Este libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí.
Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...
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POV NARRADOR
La noche pasaba tranquilamente, en aquella isla a pesar de la desgracia de los invitados, había paz y armonía, vikingos acostumbrados a resurgir vieron la pérdida de su isla como una oportunidad de comenzar de nuevo.
En una de las cabañas, ya descansaban todos los jinetes de dragones, en uno de los sillones una pareja había sido vencida por el sueño hacía ya un rato.
Con Astrid acostada sobre él recargada en su pecho, el castaño la protegía entre sus brazos y ambos eran cubiertos por solo una manta.
El ojiverde abrió rápidamente los ojos cuando sintió el frío contacto de una mano sobre la suya y se encontró con unos ojos color avellana
-Hey- murmuró para no despertar a Astrid ni a Patapez que dormía en el otro sillón
-Papá Hipo tuve pesadillas de nuevo- le dijo con un puchero, el castaño sonrió tranquilo y acomodó a la ojiazul, la cubrió con la manta y la dejó descansar para después ofrecer su mano a la asustada niña.
La lluvia ya se había calmado y había dejado un clima perfecto con el dulce aroma de tierra y madera mojada, cubrió a la pelirroja con una capa y la llevó a dar un paseo por la dormida isla.
-¿Siempre tienes pesadillas?- le preguntó y la niña asintió
-Desde que puedo recordarlo- admitió –pero solo es una-
-¿La misma siempre?- preguntaba mientras seguían caminando
-Si- dijo cabizbaja –siempre la misma-
-¿Quieres contarme de ella?- Hipo la invitó a sentarse en la zona de la catapulta en donde el cielo estrellado y la luna le hacían guardia a un mar en completa calma, la niña suspiró
-Mamá está conmigo y solo veo después un dragón con muchas flamas en su cuerpo...- decía con sus ojos cristalizándose –y después solo la escuchó gritar...- Hipo tragaba saliva pesado, Moggadon ya le había contado como la niña perdió a su mamá victima de un ataque de un dragón cuando ellos todavía no hacían las paces con ellos, a pesar de que Berk ya lo había hecho muchos años antes, y mientras esta le relataba Hipo entendía que sus pesadillas no eran más que el recuerdo de aquella noche -... y después el dragón malo regresa por mí- finalizó con un puchero, Hipo pensaba bien sus palabras a continuación.
Quería decirle que eso no volvería a pasar por que el nido no controlaba más a los dragones y mientras ellos no los atacaran de nuevo, los dragones podrían vivir en paz con la gente, quería contarle que él había perdido a su mamá de esa exacta manera y que la comprendía mejor de lo que pensaba, quería explicarle muchas cosas, pero a veces las palabras no son suficientes.
Hipo se levantó y guió con calma a la niña a la arena. Abrió el corral de Chimuelo y el de Tormenta y les pidió que se quedaran atrás de la niña.