Durante todo el día me sentí como un perro encerrado en casa, sin que mis dueños me sacaran a pasear. Dando vueltas por todo el lugar sin saber qué hacer hasta que dieron las cinco de la tarde.
Mi abuelo ya había regresado de su otra cita y el timbre de casa ya había sonado, sabía que era ella, así que salí de mi madriguera.
—Loren -el abuelo siempre era el que más se emocionaba cuando la veía
—Abuelo -se dieron un abrazo
—Peter ¿Cierto?
—El mismo -ellos se dieron la mano
Los tres caminaron hasta su oficina y en silencio me les uní por detrás.
—Hoseok -se dio cuenta de mi presencia y creo que la asuste un poco -¿Acabas de llegar?
—Sí
Entramos a la oficina y nos sentamos en la salita. El abuelo, yo a un lado de él y enfrente de nosotros ellos dos, Loren, Peter y el abogado del abuelo.
—Bueno, por fin es momento de firmar los papeles de transferencia -dio señal de que pusieran los papeles en la mesa -ahora sé que mi empresa quedará en buenas manos
En ese momento vi el rostro de Loren y no parecía muy feliz.
El abuelo tomó la pluma y firmó en la línea punteada del final, después Peter, Loren y James.
—Le daré el deposito en cuanto llegue a casa -dijo ella
—No, no, no
Todos nos miramos por segundos y volvimos al abuelo.
—No me pagues nada, solo transfiero mi empresa -sonrió -es un regalo de bodas
Todos nos quedamos con la boca abierta. Era inesperado lo que el abuelo había decidido en silencio.
—P-Pero... quiero pagar por ella
—Claro que no, no aceptaré dinero de mi nuera
—Pero...
—Mejor váyanse a casa, es tarde y mañana tienes que ir a trabajar
—Por lo menos la mitad de lo que habíamos acordado
—No quiero nada de dinero, solo quiero que ustedes dos -me miró -sean felices, con eso me conformo
Al final, incluso después de varios intentos para que el abuelo aceptara el dinero, no lo lograron. Todos sabemos lo terco que es el abuelo, así que no lograron convencerlo de que aceptara ni un peso.
Loren pidió un momento, tomó a Peter del brazo y se alejaron, pero claramente yo fui detrás de ellos sin que se dieran cuenta.
—Esto está mal -dijo ella
—Lo sé, no es bueno
—¿En qué momento me metí en todo esto?
—Oye, tranquila
—¿Cómo puedo calmarme? Me siento mal por engañarlo y ahora que no aceptó el dinero, me hace sentir mucho peor
—¿De qué hablan? -salí de mi escondite
—No es nada
Pasó por mi lado seguida de Peter. Nos despedimos de los abuelos y salimos de casa.
—Te llevo a casa -ofreció Peter
—No hace falta, yo la llevaré
Ambos me miraron sorprendidos, pero simplemente los ignoré.
—Te espero en el auto -bajé los escalones de la entrada hasta donde estaba nuestro auto
Terminó por despedirse de Peter antes de entrar al auto. En todo el camino no dijo ni una palabra, pero cuando llegamos a casa y antes de que ella corriera de mi a esconderse en su habitación, la detuve, necesitaba interrogarla un poco.
—¿De qué hablaban?
—De nada
—¿En serio? -me crucé de brazos
—Solo... -se lamió los labios -me siento mal que tu abuelo no quiera el dinero
—¿Qué tiene de malo? Será una empresa gratis ¿No es eso mejor?
—No quiero que el abuelo me odie más de lo que probablemente lo hará cuando se enteré de que nosotros nos divorciamos, quiero que por lo menos se conforme con que le pagué por su empres ¿Entiendes? No demasiadas perdidas en el proceso
—Sabes ¿Qué de todos modos él te odiara el día en que le diga que nos divorciamos? Es algo inevitable
—Lo sé, pero por lo menos no se sentirá tan mal si en vez de regalarme la empresa que tanto quiere, aceptará mi dinero
Suspiró y se dejó caer a un lado de mi en el sofá frente a la televisión.
—Solo quiero que todo termine pronto -susurró -no pensé que sería así de difícil
—¿Difícil?
—No nos llevamos bien, sé que eres infeliz viviendo en esta casa, es frustrante pensar que alguien se entere de esto en cualquier momento, no quiero volver a ver a esa... Jess, no quiero que tu familia me odie, quiero que él se... -se quedó callada de inmediato
—¿Qué quién qué? -la miré pero ella se quedó en silencio unos segundos
—Nada -tomó su bolsa y se levantó -nos vemos mañana -subió corriendo las escaleras hasta que escuché la puerta de su habitación
El resto de la noche antes de que yo me fuera a dormir, en ningún momento ella volvió a salir de su habitación, así que antes de irme a dormir, fui a verla.
—¿Loren? -llamé a su puerta con golpes suaves -¿Loren? -escuché cómo se levantaba de la cama y se acercaba para abrir la puerta
—¿Necesitas algo?
Llevaba puesta la pijama pero no parecía haber estado dormida además de que las luces estaban encendidas. Miré por sobre su hombro, hacia su cama. La laptop estaba encendida y había algunos papeles también, así que supongo que estaba trabajando un poco antes de dormir.
—Solo quería saber si estabas bien
—¿Por qué no lo estaría? -me miró confundida
—¿A quién te referías con... él? ¿Así llamas a Peter? ¿Al abuelo?
—A ninguno de ellos
—¿Entonces?
—No es nada, no te preocupes por eso
—Solo quiero saber qué era lo que ibas a decir...
—Oye -me detuvo -no era nada ¿Entiendes? No necesito que te preocupes por mí, sé que no eres así, déjate de tonterías y ve a dormir
—Pues ¡Perdóname por tratar de ser una buena persona contigo!
—¡No eres una buena persona! ¡Ya déjame tranquila! -cerró la puerta frente a mi rostro
Maldita sea.
Esto me pasa por intentar se amable con ella.
Caminé a mihabitación molesto y así como ella, yo también cerré mi puerta de un portazo.
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100 Días (JungHoSeok)
Novela JuvenilEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.