OS.126 Besos de mariposa

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Venga, no seas necio...-

-Que no, me rehúso a ir-

-No voy a tener esta conversación contigo de nuevo...-

-Pues no la tengas y deja de molestarme-

-Tienes que ir...-

-Noo, TU tienes que ir-

-Aggg papá, ya lo hablamos- refunfuño Hipo bajando detrás del jefe –Dagur nos invitó a su boda incluyendo AL JEFE DE BERK-

-El jefe de Berk esta incapacitadito... mira aún tengo un rasguño-

-Hace una semana estabas al frente de una batalla, creo que podrás con una boda-

-Hijo, nadie ama más la diplomacia que yo, nadie admira a la Reina Mala como yo y puedo tolerar a Dagur... pero ¿sabes que es pasar tres días con los Berserks festejando una boda?... murieron 5 invitados en la boda de Oswald... el primer día... yo ese camino no lo recorro de nuevo- se negaba colocando sus botas dispuesto a salir

-Papá... prepara tu equipaje, salimos en unas horas- dijo Hipo saliendo antes que él

-PERO HIPOOOOOOO-

***

-Perooo Hipooooo- se quejaron los gemelos en la arena mientras Hipo descargaba barriles de gel de Colmillo que estaban atados en Eructo y Guacara

-Suficientemente peligroso es que hayan dragones ahí como para que lleven material altamente inflamable también- se negó el castaño

-Hipo Hipo Hipo, tu y yo sabemos que con gel o sin gel vamos a incendiar algo de todos modos...- señaló Brutacio recargándose en el hombro de Hipo evitando dejarlo trabajar

-Eeeexaaacto- completó la hermana posándose en el otro lado – ¿para qué limitar entonces nuestra creatividad?-

-Chicos, es un día importante para Dagur y Mala, por un momento, solo por unos días... traten de no arruinarlo-

-Pides demasiado amigo castaño de una pierna, pero los intentos engrandecen al hombre... y a lo que sea que sea mi hermano- respondió segura Tilda subiendo a su cabeza correspondiente

-Me sentiría insultado... si hubiera entendido- Hipo solo puso los ojos en blanco cuando los gemelos salieron volando de la arena.

-Sabes que dijeron "intentar" ¿cierto?- el castaño casi en automático sonrió de lado cuando reconoció aquella voz.

Recargada en puerta de la entrada a la arena, una ojiazul miraba riendo por aquella escena, Hipo comenzó a caminar hacia ella, saludando a Tormenta a su paso antes de que la dragona se uniera a Chimuelo para jugar.

-Llega tarde al entrenamiento señorita-

-Al parecer llegué al final del entrenamiento- se burló Astrid entrelazando sus dedos en el cuello del chico cuando llegó a ella

Hiccstrid: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora