El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]

XI.(corregido)

***

Bakugou salió de la sala y anduvo a toda prisa por el pasillo buscando a su esposo.

—Eh, tú.—Llamó a uno de sus criados.

El sirviente se giró y se dirigió al emperador a la espera de sus órdenes.

—¿Qué desea, Bakugou-sama?

—¿Dónde está Shoto?

—Hace un rato lo vi entrar en la biblioteca, mire allí.

El alfa fue hacia la biblioteca sin dar las gracias siquiera a su sirviente.

***

En un abrir y cerrar de ojos, Katsuki llegó a la biblioteca.

—¡Shoto! ¿Estás aquí? ¡Si es así, responde!

Nada más llamar a su esposo, se escucharon unos pasos apresurados que se aproximaban hacia él.

—Hola, esposo mío. ¿Sucede algo?

—Debemos hablar,es importante.

—Está bien, ¿dónde vamos a hablar? ¿A nuestro dormitorio?

—No, este lugar está bien. Porque estás solo aquí, ¿verdad?

—Sí, aquí estoy sólo yo.

—Eso es bueno, vamos a sentarnos.

La pareja se acercó a la mesa en la que Shoto había estado leyendo varios libros.

—Shoto, lo que tengo que decirte es sumamente importante. Así que sólo escucha hasta el final, no hagas preguntas mientras.

El omega asintió, lo que Bakugou interpretó como una señal para comenzar a hablar.

—Amado mío, me temo que nuestra dinastía y la Dinastía Shinsou iniciaremos una guerra en breve. No sé cuando planea atacar, tal vez pasen unos meses hasta que lo haga. Con esto quiero advertirte de que tengas cuidado con cualquier persona que se acerque a ti, por el momento sólo puedes fiarte de mí pues podría haber un traidor por aquí. ¿Lo comprendes?

—Sí, lo entiendo. Cuando sea la guerra iré contigo al frente. Entrenaré duramente para no ser una carga.—Respondió Shoto.

Bakugou, a medida que escuchaba a su esposo hablar, entraba en cólera. Él no quería que su amado fuese a la guerra.

—¡Ni hablar! ¡Tú no puedes ir! ¡Permanecerás aquí!

"Debo calmarlo."

—Está bien, lamento haber dicho eso.—Se disculpó falsamente.

—Disculpas aceptadas pero que no se repita.

—No tienes de qué preocuparte.

—Perfecto, todo dicho entonces.

Katsuki iba a levantarse e irse pero su esposo lo retuvo.

—¡Espera! . Tengo que hablar de algo contigo.

—¿Sobre qué?

El emperador se volvió a sentar y miró con atención a su esposo.

—Katsuki, yo he estado leyendo libros sobre fertilidad y maternidad. Gracias a ellos he comprendido que a los omegas nos puede costar quedarnos embarazados. Así que quiero seguir intentándolo.

Su esposo lo miró con detenimiento, analizando sus palabras.

—Tu embarazo deberá aplazarse, además ni siquiera estás en celo y sabes de sobra que de esta manera te costará más quedarte embarazado. En estos momentos solamente puedo pensar en la guerra y en cómo organizar a mis soldados más veteranos para que entrenen a los más inexpertos.

—Vale, nuestra descendencia puede esperar. Aún somos jóvenes. Pero hay algo que me preocupa...

—¿El qué?

—¿No te será demasiado pesado entrenar a todos tus soldados?

—Yo no entrenaré a todos, sólo a una parte de ellos. El resto será entrenado por soldados veteranos.

—Ah, me quedo más tranquilo.

Katsuki observó a su esposo con cierta confusión.

—¿Y por qué eso te tranquiliza?

—Porque así no sufrirás exceso de trabajo.—Contestó el omega intentado sonar convincente.

—No tienes que preocuparte por eso. Ahora, me voy a mi sala. Necesito pensar en cómo organizar a mi ejército. Nos vemos a la hora de la comida.

—Como quieras. Hasta ahora.

Katsuki salió de la biblioteca dejando a Shoto solo.

"El hecho de que Katsuki no vaya a entrenar a todos sus soldados me da la esperanza de poder infiltrarme en algún grupo. Aunque tendré que hacer algo con mi apariencia y mi olor. Buscaré algún libro que me pueda ayudar para disimular mi olor ante katsuki."

El omega volvió otra vez a adentrarse entre las estanterías de libros en busca de algún libro que le pudiera resultar útil.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!