Este libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí.
Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...
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Shot basado en el tiempo que estuvo Patapez hipnotizado como Thor el Rompehuesos
POV NARRADOR
-Patán ¿te das cuenta de lo que hiciste?, tonto creaste...-
-Mi propio súper vikingo, Thor Rompehuesos... ME ENCANTA ¡¡- Interrumpió Patán a Hipo mientras admiraba su nueva creación.
Durante un momento en que Patapez creyó ser alérgico a Albóndiga fue con Gothi quien sugirió un remedio hipnótico para curarlo, pero esto salió mal cuando Patán intervino y quiso "mejorar a Patapez" y creo a un ser sin miedo, un vikingo venerado, un héroe como un dios, egocéntrico y fuerte.
Mientras bajaban por la colina de Gothi para llegar al pueblo, el andar del mismo Patapez dejaba ver a un ser humano completamente diferente a aquel tímido pero querido vikingo. Mientras Patán lo veía con emoción, orgullo y realización a su creación, Hipo y Bocón compartían un estado de preocupación por aquella actitud
-¿Pero que es esa belleza que veo venir hacia a mí?- preguntó el vikingo renovado mientras veía con atención caminar hacia ellos una rubia ojiazul
-¿Te sientes mejor?- preguntó Astrid hablándole como siempre a su amigo
-Mejor que nunca belleza- le respondió mientras abrazaba sus hombros y la atraía hacia él. Astrid abrió los ojos e hizo una mueca de desconcierto
-¿Disculpa?- le dijo aun en shock mientras se alejaba de el
-Digo que a un valiente guerrero como yo le sentaría bien una esposa que lo sirviera y ado...- no pudo terminar cuando el grito de batalla lo interrumpió, no no era Dagur, era Astrid y su fiel hacha la cual fue detenida por la hábil mano de Patapez –le falta filo- dijo analizando la arrebatada hacha y lazandola al aire, por fortuna esta se enterró en la pared de una casa y los únicos asustados fueron un grupo de terrores terribles.
-LO MATO¡- gritó Astrid mientras Hipo la tomaba por la cintura
-Aaa... ¿As me das un segundo?- decía forcejeando con ella mientras la retiraba del lugar
-Guerrera... me gusta- dijo Thor Rompehuesos mientras los veía alejarse con desinterés
***
-Dame un motivo, UNO SOLO PARA NO MATARLO- gritó alterada Astrid cuando fue liberada por Hipo
-Por qué no es el... bueno si es, en esencia, pero no es... agg ¿Cómo lo explico sin que suene más retorcido de lo que es?-
-Bien comienza por el inicio, porque no tengo intenciones de dejar con vida a Patapez- advirtió Astrid
-En realidad Thor Rompehuesos...- Astrid le regalo una mirada incrédula –Gothi lo hipnotizo, Patán intervino y ahora Patapez es un idiota-
-¿y por qué Gothi no lo soluciona?- cuestionó Astrid mientras comenzaba a caminar hacia la cabaña en donde estaba su hacha
-Digamos que Thor rompió su bastón y bueno... ahora solucionarlo será un poco más difícil-
-Bueno pues más vale que esté solucionado pronto, no pienso llevar a ese idiota a la Orilla del Dragón, suficiente tengo con Patán- se quejó amargamente –"una esposa para servirme y adórame"- decía con las manos al aire
-hahaha por un momento pensé que el origen de tu furia fue el término "belleza"- se burló Hipo recordando las veces que Patán salió lastimado por aquel apodo para Astrid
-Oh no, eso solo fue el inicio del fin- le respondió en un tono fresco y casi igual de divertida, Hipo solía tener ese efecto en ella
-Tengo que preguntar, sé que odias los apodos... eso me hace pensar ¿Cómo es que aún sigo vivo después de tantos M'Lady?- cuando sus palabras salieron sin pensarlas se arrepintió completamente de ellas, no quería hacerle saber que aquel mote era tan importante para él, y que en el solía esconderse un te amo.
