La tarde del otro día había llegado, el sol se estaba poniendo, en Berk, la gente, estaba en sus propios asuntos, pero Hipo se adentraría al bosque en temporada alta de dragones con la encomienda de no regresar sin la cabeza de uno de ellos.
El castaño no llevaba más que su ropa habitual y un intento de armadura que se había confeccionado ese mismo día.
-Lo harás bien- le dijo Estoico para después alejarse de el
-Sorpréndelos- le pidió Bocón dejando en el suelo una mochila con todo lo que necesitaría para sobrevivir, su espada y su casco
Hipo lo vio alejarse junto a su padre, y su atención se fijó en la rubia que se acercaba a él con la tensión y le miedo que el futuro le generaba, pero lo suficientemente valiente como para que nadie lo notara.
-Astrid...- le dijo el castaño acercándose también a ella –si algo sale mal, cuida de papá-
-Lo haré- confirmó la chica abrumada por aquellas palabras –solo prométeme que nada saldrá mal- el castaño sonrió de lado y volteó para tomar su cosas hasta que unos brazos impidieron su acción, Hipo rodeo su cintura con su brazo derecho y el izquierdo lo llevo a la nuca de la chica quien escondió su rostro en su pecho. Hipo cerró los ojos un momento, y besó su cabello apretando aún más su abrazo –te veré hoy para cenar- le dijo bromeando
-Es una cita M'Lady- Astrid sonrió ante aquel comentario, ninguno quería separarse, era la primera vez en la vida de ambos en que se sentían bien, completos y cómodos, el cuerno de la mañana los hizo volver a su realidad, era hora...
Astrid se alejó de él, se agachó y sacó de su bota su querido cuchillo –cualquier dragón que ataque tiene un punto débil, cuando un nadder lanza espinas, su pecho queda al descubierto... se listo-
Hipo asintió en agradecimiento, se agachó y tomó las cosas que Bocón la había dado, era hora.
Cuando el sol se iba, Hipo se había internado en el bosque buscando a un Nadder, seguir el consejo de Astrid y acabar con esto de una vez, una rama quebrándose llamó su atención, se giró y se encontró de frente justo el dragón que quería, un nadder anaranjado que en realidad se había asustado por la presencia del chico, Hipo tomó el cuchillo de Astrid y trató de lanzarlo al pecho del Nadder cuando este parecía decidido a atacar.
Hipo puso los ojos en blanco cuando el nadder en realidad salió volando despreocupado y el cuchillo se clavó a centímetros de sus botas en el suelo –bueno, lo intentamos-
El castaño se perdió por el bosque tratando de escapar de su situación actual hasta que llegó a un valle perdido a mitad del bosque lejano de Berk, una cala que encerraba un hermoso lago y se resguardaba por altas paredes de roca.
Hipo se refugió en una cueva, encendió solo una vela y sacó su libreta, y se dignó a pasar toda la tarde ahí
-Bien, islas a donde me puedo ir cuando me expulsen de Berk- dijo después de un rato de dibujar el mapa –dicen que el jefe de la Isla Wesster es un tipo carismático, quizá pueda recibirme, aunque por otro lado con los Avigg siempre hay licor, perfecto para mis planes de envejecer alcoholizado arrepintiéndome de las decisiones que he tomado en la vida- se decía a si mismo sarcástico –descartemos de una vez los Berserkers y su maniático líder...- Hipo detuvo su conversación con el mismo cuando escuchó un ligero gruñido a las afueras de la diminuta cueva, lentamente salió dejando su espada y casco adentro, su sorpresa fue enorme, no fue un dragón normal ni común el que aterrizo ahí a tomar un poco de agua
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Hiccstrid: One Shots
FanficEste libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí. Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...