OS 7. Consuelo a un guerrero (part I)

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Shot basado en RTTE cuando se crea el Equipo A

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Shot basado en RTTE cuando se crea el Equipo A.

PD: Este capítulo va a cambiar bastante porque #ALenaLeEncantaElDrama

POV NARRADOR

-Hijo me alegra que estés aquí- decía un apurado Jefe que veía a su aldea devastada a causa del ataque sorpresa de un viejo enemigo

-¿Quien hizo esto? ¿Dagur?- cuestionó Hipo mientras sobrevolaba el horror con el resto de los jinetes, el jefe asintió.

-Fue un ataque sorpresa, catapultas y lluvia de flechas de fuego sobre todo, le dieron a varias construcciones en la aldea... Astrid...- tragó saliva –tu casa fue una de las afecta...- no pudo terminar cuando la ojiazul saliendo volando a su hogar. –Hijo, creo que te va a necesitar- sugirió el jefe

Cuando Astrid aterrizó en donde se suponía debía estar su hogar, ya no eran más que restos de maderas incendiadas y cenizas que adornaban el aire, si se ponía atención en el silencio que la triste aldea regalaba, incluso se podía escuchar el crepitar de las maderas que aun conservaban el calor, solo respirar aquel aire era sofocante, comenzó a mirar alrededor buscándolos, pero solo se encontró con rostros de pesar y lastima hacia la muchacha.

El viejo herrero del pueblo se acercaba a ella con un casco entre su mano y su prótesis, mientras Astrid lo veía acercarse y leía su mirar, es un hecho, aquella mañana en la que los abrazo para regresar a su hogar en la orilla, fue la última vez.

Astrid tomó aire, con supremacía estoica comenzó a caminar hacia el bosque, toda la gente a su alrededor la miraba pero se apartaba de su camino, su mirada no reflejaba nada, su rostro no decía nada, caminó sin más sobre los escombros de su antigua casa, nadie se atrevió siquiera a respirar, el mismo Bocón no supo qué hacer cuando la chica pasó a su lado, ni siquiera su dragona que entendía perfectamente lo que estaba pasando sabía si seguirla, así que caminaba lento esperando su orden, pero la rubia no estaba dispuesta a decir una palabra.

Cuando el resto de los jinetes de dragones aterrizaron vieron a su amiga desaparecer entre los arboles

-Quédense aquí- ordenó el líder quien desmotaba a Chimuelo –también tu Tormenta- le dijo a la afligida dragona mientras le regalaba una caricia. Se acercó a Bocón –yo me encargo- le decía solicitando el casco y hermoso brazalete antiguo que este escondía.

Ante una expectante escena de todo Berk que conocía el carácter de la chica pero que nada entendían sobre ella y el dolor, vieron desaparecer la silueta del heredero de Berk, el jefe de los jinetes y no ignorado por nadie ahí, el único que sabría cómo lidiar con eso.

En silencio, sin ninguna muestra de pesar tomó su hacha y descargó su furia con cada árbol cercano, cada hachazo al eterno roble era más fuerte que el anterior, sus manos se aferraban a la empuñadura de aquella arma como su alma se aferraba a creer que al dormir esa noche en Berk estarían ellos en su casa, la fuerza era tanta que ni siquiera el más poderoso roble podría resistir mucho más, Hipo la observaba en silencio y le daba tiempo para que descargara toda su furia, cuando pudo ver que los nudillos se hacían blancos y la sangre escurría entre las muñecas de la chica por la fuerza aplicada al mango supo que era momento de intervenir.

Hiccstrid: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora