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Pasaron unas horas, incluso me quede dormido por un tiempo hasta que ella llegó. La escuché subir las escaleras hasta detenerse frente a mi puerta, pero no escuche que llamará.

—Hoseok ¿Estás bien?

—¿Disfrutaste la fiesta? -grité desde mi cama

—No, te fuiste

—Estaba Austin, seguro te divertiste con él

—¿Es por eso?

Salté de la cama y abrí la puerta. La asuste un poco porque dio un salto hacia atrás.

—Ve con tu lindo Austin, seguro que lo dejaste con ganas de seguir contigo, o poder ir con el hombre con el que estabas ayer

—¿De qué hombre estás hablando? -sonrió confundida

—Dijiste que irías a la oficina, eran las 11 de la noche, dijiste que era cosa tuya ¿Por qué estabas con un hombre a esa hora? ¿Dónde estaba anoche realmente?

—No era nadie -bajo la mirada -estaba con Peter que se ofreció a ayudarme

—¿Peter? -sonreí molesto -¿Por qué siempre tienes que llamar a Peter?

—Porque él es el único amigo que tengo -me miró -¿Estas celoso de eso?

—¿Yo? -solté una carcajada -no me siento amenazado por un idiota como ese

—¿Entonces?

—Ya lo dije, es un idiota y me molesta

—¿Estás seguro de que es solo eso?

—¿Qué más sería?

—Aj -giró los ojos y regresó a las escaleras, pero antes de bajar me miró -para tu información, no volví a encontrarme con Austin, me la pasé hablando con los amigos de tu abuelo, idiota

Como sea.

Cerré la puerta y regresé a la cama.

Solo en ese momento, cuando miré el techo blanco de mi habitación, me sentí tan idiota, por todo, por haberme ido de la reunión, por haberle mostrado ese coraje con lo de Austin y porque me estaba comportando como un adolescente al que su madre no deja salir de casa.

Pero lo hecho, hecho esta.

No salí de mi habitación hasta que mi estómago comenzó a suplicarme por comida, ya era noche y esperaba que mi estupidez ahora solo un chiste para ella.

Abrí la puerta solo un poco y me asomé para asegurarme de que Loren no estuviera cerca y solo cuando estuve seguro de eso, salí corriendo directo a las escaleras, pero justo al dar la vuelta para entrar a la cocina, me frené al verla a ella sentada en la mesa, tomando una taza de café mientras miraba la televisión. Ella simplemente me miró y continuó con lo suyo.

—Pensé que ya no bajarías -tomó de su café

—Solo... quería algo de comer

—Ordené un poco de comida italiana, caliéntala si quieres

Caminé al refrigerado en busca de esa comida italiana, la metí al microondas y esperé en silencio a que se calentara.

—¿Ya te sientes mejor? -preguntó

—...Sí -susurré aún apenado de mi comportamiento adolescente

—Que bien -suspiró -porque debes comportarte, mañana viene Austin a comer

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora