XLII.

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***
Pasaron los meses y la prosperidad y tranquilidad reinaban en el reino de Los Bakugou. Todo estaba yendo como la seda.

Shoto había estado en contacto con Kaminari. Ese omega que estuvo a su lado durante la guerra. Las últimas noticias que había tenido de él era que éste ahora estaba de pareja con Tetsutetsu. Cosa que no le sorprendió.

El bicolor, por su parte, le había contado a su amigo que llevaba un tiempo sufriendo molestias. Sospechaba que estaba en estado, por lo que tuvo que acudir al médico real, al cual tuvo que esperar durante unos días porque había viajado.

No te preocupes, Kaminari. Cuando sepa los resultados, te lo diré.

Un saludo, Shoto.

Escribió al final del pergamino.

"Espero que le llegue pronto."—Pensó al cerrar el pergamino.

—Ya he terminado, mándelo cuanto antes.

—Como ordene, Shoto-sama.—Dijo Ojiro haciendo una reverencia.

El criado salió y el omega se quedó solo en el dormitorio marital.

***

En otra parte del palacio, se encontraba Bakugou en su sala. El alfa estaba ocupado mandando pergaminos a algunos de sus aliados y también contestando a correspondencias de dinastías inferiores que suplicaban al emperador su perdón una vez que se vieron descubiertos.

Katsuki se enfadaba por cada pergamino que contuviese una patética disculpa.

"Putos cobardes hipócritas. ¿De verdad son tan estúpidos como para creer que les voy a perdonar porque me lo pidan mediante un texto sin emoción alguna? No me conocen. Les convocaré y haré que pidan perdón de rodillas."—Pensó mientas escribía.

Para su mala suerte, su concentración se vio interrumpida por un leve golpe en la puerta.

—¿Quién es?

>Soy Ojiro, Bakugou-sama. Lamento interrumpirle pero quería informarle de que el médico acaba de llegar. Le espera en la puerta.

—Bien. Voy ya mismo.

>Como usted diga, Bakugou-sama.

Bakugou no perdió el tiempo, guardó los pergaminos y el pincel y salió de la sala.

***

Katsuki se dirigió hacia la puerta y se encontró con el médico.

—Por fin has llegado.—Dijo Bakugou nada más verle.

—Buenos días, Bakugou-sama. Me han informado al mismo llegar de que su esposo ha estado indispuesto. ¿Podría llevarme hasta él?

—Sí, vamos.

El alfa condujo al médico hasta el dormitorio pero antes, el alfa llamó a la puerta.

—Shoto, soy yo. Te traigo al médico, ¿podemos pasar?

>Sí, adelante.

Katsuki abrió y se adentraron en el dormitorio. Ambos pudieron comprobar que el bicolor se encontraba recostado en la cama.

—Buenos días, Shoto-sama. 

—Buenos días, doctor. ¿Viene a revisarme?

—Sí, ya me han dicho que usted padece molestias. ¿Podría indicarme cuales son?

—Por supuesto. Verá sufro mareos, irritabilidad, fatiga y náuseas. 

—¿Desde cuando?

El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora