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Hoseok

Los caballos se asustaron por ese trueno, pude controlas a Hades, pero ella no pudo con su caballo. Solo pude ver las patas blancas de Perséfone por encima de mi cabeza y después a Loren en el suelo.

—¡Loren!

Bajé de un brinco de mi caballo y Hades salió corriendo detrás de Perséfone.

Llegué con rapidez a donde estaba ella. Estaba jadeando por aire así que la recosté sobre su espalda esperando que con eso recuperara el aliento, y parecía funcionar, pero después de poder respirar de nuevo, se desmayó.

—¡Joven Hoseok! -escuché la voz de Haruki, quien se acercó a toda velocidad –¿Qué...?

—Ve por los caballos -dije

En ese momento los demás también llegaron corriendo.

—Llamen a Robert

Tod buscó su teléfono para hacer la llamada.

Robert era un doctor que tenía una propiedad cerca de nosotros, se la pasaba en esa casa, así que sería obvio que llegaría con rapidez, además, de que él y el abuelo eran buenos amigos.

Hasta que él llegara, no moví más a Loren, la dejé como estaba, pero comenzaba ahora a llover. Pequeñas gotas de lluvia, pero aún así, prefería no tocarla, no quería dañarla más de lo que probablemente ya estaba.

—¿Qué pasó?

Después de unos minutos llegó Robert.

—Se cayó del caballo -dije

—¿De espalda?

—De costado

Revisó su respiración y después revisó su costado.

—No parece que se haya roto nada, pero de todos modos será mejor que llamemos a una ambulancia

—¿Ambulancia? -no esperaba que fuera tan grave... no quería que fuera algo grave

—Si se lastimó la columna, es mejor que nosotros no la movamos o podremos causar más daños de los que probablemente pueda tener

Todos estaban detrás de mí, así que lo miré.

—Llamen a una ambulancia

La ambulancia tardaría en llegar y la lluvia ya no nos daría más tiempo, así que pedí que trajeran uno de los toldos que se usan en las fiestas, el cual estaba en el almacén. Lo colocamos por encima de nosotros para cubrirnos y esperar.

Cuando por fin llegó, le colocaron ese clásico collarín, y sin moverla demasiado la pusieron en una camilla para poderla subir a la ambulancia. Yo fui con ella, no quedaba otra opción.

Las pequeñas gotas de lluvia que eran en un principio, se transformaron en una fuerte tormenta. Para cuando llegamos al hospital, la pasaron a la sala de radiografías, para asegurarse que todo estuviera en orden y no tuviera nada en la columna, que era lo que más nos preocupaba, pero afortunadamente no había nada mal, todo había salido bien.

Fue increíble el alivio que sentí cuando el doctor me dijo que no había ningún daño de ningún tipo, fue bueno pero extraño pensar que todo este tiempo me había sentido preocupado por su bienestar.

Terminé quedándome con ella en la habitación, esperando a que despertara y mientras lo hacías, Haruki me mandó un mensaje para preguntarme cómo estaba.

La lluvia en el hospital era tan fuerte que incluso por la televisión vi que hubo apagones en ciertas partes de la ciudad. Así que la apagué y en mi momento de silencio, donde solo escuchaba el desastre de la lluvia afuera, me puse a pensar en el hecho de que me había asustado de que ella se hubiera lastimado.

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora