber que Katsuki era el actual emperador, fue a saludarle a él primero.

—Hola, Kacchan. Han pasado años desde que nos vimos, ¿qué tal todo por aquí?

—Bien, ¿qué te trae por aquí, Deku?

—Digamos que debo hablar de un asunto urgente contigo pero antes saludaré al resto de tu familia, si no supone un inconveniente para ti.

"Si lo supone, saco de basura infecta."

—Haz lo que quieras.

"Vaya, qué frío eres, Kacchan."

Midoriya sonrió y fue a saludar al esposo de su amigo de la infancia.

—Hola, Todoroki-kun. Tiempo sin verte, amigo mío.

—Hola, Midoriya y no me llames Todoroki, mi apellido ahora es Bakugou.

—Cierto, lo lamento. Por cierto, ¿qué tal estás? Hacia años que no sabía de ti.

—Bien, yo estuve ocupado preparándome para ser un buen esposo y no tuve tiempo de nada más. Siento no haberte visitado.

—No te preocupes, Todo-Bakugou-kun. Ya tendremos tiempo de hablar.

Izuku observó detenidamente a su antiguo amigo, éste le parecía demasiado robusto y fuerte como para haber dedicado muchos años a ser preparado para ser un simple esposo.

"Seguro que ha estado entrenando a escondidas de todos."

—¿Sucede algo, Midoriya?—Preguntó al sentirse observado por el mencionado.

—Oh, nada. Solamente pensaba en lo bien que te sienta el matrimonio. Bueno, iré a saludar a tus suegros ahora. Hablamos luego.

—Sí, claro.

Izuku fue hacia Mitsuki y Masaru, los tres charlaron amenamente por unos minutos.

***

Después de haber saludado a los miembros de la familia Bakugou, Izuku y Katsuki fueron a un sala a hablar en privado. El alfa pidió no ser interrumpidos.

Los dos amigos de la infancia estaban sentados cada uno en un cojín alrededor de una gran mesa de madera rectangular.

—Vamos a ir al grano, Deku. ¿Qué te trae por aquí realmente? No nos hablamos desde hace años.

—Lo sé, lamento no haber venido a visitarte o escribirte. No pude.

—Sí, vale. Dime el motivo.

—Es por Shinsou, sé que te declaró la guerra recientemente y venía a contarte información sobre él.

Bakugou le miró con desconfianza mas, aún así, le permitió hablar.

—En ese caso, empieza a hablar.

Lástima que la información que Midoriya le iba a dar no era del todo veraz.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora