El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]

XLI.

***

Mientras Bakugou se dirigía a su baño imperial, Kirishima permanecía junto a Shoto, quien acababa de despertarse. Ambos estaban en silencio, el omega parecía ido y el alfa; preocupado quería hacer algo para sacarlo de ese estado.

"Creo que debería hablarle, Shoto-sama no parece estar bien. Tengo que distraerle de alguna manera."—Pensó.

—Shoto-sama, ¿está bien? ¿Necesita algo?

El bicolor no parecía reaccionar.

—¿Shoto-sama?

Entonces salió de su ensoñación.

—Kirishima...Lo siento, yo... Todavía no puedo creer esto. Lo que ha pasado no puede ser real.

—¿El qué no es real?

—El hecho de que mi madre esté muerta. No puedo asimilarlo como real. Es imposible.

—Ya veo... Lamento eso, mi más sentido pésame. 

—Gracias, Kirishima. 

Se quedaron en silencio otra vez, aunque en esta ocasión Eijirou parecía tener la necesidad de decirle algo al omega.

—Shoto-sama, si me lo permite, hay un consejo que quisiera darle.

Shoto lo miró fijamente antes de contestarle, como si tratase de analizarlo para determinar si Eijirou era de confianza.

—Está bien, adelante. Pero no me hables de usted, puedes ser informal ahora.

—Gracias. Verás, yo creo que no deberías presionarte. Opino que esa revelación tan fuerte, la asimilarás poco a poco. Date tiempo.

Las palabras del pelirrojo le confirmaron, se le hacían coherentes.

—Tienes razón, gracias por tu sabio consejo.—Dijo dedicándole una cordial sonrisa.

—No es nada, sólo pensé que necesitabas algún tipo de consuelo.

—Y así era. Estoy agradecido de que hayas estado aquí.

—Yo... Sólo lo hice porque Bakugou me lo pidió, pues él estaba ocupado y quería que yo te vigilase mientras permanecías inconsciente. Seguro que Bakugou prefería estar aquí pero tenía otros asuntos.

—Me lo imagino. ¿Sabes si tardará mucho en volver?

—Umm...No lo sé a ciencia cierta pero dudo que vaya a tardar demasiado.

Conversaron durante unos minutos más, después dejaron de hablar hasta que Katsuki llegó.

—Shoto...—Susurró nada más entrar y ver a su esposo.

—Katsuki...¿Has terminado ya?

—Sí, ya he aplicado la justicia que se merecen a esos traidores. No volverán a molestarnos nunca más.—Dijo el rubio cenizo se acercó a la cama en la que su amado se encontraba tumbado.—¿Tú estás bien, cariño?

—Sí, cariño. Kirishima me ha ayudado a distraerme un poco.—Dijo mirando a Eijirou con agradecimiento.

—Je, je.je. Y-yo sólo hice lo que debía.

—No, tú has actuado de corazón y te lo agradezco. Eres un gran amigo, Kirishima.—Le dijo Bakugou sonriéndole.

—Gracias por tus palabras, Bakugou. Pero realmente no es nada, tú eres mi mejor amigo y Shoto, tu esposo, es normal que no quisiera verlo mal.

—Je, tan modesto como siempre. Ahora puedes retirarte, nos veremos más tarde, en estos momentos quiero estar a solas con Shoto.

—De acuerdo, ¡hasta luego!