-Supongo que el hecho de que siempre te digo Chico Dragón, me gusta M'Lady y bueno ya sabes... eres tú, interviene en ese hecho- dijo Astrid tan arrepentida de lo que su lengua había soltado como el castaño
-Es un alivio saber que entonces mi vida no está en riesgo, porque créeme recordarme que no te tengo que hablar por apodo es un trabajo difícil- mierda Hipo deja de hablar pensaba para sí –espera ¿Por qué soy yo?- Astrid no pudo evitar sonrojarse, esperaba que Hipo pasara eso por alto
-Bueno ya sabes... me gusta que tú me lo digas, pero no es como que Patán pueda salir vivo si me lo dice- mierda Astrid cállate ya pensó para ella
-Oh créeme, si Patán te lo dijera yo sería el primero en matarlo- Hipo discretamente se golpeó la frente suplicándose a si mismo dejar hablar
-Entonces ¿tratas de recordarte a ti mismo que no me digas así?- dijo burlona ante esa idea, si Hipo supiera que cada que la llamaba así era una caricia a su alma –¿nunca pensaste que si no me gustara hace mucho te lo habría informado?-
-Si bueno, ahora que lo dices, es cierto...- confesó Hipo mientras llegaban a la cabaña
-¿Ves?, es decir... no me distingo por ser una persona que se calla esa clase de cosas, especialmente contigo, prácticamente lo sabes todo de mi- decía mientras se estiraba todo lo posible tratando de recuperar su hacha y se odiaba a si misma por seguir con el tema con tan poco filtro
-Conozco su alma señorita- decía Hipo poniéndose detrás de Astrid y estirándose apenas para bajar el hacha –aunque admito que es reciproco el asunto- finalizó para después tratar de entregársela
Astrid se volteo para recibir su arma pero se encontró peligrosamente cerca del castaño, Astrid trato de moverse para ocultar el hecho de que su respiración comenzaba a acelerarse, pero en cambio se encontró con el verde de un bosque que tenía el mismo problema con su respiración, pero ninguno de los cuerpos parecía estar dispuestos a obedecer a sus mentes, no querían moverse, contrario a eso, querían estar aún más cerca, y en un acto de rebeldía corporal ambos se encontraron a una distancia mínima, milímetros eran los encargados de separarlos, la mano de Hipo hacia bastante que había bajado el hacha al suelo, porque ni siquiera la hoja de tan fina arma creada por el mismo cabria entre ambos cuerpos, como unidos por un cordón Astrid comenzó a caminar hacia atrás mientras Hipo la seguía, hasta que se permitió estar acorralada por la pared y la penetrante mirada del hombre que amaba.
Ella quería que la besara, ella quería que el por una vez en su vida tomara la iniciativa, ella quería que rompiera el muro que por años ha tratado de construir, porque con ese beso, con ese simple beso ella sabría que para él, una amistad tampoco es suficiente.
El peleaba una mortal batalla entre su mente que le recordaba que era su amiga, y todo lo que estaba en juego si no era correspondido y la perdía, y su cuerpo que exigía posar sus labios sobre los de ella, probarlos en verdad, no como el adolescente que tuvo el placer de apenas saborear la superficie de sus labios, quería probarlos en totalidad, quería sentir su aliento sobre su rostro mucho más de lo que ya lo estaba sintiendo, su mano izquierda con facilidad se rebeló a la mente y se posó en la pared a centímetros de la cabeza de la rubia, lo que lo obligo a acercarse más, en esta batalla el cuerpo estaba obstinado a ganar.
-Ayuda mi cabaña se incendia- se escuchó un grito desesperado a lo lejos en el centro del pueblo sacando de aquel trance a ambos mientras su mirada se posaba en una cabaña en llamas
-¿Los gemelos?- preguntó Astrid mientras trataba de relajarse un poco
-Peor... Thor Rompehuesos- dijo Hipo en una similar situación
-Será mejor ir- Hipo asintió y se dirigieron a la cabaña, en ese momento la mente y el cuerpo fueron brutalmente vencidos por el entorno.