Este libro compila algunos momentos Hiccstrid que me hubieran gustado enormemente ver en RTTE, porque aunque amo la serie admito que dejo muchos vacíos emocionales hiccstrid en mí.
Cómo verán más adelante los capítulos llevan un orden cronológico...
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Basado en el capítulo de Alvin y los Marginados de la primera temporada de Dragones Jinetes de Berk.
POV NARRADOR
-¿Tenemos que ir?- se quejó Hipo recostado en la cama boca abajo sobre el estómago de la ojiazul
-No tenemos muchas opciones- repuso risueña Astrid mientras jugaba con el castaño cabello del chico
-Te puedo nombrar cientos de actividades mucho mejores en las que podemos gastar nuestro tiempo libre... la mayoría de ellas te involucra desnuda-
-Ja ja ja ja- se reía sarcástica –Hipo esto es importante para tu papá, no puedes faltar- Hipo resopló rendido
-Es solo Alvin, no es como que no haya ido a Berk en estos años-
-La diferencia amor, es que esta es una visita oficial de jefes, no de amigos... sabes que cada año se firma el tratado de paz entre Berk y los marginados- insistía Astrid –y sabes también que a tu papá le gusta que tu estés ahí-
-Mucha diplomacia para mí- Astrid solo puso los ojos en blanco y besó su cabello para después levantarse de la cama mientras Hipo renegaba
-Ya Haddock, tenemos que salir temprano- le dijo aventándole la parte superior de su armadura para después dirigirse a la entrada de su baño
-Si mamá- se quejó resignado haciendo a Astrid sacarle la lengua en modo de reproche, Hipo negándose a ir a un evento oficial al que su padre quería que fuera era algo a lo que estaba más que acostumbrada.
-Aunque aún nos queda tiempo para un baño y no se... cumplir con una de esas actividades- le propuso para después morderse el labio inferior a modo de invitación, una muy bien recibida y aceptada por el castaño que inmediatamente envió su armadura de regreso al suelo y de fue directamente a los labios de la ojiazul.
Esa mañana, salieron a Berk un poco más tarde de lo planeado.
***
-Diez minutos tarde y no estarías recibiendo a Alvin- se quejó Estoico mientras ambos veían llegar el buque de los marginados a los muelles
-Estaba ocupado- se disculpó el chico
-Llegaste una hora tarde-
-Estaba muuuuy ocupado- resaltó el castaño mirando al cielo con inocencia –pero al final de cuentas, mi presencia no hace diferencia papá...-
-Hijo las firmas de tratados son importantes-
-Lo sé... he estado en cientas- le recriminó
-Pues cuando seas jefe, estarás aun en más...- Hipo puso los ojos en blanco, cruzó los brazos y miró al frente
-¿Por qué no mejor esperamos en silencio?- Estoico emuló su postura y llevó su mano izquierda a su boca simulando cerrarla para después fingir que aventaba a la nada una llave imaginaria, así estuvieron, mirándose de reojo uno al otro hasta que el barco casi llegaba y Estoico no pudo más
