Ya quería que el dichoso día llegará y no porque me emocionaba la idea de ser la esposa de Hoseok, sino que quería regresar mi tiempo y atención por completo a mi trabajo, como antes.
Hoy era el día de las pruebas y elección de menú para la fiesta, así que Heesok, Hoseok y yo fuimos a la cita que habíamos programado en un restaurante muy elegante. Tuvieron que cerrarlo para que solo nosotros pudiéramos estar dentro, algo exagerado para mí, pero yo no fui la que hizo la cita.
Heesok se encargaba de pedir los platillos que miraba en el menú que le habían dado y que ella consideraba apropiados y solo de vez en cuando le preguntaba a Hoseok, pero él solo le decía que sí a todo, mientras que, a mí, me ignoraban por completo. Me daba lo mismo, no es como que me importara que un montón de personas desconocidas disfrutaran de nuestro banquete en nuestra boda falsa, me daba lo mismo, así que solo me enfoque en comer y comer. Terminé completamente llena de tantas pruebas, logramos escoger lo que servirían en la fiesta y eso era lo único que haríamos el día de hoy gracias al cielo, así que después de eso, regresamos a casa.
Cuando llegamos, noté que había un auto afuera, pero, así como capto mi atención, así de rápido la perdió. Entramos a casa y de inmediato fuimos a la sala donde nos dijeron que estaban los invitados que habían llegado en ese auto.
—¡Hijo!
Una mujer corrió a abrazar a Hoseok en cuanto entramos. Por un momento él pareció sorprendido porque se quedó inmóvil pero rápidamente lo entendió y le regresó el abrazo a la mujer.
—Mamá –la mujer soltó a su hijo y abrazo a Heesok
Solo cuando dejó de abrazarla, me miró a mí.
—Soy Loren –sonreí –un placer
—Lo sé, querida
Igual que la madre.
Me trague la incomodidad de no haber recibido un saludo a cambio y simplemente me quede de pie sin saber qué hacer, si irme a casa o sentarme en el sofá.
Era una mujer unos centímetros más baja que yo. Era delgada y de cabello negro, largo y lacio. Sus labios eran delgados con un ligero toque rojizo y sus ojos eran de un café claro, piel clara y unas enormes pestañas.
En cambio, el hombre que miraba la escena en silencio y desde atrás, era igual de alto que Hoseok y Donsung, era delgado, pero con cuerpo deportivo, tenía cabello café oscuro, ojos cafés oscuros, labios medio gruesos y piel clara.
—¿Qué hacen aquí? –preguntó Hoseok
—Venimos porque lo que está haciendo tu abuelo es... es ¡Una locura! –la mujer recordó su coraje al parecer
—No lograrán convencerlo –Hoseok parecía resignado
Hoseok
Me gustaba que mis padres estuvieran en casa, siempre viajaban y pasaban mucho tiempo hasta que pudiera verlos de nuevo, aunque fuera solo para pelear con el abuelo, me gustaba tenerlos aquí.
—Supongo que está en su oficina –dije
—Lo sé –dijo mamá –llevamos una hora esperando que salga de ese lugar, según él, está en una plática importante
—¿Por qué no solo entran?
—Tiene cerrada la puerta con pasador
Mamá respiró profundo y por fin le puso atención a Loren.
—¿Y tú quién eres? –preguntó papá
—Soy Loren
—Me refiero ¿A qué te dedicas?

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100 Días (JungHoSeok)
Teen FictionEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.