POV NARRADOR
-El alpha... los protege a todos-
La batalla había sido costosa, dolorosa y larga, pero... ningún mortal jamás había logrado quebrantar la voluntad de Hipo por proteger a los suyos, y ni siquiera los dioses mismos se habían atrevido a dudar del lazo que unía a Chimuelo y al castaño.
Dos jefes, dos alphas, un mismo destino, protegerlos a todos... y así fue.
Cuando el Salvajibestia desapareció en las profundidades junto a Drago, Hipo miró al mar, cuando supo que ya no regresaría tomó vuelo hacía el centro del pueblo en donde todos lo esperaban aun casi en shock por todo lo que acababa de pasar.
Alabanzas y gritos resonaban, Hipo se bajó de Chimuelo y lo dejó avanzar hacia un grupo de dragones que se acercaban, Brincanubes se colocó a su frente y entonces lo reverenció, seguido a ello, todos los dragones en la aldea saludaban a su nuevo líder.
Volteó a ver confundido e incómodo a Colmillo, Eructo y Guacara y Albóndiga quienes encantados también emularon el movimiento del resto, Chimuelo miró a Tormenta quien asintió un momento antes de reverenciarlo, entonces el dragón que odiaba ser el centro de atención al fin aceptó su nuevo cargo con un gruñido mientras el resto de los dragones lo seguían.
El Rey no se había equivocado en esa cueva, Hipo estaba destinado a proteger a su sucesor... pero nunca fue el huevo que rescató...
Se giró cuando sintió a Hipo llegar a él, el castaño tomó su rostro y comenzó a acariciarlo
-Nunca dejas de sorprenderme amigo- le murmuró antes de colocar su rostro descansando sobre el de él y cerrando los ojos, gesto emulado por aquel dragón negro –gracias-
Demasiada paz para el dragón, él quería contarle cuando lo quería a su manera, así que desprevenido comenzó a molestarlo dándole lengüetazos y tirándolo al suelo para jugar con él
-Espera- se quejó cuando cayó al suelo haciendo reír a los presentes -¡Chimuelo sabes que eso no se quita!- se quejó.
-GALLINAAAAAAAAAAAAA- escuchó a lo lejos a Tacio correr a saludar a la única que se escondió durante todo el ataque en el Gran Salón
-¿Cómo no lo pensamos?- se quejó Spitelout cuando la vio salir sana y salva
Hipo se levantó, limpió su rostro y dejó a Chimuelo reencontrarse con los suyos, miró a su pueblo, reencuentros y felicidad era todo lo que había, justo como a su padre le hubiera encantado ver.
Hipo caminó hacia Rompecráneos, aquel dragón que miraba perdido sin su jinete, fue y lo acaricio tranquilo.
-Cuidaste bien de él- le agradeció con una sonrisa.
-La forma en que dominas dragones, es impresionante- llamó su atención un pelinegro con la barbilla tatuada –serías un buen atrapador- Hipo le sonrió a Eret, un nuevo amigo, un nuevo aliado.
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Hiccstrid: One Shots
FanfictionEste libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí. Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...