OS 60. El obsequio de la Valkiria (Part II)

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

Hipo se debatía entre investigar más o respetar su privacidad, después de todo, no estaba haciendo nada que la pusiera en riesgo, según su plan ya debía irse, pero ahora, estaba invadido por la curiosidad, víctima de su propia ética, guardó su catalejo y le ordenó a Chimuelo regresar a la Orilla, si Astrid no quería compartir con él lo que sea que estuviera haciendo, él lo respetaría.

Pero lo que Hipo nunca sospechó, es que la rubia volaba muy rápido para llegar antes que el sol saliera a la Orilla y cuando Hipo volaba de regreso con un poco más de calma una muy observadora rubia alcanzó a ver a lo lejos el rojinegro de una cola, y solo había un dragón con esa característica.

El castaño aterrizó en la cabaña y rápidamente subió a la habitación, se cambió, quitó su prótesis y se acomodó para dormir, 5 minutos después un fuerte golpe en la cara lo hizo abrir los ojos

-Astrid- se quejó cuando la vio de pie en su lado de la cama con una almohada en su mano y la mirada que prometía asesinar a alguien -¿Qué demonios te pasa?-

-¿Qué demonios te pasa a ti.... Me estabas siguiendo?- le recriminó haciendo que Hipo abriera los ojos como platos al saberse descubierto

-Nooo- negaba con inocencia, pero Astrid lo vio levantando una ceja y cruzando los brazos, Hipo suspiró y estiró su mano invitándola a sentarse a su lado pero Astrid estaba demasiado enojada como para estar cerca de él, resignado se dispuso a explicarle –bien si, te seguí, pero Astrid en mi defensa, te estabas comportando extraña, creí que estabas enferma o algo por el estilo considerando que despertabas hasta medio día hasta que me di cuenta que en realidad era porque pasabas la noche afuera-

-Y tu mejor idea fue seguirme en lugar de preguntarme- le reclamó la ojiazul claramente ofendida

-¿Me lo hubieras dicho?... – la retó el chico –claro Hipo, me escapo por las noches para ir hasta otra isla  la cual nunca me había interesado en el pasado, a hacer no sé qué en la forja y regresar volando para que no te enteres- le decía en tono sarcástico exagerando sus gestos

-Eres un imbécil- se quejó la chica saliendo de ahí, ofendida y muy molesta con el castaño, esa noche, cada uno durmió en su respectiva cabaña.

Por la mañana, ninguno se hablaba y el resto de los chicos solo se miraban entre ellos tratando de entender lo que estaba pasando

-Incomodidad en el aire- le susurraba Brutilda a su hermano

-¿Crees que estén peleados?- contestó en el mismo tono el chico mientras cada uno de la pareja estaba en su propio lado de la arena sin dirigirse la palabra

-¿Cuál fue tu primera pista?- le respondió sarcástica Brutilda dándole un golpe en la cabeza

-Bien chicos, por hoy es todo, tómense el resto del día- dijo desganado Hipo, justo cuando Brutacio iba a hablar Patán cubrió la boca de los gemelos y los arrastró afuera de la arena

Hiccstrid: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora