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Después de cenar cada quien se había ido a sus habitaciones listos para dormir, yo ya estaba acostada en mi cama, estaba leyendo un poco, pero el brillo de mi teléfono me interrumpió. Era un mensaje de Jan.

Tiene fiebre, no quiere ir al hospital y un médico tuvo que venir a verlo a casa, está trabajando mucho y no come bien

Respiré profundo y le contesté.

Te mandaré los suplementos alimenticios que le recomendó el medico la última vez, haz lo mismo de disolverlos en su café y veras que en días le dará hambre, también mandaré a Peter para que complete algo de su trabajo y él se tome unas vacaciones.

Gracias, señorita

Buenas noches, Jan

Aunque no quisiera que eso me importara, lo hacía, me tuvo preocupada toda la noche y por eso no pude dormir bien. Así que por la mañana me sentía bastante cansada.

—Hasta que despiertas

Hoseok estaba intentando cortar una manzana.

—No es tan tarde -lo hice a un lado y le quité el cuchillo para hacerlo yo

—¿Vas a ir a trabajar?

—Sí

—No deberías

—¿Por qué no? -le di la manzana

—No te ves bien, aunque -se cruzó de brazos -no pienso cuidarte si estás enferma

—No necesito que nadie me cuide

Él solo me terminó ignorando y se fue a la mesa mientras yo tomaba mi teléfono para llamar a Peter.

—Buenos días -contestó alegre

—Hola, Peter

—No te escuchas bien ¿Todo en orden?

—En realidad, no -suspiré

—¿Qué pasa?

—Lamento pedirte esto de nuevo, pero... él, enfermó de nuevo, necesito que bajes su carga de trabajo para que Jan pueda llevarlo de vacaciones, lo lamento, pero te pagaré todo al triple, lo prometo

—No tienes que disculparte, sabes que estoy aquí para ayudarte

—... Gracias

—No hay de qué

—Jan irá a tu oficina para darte los papeles

—Claro, claro

—Muchas gracias, Peter

—No hay problema

Era bueno tener a Peter, él era una buena persona, listo, de confianza y capaz de entender lo que era mejor en el trabajo. No sé qué haría sin él.

Cuando llegué a la oficina me sentía bastante cansada, pero en cuanto me concentré en el trabajo, me olvidé por completo de eso.

Después de la comida, a unas horas de irme a casa el caos en mi oficina de desato como una tormenta destructiva.

—Mañana tenemos que ver a Bonhwa para comenzar el papeleo -Peter estaba en mi oficina después de haber ido a comer los dos juntos

—¿Mañana a las tres? -pregunté

—No, a las cinco, al parecer tiene que ver a unos clientes a las tres

—La hora que sea no me importa, con tal de que sea mañana -dije

De repente, la puerta de mi oficina se abrió con un gran golpe, tan fuerte que se estrelló contra la pared y una chica de cabello negro, corto, lacio y con una cara de loca entró a paso largo hasta quedar cerca de nosotros.

—Lo siento, señorita -Pony venía detrás de ella -no pude detenerla

—Está bien -le sonreí

Así como Peter se levantó de su silla, yo hice lo mismo para acercarme un poco a la chica.

—¿Tu eres...?

—¡Eres una maldita! ¡¿Cómo pudiste?!

—¿Disculpa? -sonreí confundida -no puedo entenderte

—Llama a seguridad, Pony -dijo Peter

—Espera -los detuve -¿De qué hablas?

—¡Tu! -me apuntó con su dedo -¡¿Cómo pudiste casarte con Hoseok?!

—¿Quién eres?

—¡Soy su novia! ¡Él y yo estamos saliendo!

—Oye, espera, necesito explicarte una cosa... -su mirada era de una completa loca y comenzaba a dar pasos acercándose a mí, pero Peter dio un paso para cubrirme detrás de él

—¡No quiero que me expliques nada!

—Llámalos -le susurré a Peter, pero el solo me miró por sobre su hombro -ve

No muy seguro de alejarse de mí, caminó a mis espaldas para tomar el teléfono que había dejado en el escritorio.

—¡Voy a matarte! ¡Vas a lamentarlo!

Di dos pasos hacia atrás pero mi escritorio me impidió seguir. Peter corrió a ponerse delante de mí cuando ella corrió queriendo atraparme, pero en ese momento dos hombres de seguridad entraron corriendo. Al parecer Pony los había llamado, porque ella ya no estaba.

—Sáquenla por atrás -dijo Peter -que la menos gente posible se dé cuenta

La mujer daba manotazos y pataleaba mientras gruñía como demente. Mientras se la llevaba ella seguía escupiendo amenazas conta mí, pero no entendía mucho de lo que decía. Al final tuvieron que cargarla para sacarla de aquí.

—¿Q-Qué demonios fue eso? -estaba aturdida por lo que había pasado y solo pude sentarme en la silla donde antes había estado Peter sentado

—¿Qué clase de chicas con las que le gustan a Hoseok?

Ambos quedamos muy sorprendidos por lo que acababa de pasar.

—Dijo que me mataría -susurré

—Te llevaré a casa hoy, y mañana iré por ti en la mañana, dejemos que pasen unos días

—Demonios -me cubrí el rostro con mis manos -no quiero que vuelva a pasar

—Oye, oye -me tomó de los hombros -no volverá a pasar nada así, no pasará nada, yo te acompañaré todo el tiempo que sea necesario

Lo miré y no hice más que sonreír. Tampoco es como que pudiera hacer algo más.

Peter se quedó un momento conmigo hasta que tuvo que irse para continuar con su trabajo. Yo llamé a seguridad y pedí a que la vetaran por completo de aquí, que no la dejaran pasar por ninguna razón. 

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora