XXVII.

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***

Mientras Shoto y Katsuki, junto con los soldados, se dirigían al Reino de Shinsou, en otro lugar, alejado de su camino, se encontraba Enji Todoroki, quien iba de camino a la ciudad en su carruaje para verse con otros nobles en la casa de uno de ellos. Allí podría aprovechar para hablar sobre la guerra que Shinsou le había declarado a su yerno.

Cuando llegó, bajó del carruaje y se dirigió a la entrada de la casa para, seguidamente, tocar una campana que había colgada en la puerta.

Se escucharon unos pasos rápidos y alguien le abrió la puerta.

—Buenos días, Todoroki-sama. Pase, le llevaré hasta la sala del té en la que se encuentra Hawks-sama.—Le dijo uno criado.

—Bien, Gracias. Por cierto, ¿ha llegado más gente o solamente está Hawks?

—Él está acompañado por Hakamata-sama y por Toshinori-sama. ¿Algo más que quiera saber, Todoroki-sama?

—No, gracias. Ya tengo la información que quería.

No hablaron más hasta que al fin  arribaron  a la sala. Entonces, el criado llamó a la puerta antes de entrar y, cuando corrió la puerta, anunció la llegada de Enji.

—¡Hola, Enji-san! ¡Cuanto tiempo sin verte!—Le saludó Hawks alegremente nada más verle.

—Hola, Hawks, hola a todos.

Los otros dos presente miraron a Enji por unos segundos para saludarle y, rápidamente, volver a posar su mirada en el anfitrión.

—Bueno parece que los tres invitados tardarán en llegar...¿Está bien para vosotros que comencemos a hablar del tema principal?—Preguntó Hawks.

Todos mostraron su acuerdo e iniciaron la conversación.

—Bien. Señores, el tema más importante de hoy, como bien sabéis, es la guerra que se va a producir entre Los Bakugou y Los Shinsou. ¿En qué lado os vais a posicionar?

Enji sonrió satisfecho, por fin su oportunidad.

***

A kilómetros de allí, caminaban Bakugou y sus soldados por un sendero angosto y repleto de piedras, los caballos tenían dificultades para avanzar mas, por suerte, no sería por mucho tiempo pues, al horizonte, se podía observar un terreno llano.

—¡Vamos, extras! ¡Sólo un poco más!—Gritó Bakugou.

Los soldados, a duras penas, lograron que sus caballos pudieran avanzar más rápido. Cuando dejaron aquel horrible camino atrás, por pudieron proseguir su viaje adecuadamente.

Tras el mal rato que habían pasado, Denki inició una nueva conversación con Shoto.

—Oye, Honora, yo...Quería preguntarte algo.

—Adelante.

—Hace tiempo que tenía una duda rondando mi mente pero no me atreví a preguntarte antes: ¿Duele mucho que te marquen?

—Sí, es doloroso. Creo que Tetsutetsu te hará bastante daño con esa dentadura que tiene. Pero note preocupes, enseguida se pasa.

—¿En serio?

—Sí, hazme caso. Dura poco.

—Ya veo..¿Y qué me dices de...?

Kaminari no pudo terminar de formular la pregunta porque alguien les interrumpió.

—¡Eh, Kaminari! ¿Qué te traes con Honora?—Le habló Tetsutetsu.

El mencionado, rojo como un tomate, le contestó:

—¡No es asunto tuyo, Tontotetsu!

—¿Seguro? ¿No será le estás hablando de mí?

"¡Maldición! ¡Acertó!"—Pensó Denki.

—¡Claro que no! ¿Para qué iba a a hablar de ti, maldito ególatra?

—No sé, tal vez te guste.

—Ja, ja, ja, ja, ¿a quién le vas a gustar tú? ¿Te has visto alguna vez en un espejo? Porque te aseguro que quedarías horrorizado.

Esta vez fue Tetsutetsu el que rió.

—Qué gracioso, Kaminari. Mira, puedes engañarte a ti mismo si quieres pero yo sé que te gusto. Tú también me gustas, así que, después de la guerra, serás mío. Que no te quepa la menor duda.

Denki se quedó sin palabras, primero por el hecho de que el alfa había admitido sus sentimientos y segundo porque acababa de hacerle una promesa de matrimonio.

—E-eso ya lo veremos.

—Por supuesto.

Y cuando el alfa acabó de hablar, avanzó con su caballo para adelantar a los omegas. Denki no habló más pues estaba demasiado ensimismado en sus pensamientos como para hacerlo.

"Cielos...Ellos me recuerdan tanto a Katsuki y a mí antes de casarnos. Es gracioso."—Pensó sonriendo con ternura al recordar algunos momentos junto a su esposo.

***

De vuelta la casa de Hawks, el anfitrión aguardaba una respuesta por parte de sus invitados.

—Yo apoyaré al bando de Los Shinsou.—Respondió Enji sin dudar.

Los presentes se quedaron pasmados tras escuchar la respuesta.

—¿Lo dice en serio, Enji-san? ¡Bakugou es tu yerno!—Dijo respondió el beta.

—Es cierto, ¿por qué no le apoyas? ¿Acaso te llevas mal con él?—Cuestionó Hakamata.

—No es que me lleve mal con él ni le odie pero su ejército no me inspira confianza.

—¿Por qué razón? Estoy seguro de que Bakugou shonen y sus soldados son fuertes.—Preguntó el alfa.

—En su ejército hay omegas y eso le va a traer problemas, ellos son la casta más débil y patética que existe. Por otro lado, en el ejército de Shinsou, sólo hay alfas y eso sólo puede llevar a la victoria absoluta.

—Está bien, Enji-san.—Hawks desvió su mirada para dirigirla hacia Toshinori.—¿En qué bando se posiciona usted, Toshinori-sama?

—Yo apoyo a Bakugou shonen, sin lugar a dudas. Creo que si tiene a omegas en su ejército, éstos deben de ser muy fuertes.

Después respondió Hakamata-sama.

—Yo no lo tengo claro. No conozco a Shinsou-sama pero a Bakugou sí y ese mocoso no me agrada en absoluto, creo que seré neutral.—Respondió el alfa.

Enji miró a Tsunagu.

"No sabe a quién apoyar, eh. Intentaré convencerlo."

—Pues con más razón debería apoyar a Los Shinsou, así vería a La Dinastía Bakugou caer.

Tsunagu lo meditó por unos segundos.

—Tal vez tengas razón...Lo pensaré.

El tiempo transcurrió y los demás invitados arribaron.

"Bien, más posibles aliados."—Pensó Enji sonriendo con socarronería.

Y no se equivocaba, aquella mañana conseguiría varios aliados. La reunión sería un gran éxito para él.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!



El Deber de los Herederos.(BakuTodo)[Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora