Este libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí.
Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...
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POV NARRADOR
-Tu dragón es espectacular- lo felicitó Erick cuando Hipo le ofreció dar un pequeño vuelo –la Orilla en general lo es-
-Gracias tío- Erick se recargó en la pared y lo veía sonriendo
-Entiendo ahora por qué tu padre siempre ha estado tan orgulloso de ti- Hipo frunció el ceño y se recargó a su lado
-Tu y yo sabemos que no es así-
-Tu quizá no te dabas cuenta Hipo, pero no había una vez que no fueran a visitarnos en los que él no dejara de hablar del ingenio que tenía su hijo, un chico muy avanzado a su tiempo solía decirnos- Hipo lo veía con recelo
-Creí que era su pequeña vergüenza- Erick negó riendo
-Palabras de Spitelout te lo puedo apostar, esos dos se quieren pero nunca han podido dejar de molestarse- Hipo levantó una ceja, esa extraña relación el sí que la comprendía bien –créeme hijo, si algo demostraba Estoico cada vez que te veía o que hablaba de ti, era un profundo orgullo de quien eras-
Hipo asintió agradecido y apenado, había escuchado hasta el cansancio a los externos decirle lo orgulloso que estaba su papá de que se hubiera convertido en lo que era después de Chimuelo, pero exceptuando a Astrid, pocas veces había escuchado a alguien hablar de manera positiva de él antes del dragón.
***
Astrid terminaba de quitar la silla de Tormenta y acomodar su establo, por hoy, Tormenta necesitaba enserio descansar.
-Duerme bien nena- le murmuró a su dragona –ustedes también chicos- se despidió de un par de terrores terribles lastimados por un pleito con otro dragón y a Colmillo que se había ido a esconder de la anciana.
Cerró bien los establos y comenzó a caminar de regreso a las cabañas disfrutando la brisa fresca que la noche le estaba regalando
-¿Un poco de compañía?- Astrid se volteó y reconoció a Iván
-Me gusta la soledad- el pelinegro fingió reírse
-Creo que tú y yo comenzamos mal...- Astrid asintió sin interés –Así que... tú y mi primo-
-Si- le dijo mostrando su argolla
-Hermosa joya, siempre supimos que tenía talento para la herrería, vaya nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta que además conquista dragones-
-Los entrena y es el mejor en el negocio- le decía sin dejar de caminar
-Un ilustre guerrero- decía completamente cargado de envidia el chico –y un héroe mundial al haberse ganado el corazón de una dama tan hermosa- Astrid sonrió incómoda
-Una dama que definitivamente necesita a un hombre verdadero...- le dijo acercándose más a ella
