Este libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí.
Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...
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Shot basado en el capítulo en el que Dagur, nuestro amado Dagur llega a la orilla en busca de Heather e Hipo acepta enseñarlo a entrenar un dragón
Por que si ya tuvimos una charla Astrid x Heather, una Hipo x Heather y una Hipo x Dagur ¿Qué nos hace falta?👉👈
POV NARRADOR
-Sí creo que ya es suficiente entrenamiento por hoy para los dos- dijo Hipo cuando Patapez casi revela sus planes al recién entrenado Dagur.
-Pero aún quedan horas de luz y tengo tanto que aprender- se quejó emocionado el vikingo quien apenas comenzaba a entrenar a su nuevo dragón Drestrozo
-Aaa seguirás entrenando...- interrumpió la voz de una desconfiada rubia -conmigo- señaló con una ceja levantada
-¿Enserio?- le preguntó Hipo nervioso viéndola, realmente, estaba más asustado por Dagur que por Astrid en ese encuentro
-Relajate Hipo, obviamente no confía en mí y quiere evaluarme por si misma- dijo en calma Dagur quien veía un momento a solas con Astrid como una oportunidad para ayudar a su "hermano"
-Ay oigan, no es tan tonto como parece- se burló Astrid
-Ahora trata de provocarme, pero no va a funcionar, soy el mar calmado y extenso, mi sentido de paz viene del exterior- decía a si mismo Dagur tratando de calmar su locura tradicional
-¿Es enserio?- dijo Astrid sarcástica
-Trata de no lastimarlo- le suplicó Hipo
-No prometo nada- respondió esta mientras salía volando con Tormenta y seguida por Dagur.
Entrenar con el paciente Hipo era una cosa, entrenar con el siempre tranquilo y noble Patapez era otra cosa, pero entrenar con Astrid Hofferson, no era para cualquiera.
Rápidamente Dagur comprendió porque nunca pudo vencerla, era impresionante, controlada, estratega, rápida e inteligente, Dagur rápidamente pidió un tiempo fuera, tener a Astrid como maestra no era para novatos.
-Realmente estoy tratando de cambiar Astrid- le confesó Dagur en el aire cuando regresaban al centro de la Orilla
-Hipo cree eso- le respondió la aun desconfiada Astrid -pero si es actuación, si nos traicionas o a Heather... personalmente haré que pagues- le advirtió
-Hipo es un buen tipo- dijo Dagur tratando de sacar ese tema
-Si, pero yo no lo soy... así que no te atrevas a tratar de traicionarnos- continuó Astrid
-Eres buena persona Astrid- dijo Dagur mientras llamaba la atención de la rubia –pero no tienes ninguna razón para confiar en mí, y lo comprendo...-
-Es que, solo no puedo creer ese cambio en ti, literalmente pasaste años tratando de matarnos- lo enfrento Astrid –pusiste en riesgo a Hipo tantas veces...-
-Él te importa mucho ¿no es así?- Astrid abrió de repente los ojos, no era sensato enseñarle su debilidad a un antiguo enemigo –el amor es un elemento evidente en el campo de batalla-
-Eso fue casi poético- dijo Astrid con sarcasmo tratando de ocultar su nerviosismo, no hablaría de eso con él, simplemente no lo haría
-Lo decía mi padre- respondió Dagur –¿pero que va a saber el?, también decía que era un acto de valientes enamorarse de su compañero de batalla-
-Los antiguos guerreros decían que el amor era debilidad- contradijo Astrid
-Sí y todos ellos terminaron solos, ebrios amargados y esperando con paciencia el día de su muerte- dijo con los ojos en blanco Dagur –Yo creo que se necesita mucho valor para amar a alguien, y más aún cuando se comparte un equipo dependiendo de ustedes y el constante riesgo a la muerte... y tu rubia, estoy seguro que no eres una cobarde- Astrid se quedó en silencio, por primera vez Dagur la había dejado sin palabras –y sé que mi hermano tampoco es un cobarde-
-¿A qué te refieres?- preguntó Astrid, entonces Dagur se golpeó la cara frustrado
-Definitivamente, ustedes dos son el uno para el otro- murmuro para el frustrado de que Astrid no entendiera la indirecta
-¿Disculpa?- dijo Astrid al no haber entendido lo que se murmuraba Dagur
-Me refiero a que, el castaño molesto con una pierna, ¿si sabes de quien hablo?- Astrid le regalo unos ojos en blanco –bueno el, está claramente tan enamorado de ti, como tú de el- Astrid se puso completamente roja
-Sabes que, la altura ya está comenzando a hacerte daño- le respondió nerviosa –mejor aterricemos antes de que tengas más alucinaciones- le dijo para después tomar la delantera con Tormenta
-¿Es que los dioses no pueden iluminar a estos dos?- se quejó mirando y llevando las manos al cielo.
La visita de Dagur prontamente se complicó cuando Heather al fin regreso y lo encontró, en ella por el momento no había cariño hacia él, había rencor y mucho resentimiento, pero él estaba dispuesto a recuperarla y probar que era digno de ser su hermano.
Cuando sin querer Dagur se enteró del plan que estaban desarrollando para acabar con embarcaciones de Viggo, Dagur quiso advertirles que era evidentemente una trampa, pero los jinetes, quienes aún no confiaban en lo absoluto en él, y con Heather quien solo quería venganza hacia él, en lugar de escucharlo lo encerraron de manera preventiva hasta que la misión acabara, pero no contaron con que Dagur se escapara y diera su vida como señuelo para probarles que era una trampa.
Cuando regresaron, la Orilla del Dragón parecía haber perdido un viejo elemento, un amigo, y para Heather e Hipo, un hermano.
Cuidate, tu hermano Dagur
Citaba la carta que el vikingo había dejado para Heather, mientras un par de lágrimas mojaban la carta y el cielo parecía llorar también la perdida, una rubia la miraba desde una plataforma alta con enorme pesar.
-Es extraño- le habló sacándola de sus pensamientos un castaño quien se posó a su lado –pasamos por tanto con el...-
-Te entiendo- respondió Astrid –le dejó una carta, él sabía que no lo lograría-
-Y aun así decidió ir- Astrid miró a Hipo, estaba afectado, más de lo que podría admitir, Hipo la notó por el rabillo del ojo mirándolo y sin dejar de ver el horizonte con su brazo la llevo hacia el abrazándola por la espalda y recargando su barbilla en su cabello –decidió ser el buen tipo en el momento menos preciso-
-Quizá no hay tipos buenos... solo hay personas buscando su camino- respondió la chica mientras se acomodaba en el pecho del castaño –Lo admito, una vez que platicas con él, incluso te cae bien-
-¿A si?... ¿de que hablaron?- le preguntó curioso, él pensó que ese tiempo se la pasaron peleando
-De debilidad y guerra- Hipo soltó una pequeña risa
-Te cayó bien un tipo que habla de guerra ¿Por qué no me sorprende?- le preguntó sarcástico
-Soy un ser simple de entender- respondió Astrid
-Oh no pequeña, créeme, tu eres todo menos un ser simple de entender-
