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Hoseok

Eran las dos de la mañana, Jess no ha llamado ni una sola vez, así que fuimos a su casa, pero no la encontramos y no sabíamos dónde más podría estar, lo único que ocasionó eso fue que Peter estuviera al borde del colapso, al igual que yo.

—Llamé a Jan –dijo Peter

Llamamos a todo mundo, en realidad, a mis abuelos, a mis padres, incluso a Donsung y todos se habían unido a la búsqueda o por lo menos, como mis padres y mi hermano, llamaban muy seguido para saber cómo iban las cosas, pero el papá de Loren...

—¿Qué dijo? –pregunté

—Le aviso, pero pareció no importarle, no dijo nada

Ese hombre...

Su hija está en peligro y prefiere seguir con su estúpido dolor por la esposa que ya no existe que cuidar a su única hija.

No importaba ahora, sí él no se preocupaba por ella, había por lo menos nueve personas en este momento que estábamos preocupados por encontrarla.

Los abuelos llegaron a casa de Loren donde Peter y yo habíamos estado todo este tiempo. Mis padres y Donsung llamaron para avisarnos que habían tomado un vuelo de regreso y que los mantuviéramos informados por el momento.

Es increíble el impacto que causó Loren en toda mi familia, el impacto que causo en mí.

Jan llegó a las tres de la mañana después de que Mateu se quedará dormido en su casa y dejará a su cuidado a dos chicas del servicio. Increíble.

Todos estábamos solo esperando en silencio que nos dijeran algo, realmente estaba yendo muy lento todo este asunto. El tiempo es oro ahora mismo y a ellos parece no importarle eso.

—Haré esto por mi cuenta –me levanté del sofá donde todos estábamos sentados como pájaros en un alambre

—¿Qué haces? –preguntó Peter

—Iré a buscarla yo solo

—No puedes hacer eso, Hoseok –dijo la abuela claramente preocupada

—Ellos no se están dando prisa –no quería pensar en eso, pero podría ser una posibilidad –quizás... quizás ya sea demasiado tarde incluso –susurré

—No te atrevas a decir eso –dijo Peter –jamás

El abuelo solo nos miraba en silencio, no es que esperará un comentario de él, pero aun así su silencio me decepcionó. Él suele tener comentarios para todo momento.

—Lo lamento, pero tengo que hacerlo

Tomé mi chaqueta y salí de su casa esquivando a algunos policías que aún estaban afuera.

—¡Hoseok!

Lo escuché a mis espaldas, pero no me detuve hasta que llegué a mi auto y me alcanzó mientras buscaba las llaves en mi bolsillo.

—Hoseok –me tomó del hombro

—¡¿Qué?!

—Voy contigo

Ambos subimos al auto y nos alejamos del lugar.

—¿A dónde iremos?

—A su casa

—Pero no encontramos nada en su casa –dijo

—Pero podemos preguntar a sus vecinos o buscar pistas dentro

—¿Eso no sería allanamiento de morada?

—Ella tiene a Loren, allanamiento de morada no es nada comparado con lo que Jess hizo

—Cierto

Volvimos a su casa y no fue sorprendente no encontrar a nadie en casa, la policía ya había venido aquí sin encontrar nada, pero no me confío en que hayan buscado como se debe. A pesar de ser un pequeño departamento en el tercer piso de un edificio desgastado y pequeño, sé que no buscaron bien, pero yo sí lo haré.

Eran las cuatro de la mañana ya, pero necesitábamos conseguir toda la información posible de ella lo más rápido que pudiéramos, así que mientras yo buscaba en el departamento, Peter preguntaba a los vecinos.

Dentro, todo estaba acomodado, parecía el departamento de una chica normal. Los trastes estaban todos en su lugar, la mesa estaba acomodada, la ropa estaba colgada en el closet, la cama estaba tendida, el baño estaba limpio, el escritorio estaba en orden.

Busqué entre sus cosas algo que me dijera dónde estaba ahora o dónde podría estar Loren, pero no había nada.

—Nada –dijo Peter al llegar –los vecinos, los que no quisieron matare, dijeron que ella iba a trabajar por las mañanas y en las tardes regresaba a su casa a la misma hora todos los días, iba a casa de su madre algunas veces, iba a fiestas, pero siempre regresaba sola, nada raro en realidad

—Debe haber algo, debe haber una pista que nos diga dónde están, no nos podemos ir sin encontrar algo

Según la llamada que hizo la policía a su madre –quien vive en otra ciudad- Jees no había hablado con ella desde antier, pero también dijo que eso era normal de ella porque normalmente la llamaba de vez en cuando y que la visitaba también de vez en cuando.

Peter y yo buscamos por todos lados, debajo de la cama, en el baño, en la cocina, en la sala, debajo de los sillones, en los cajones de la cocina. Nos llevó una hora y media buscar en todas partes y, aun así, no encontramos nada.

En la sala había un librero con varios libros, así que como mi última esperanza comencé a hojearlos uno por uno, lo que me dejó ver que Jess en de esas personas que guarda papeles o notas entre las hojas de los libros.

—Peter, mira –le mostré la cantidad de papeles que había encontrado después de buscar solo en algunos libros

—Debe haber algo con información por aquí

Entre los dos seguimos hojeando el resto de los libros y arrojándolos a nuestras espaldas cuando terminábamos de revisarlos para descartar más rápido los que ya habíamos visto de los que no.

—Hoseok –sacó un papel blanco del libro que tenía en las manos –es un ticket de préstamo de un auto, lo pidió prestad ayer por la mañana

—Vamos a ese lugar para pedir las placas del auto

—Son las seis de la mañana, esa cosa abre hasta las nueve

—No podemos esperar todo ese tiempo

—¿Ideas?

—Debe haber algún guardia de seguridad cuidando el lugar, con algunos billetes nos dejará entrar a los registros

—Espero que tengas razón, vamos entonces 

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora